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Ricardo Tapia, de la UNAM, reitera que no hay nada no biológico en el genoma humano

Un embrión de 12 semanas carece de corteza cerebral; no es persona

Presentan el libro Foro sobre la despenalización del aborto: respuesta social frente a las controversias constitucionales, editado por Javier Flores, resultado de debate organizado por La Jornada

 
Periódico La Jornada
Jueves 22 de octubre de 2009, p. 2

No hay nada no biológico, sobrenatural o espiritual en el genoma humano y, por lo tanto, no existen razones científicas para considerar que un cigoto, un blastocisto o un embrión de 12, 14 o 20 semanas tenga dignidad humana y sea una persona, afirmó Ricardo Tapia Ibargüengoitia, investigador del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la presentación del libro Foro sobre la despenalización del aborto: respuesta social frente a las controversias constitucionales.

Este libro, editado por Javier Flores, profesor de la División de Posgrado de la Facultad de Medicina y articulista de este medio, es el resultado de un foro llevado a cabo en La Jornada desde que se interpusieron los recursos de inconstitucionalidad contra la despenalización del aborto en el Distrito Federal (mayo de 2007) hasta que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió sobre los mismos (agosto 2008). Este espacio virtual contó con la participación de más de 50 especialistas de diferentes instituciones de educación superior, de organizaciones sociales, ciudadanos e incluso, comentó Flores, de algunos ministros de la Iglesia católica que también aportaron sus ideas.

Ayer se llevó a cabo la presentación del libro en el Auditorio del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de Ciudad Universitaria. El acto contó con los comentarios de Ricardo Tapia Ibargüengoitia, Paulette Dieterlen Struck, del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM; Alejandro Madrazo Lajous, del Centro de Investigaciones y Docencia Económicas, quien no pudo estar presente y envió su ponencia; Marta Lamas, del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), el editor y, como moderadora, Norma Blázquez Graf, directora del CEIICH.

Tapia Ibargüengoitia dijo que los argumentos creacionistas que sustentan las reformas constitucionales que se han dado en 16 estados de la República, las cuales aseguran que la vida surge desde la concepción y acaba con la muerte natural, carecen de base científica y no son más que furia desatada desde el Vaticano por la despenalización del aborto antes de las 12 semanas de gestación en el Distrito Federal.

Agregó que hasta las 12 o 13 semanas el embrión no tiene corteza cerebral y, por lo tanto, no puede ser considerado un individuo.

La pugna apenas comenzó

Madrazo Lajous hizo un llamado a los académicos y abogados a emprender un debate rico y productivo en torno de la despenalización del aborto, porque la pugna apenas comenzó y no sabemos en qué terminará.

Destacó la reacción de la Reacción en los 16 estados que han hecho cambios constitucionales para penalizar el aborto, y dijo que esto ha puesto en evidencia lo susceptibles que son los políticos a las presiones de los prelados; cuán frágil resulta la laicidad del Estado y cuán torpes hemos resultado quienes defendemos tanto la laicidad como los derechos de las mujeres al intentar revirar ante el avance de una política abiertamente confesional.

Dieterlen Struck analizó los textos filosóficos que aparecen en el libro, entre los cuales mencionó el de Gustavo Ortiz Millán, quien aborda aspectos ligadas al embarazo y considera poco realista la consigna de que en lugar de abortar hay que adoptar. Porque, por un lado, estigmatiza a la mujer y, por otro, las malas políticas de adopción en México debilitan esta opción. Prueba de ello es que en 2007, a escala nacional, el DIF tenía en custodia 11 mil 75 menores en situación de desamparo, pero sólo 517 reunían las condiciones para ser adoptados.