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Se ha hecho una tormenta en un vaso de agua, dice el embajador estadunidense en Bogotá

EU ha utilizado seis de las siete bases que incluye el pacto con Colombia: Brownfield

Los ocho colombianos asesinados en Venezuela eran paramilitares: vicepresidente Carrizales

 
Periódico La Jornada
Lunes 2 de noviembre de 2009, p. 19

Bogotá, 1º de noviembre. El embajador de Estados Unidos en Colombia, William Brownfield, afirmó que militares de su país ya han utilizado seis de los siete cuarteles colombianos a los que tendrán acceso con el pacto de cooperación castrense firmado por ambos gobiernos el viernes pasado, el cual, aseguró el diplomático, será divulgado a la opinión pública esta semana.

Brownfield afirmó que la única base a la que no tenían acceso soldados estadunidenses era la de Palanquero, ubicada en el centro del país, y en la que Estados Unidos invertirá unos 46 millones de dólares para mejorar su infraestructura, según información difundida la semana pasada por el Congreso estadunidense.

El único cambio que veo es que de las siete bases mencionadas hay una donde no hemos tenido presencia en el pasado: Palanquero. En las otras hemos estado y hemos colaborado con mucho entusiasmo, dijo Brownfield en entrevista publicada por el diario bogotano El Tiempo, en la que reiteró afirmaciones de que el acuerdo sólo ampliará la colaboración militar que Washington y Bogotá han sostenido desde hace varias décadas.

El diplomático insistió igualmente en que el convenio, con vigencia de diez años, no afectará a terceras naciones, y reconoció que el manejo del tema ante la opinión pública fue equivocado.

Ha sido una gran tormenta en un vaso de agua. No es mayor o menor, es exactamente la misma colaboración del pasado, declaró.

Además reiteró que la lógica del pacto es establecer una alianza más moderna en materia de seguridad, que reúna anteriores tratados entre los dos países.

La diferencia es el acuerdo. Es más claro y preciso en términos del tipo de colaboración, afirmó.

Veremos misiones de corta duración, como en los últimos años, plataformas que estarán por días, semanas o meses. Al terminar la misión, la plataforma vuelve a Estados Unidos, explicó.

El embajador declaró que Estados Unidos habría firmado el convenio con Colombia con independencia de su permanencia en la base de Manta, que fue cerrada por determinación del gobierno de Ecuador en septiembre pasado.

Habríamos negociado este acuerdo con o sin nuestra presencia en Manta, puntualizó.

En un aparente intento de responder a las quejas de los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Bolivia –y de Brasil, en menor medida–, Brownfield dijo que los militares estadunidenses no van a participar en operaciones colombianas “porque es mala política y hay restricciones legales del Congreso de Estados Unidos y, principalmente, porque las fuerzas armadas de Colombia son hoy las más sofisticadas de la región y no necesitan que nadie venga.

Quiero ser muy claro: no va a haber colaboración o misión distinta a las de los últimos diez años. Ni un miembro de las fuerzas armadas o policial de Estados Unidos entrará al país sin autorización explícita de las autoridades colombianas, apuntó.

Brownfield agregó que el acuerdo contempla misiones y plataformas de recolección de información de inteligencia para operaciones marítimas, normalmente conjuntas y principalmente en aguas internacionales.

En concordancia, Uribe afirmó el sábado que el texto del convenio será publicado por la cancillería de su país la próxima semana.

En el terreno de las relaciones con Caracas, este domingo el vicepresidente venezolano Ramón Carrizales dijo que su gobierno tiene pruebas de que ocho colombianos asesinados la semana pasada en territorio venezolano pertenecían a una organización paramilitar. Los cadáveres fueron hallados en el estado fronterizo de Táchira.

Carrizales dijo que la policía aún investiga las causas de la matanza, pero destacó que los colombianos –quienes supuestamente vendían cacahuates en el transporte público y eran conocidos como los manicerosllevaban un nivel de vida que no correspondía con sus ingresos. Y las cosas que hicieron, la violencia que desplegaron en el tiempo que estuvieron en El Piñal nos lleva a concluir que eran paramilitares.