La industria de las telecomunicaciones en pleno rechazó la aplicación del 3 por ciento de impuesto especial por producción y servicios (IEPS) a este gremio y sus usuarios, al considerarlo un gravamen contra el desarrollo. Advirtió que si el Senado no da marcha atrás a la medida muchos mexicanos quedarán excluidos del uso de tecnologías, se inhibirán inversiones, no se alcanzará la meta oficial de penetración de banda ancha y tampoco habrá generación de empleos.

Analistas de Bancomer señalaron que una de las empresas más afectadas por el gravamen será América Móvil, debido a que la mayoría de los usuarios de Telcel están en el esquema de prepago y no les podrá trasladar el impuesto. También resultarán perjudicadas Megacable y Axtel por su modelo de negocios. Las menos lastimadas serán Televisa y Televisión Azteca.

Los operadores afiliados a la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de Información (Canieti) pidieron al Senado que no apruebe la aplicación del 3 por ciento de IEPS, por tratarse de un sector estratégico para la recuperación económica del país.

Destacaron que la Secretaría de Hacienda podría recaudar ingresos adicionales de esta industria, pero si propiciara el desarrollo y crecimiento de las redes, al motivar la inversión mediante la licitación de nuevas frecuencias y de las redes de fibra óptica disponibles.

Varios países han anunciado multimillonarios subsidios para impulsar el crecimiento de la banda ancha; otros como Estados Unidos han emitido leyes que prohíben cobrar impuestos a Internet, y otros como Finlandia han definido como un derecho de sus ciudadanos, equiparable a los derechos humanos, tener acceso a banda ancha con capacidad mínima de un megabyte por segundo (Mbps) a partir de este año, con un sustancial crecimiento hasta cien Mbps para 2015, indicaron.

Al fijar su postura sobre el IEPS, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec), Alejandro Puente, advirtió que el 3 por ciento no es negociable, se debe eliminar porque las telecomunicaciones no son un lujo, sino una necesidad imperiosa para la población.

En tanto, el presidente de la Asociación Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), Gustavo Cantú, advirtió que el gravamen afectará a 80 millones de mexicanos que tienen uno o varios servicios de telecomunicaciones, pero sobre todo a los de menores recursos.

Mientras, la Asociación Mexicana de Internet (Amipci) alertó a los legisladores y al Ejecutivo que el segmento de la población más afectado será el de los estudiantes de entre 12 y 19 años de edad, quienes representan 22 por ciento de la población y necesitan Internet para cumplir con sus labores escolares.

Analistas de BBVA Bancomer señalaron que el incremento y la creación de impuestos para la industria de las telecomunicaciones quitará atractivo a las empresas y al mercado nacional.