diferencia de muchas bandas de su generación que con el paso de las décadas se van amilanando o se repiten aburridamente sin fin, The Flaming Lips, el trío de culto de Oklahoma creado en 1983, hace de cada nueva entrega un suceso. Tras cada disco, va grabando uno mejor que el anterior, acción casi imposible hoy día.

A Wayne Coyne y compañía, los dosmiles les han sentado de maravilla. Quizá porque siempre pertenecieron a este futuro cósmico de sus infancias, y apenas cayeron sobre blandito; esto es, no sólo tras forjar una carrera de gran respeto dentro de la música pop alterna, sino con una audiencia preparada para sentir como algo mullido y placentero, y no como algo extravagante, su estelar sonido actual. Y es que no sueltan la enloquecida racha que se cargan desde su tercer y reciente aire, con Yoshimi battles the Pink Robots (2002), dulce, triste y melódico, y At War with the Mystics (2006), a la vez melancólico y relajiento. Mas con el nuevo disco se volaron la barda: pareciera que tras editar la película Christmas on Mars (Navidad en Marte, 2008, obra que Coyne tardó siete años en escribir, dirigir, actuar, filmar) hubieran vuelto de dicho cuerpo celeste transmutados en seres de otras galaxias, para emitir el que quizá sea uno de los discos más sorprendentes y deliciosos de la década que acaba: Embryonic (2009), arrollando al de Animal Collective o a Grizzly Bear.

Memorables son sus primeros días con Telepathic Surgery (1989) o Transmissions from the Satellite Heart (1993); o sus noventeros años con Clouds taste metallic (1995), el atrevido Zaireeka (1997) o el aclamado The Soft Bulletin (1999). Siempre con una identidad fundamentada en la fantasía y la imaginación desorbitada, en los sentimientos profundos y entrañables; en las sonoridades aparentemente simples, pero con cierta complejidad de fondo, los Flaming conservan su espíritu en Embryonic, salvo que en éste su habitual ambición alcanza un punto muy alto, más cercano a sus anhelos sonoros de años. Celestas, teclados suaves, sampleos locos, melodías vocales encapsuladas, tristeza sabor leche de Juno derramada, ecos sin fin y Karen O en gruñiditos invitados, hacen de este álbum un suave e intenso oleaje interestelar, en el que el noise aparece repentinamente de modo tan sutil, que pasa desapercibido, para llenar al escucha, más que de sonidos, de sensaciones y colores. La maestría con que fue producido y mezclado hace sentir al oído y al alma capas dimensionales y emotivas tales, que igualmente se olvidan los bajos con fuzz y las guitarras con wah.

Entre motivos astrológico-astronómicos, los Flaming llegan a uno de los puntos más elevados de su historia (¡¿adónde nos llevarán luego?!), con una especie de disco concepto cíclico, que vuelve sobre sí y se expande, cual nebulosa exquisita, casi perfecta. ¡Larga vida a los labios ardientes!

MUTEK, Ozric T, son, improvisación

La ciudad revienta de ofertas musicales de todos estilos, la mayoría de relevancia. Ojalá haya energía eléctrica suficiente para tanto jolgorio. ¡No a la acción autoritaria contra LFC!

Viernes 16: 1. Buen son jarocho con Ensamble Marinero. El Convite (Ajusco 79-bis, Portales). 21 horas, $80. 2. Trío Guerrero Musical: música tradicional de todo el país. Peña Tecuicanime (Tonalá 99, Roma). 20 horas, $60. 3. Improvisación libre con Juan Pablo Villa (voz), Antonio Domínguez (Live Cinema), Artur Vidal (sax) y Fernando Vigueras (guitarra). Escuela Nacional de Música (Xicoténcatl 126, Coyoacán). 20 horas, sin costo. 4. Defragmentación sónica con Cabezas de Cera. Es-3 Café Virreyes (Izazaga 8, Centro). 21 horas, $70. 5. ¡Miau! Noche Rockabilly con Rebel Cats. Salón Tijuana (Colima 55, Roma). 21 horas, $50. 6. MUTEK presenta a Akufen + Gillaume & the Coutu-Dumonts; Steve Beaupré y Vincent Lemieux, músicos clave de la escena electro-experimental canadiense. Pasaje América (5 de Mayo 7, Centro). 21 horas, $250 y $100.

Sábado 17: 1. Dos duetos y un cuarteto: improvisación libre con Alex Bruck (viola y violón Stroh), Ramón del Buey (clarinete bajo), Darío Bernal (percusión) y Artur Vidal (sax alto). Jazzorca (Municipio Libre 37-A, Portales). 20 horas, $50. 2. Ozric Tentacles: acid-space-rock desde el Reino Unido. Circo Volador (La Viga 146). 21 horas, $400. 3. Hocico, añejo dueto representante del electro-industrial en México, de fama internacional, en el Lunario del Auditorio Nacional. 21 horas, $250.

Lunes 19: De Inglaterra, The Horrors vuelve al DF, luego de que en mayo pasado les pusieron un pésimo equipo técnico. Ojalá toquen tan bien como en el Manifest 2007. Siguen promoviendo su gran disco Primary colors. José Cuervo Salón (Moliére y Andrómaco). 21 horas, $350.

Martes 20: The Prodigy. En segunda visita, el afamado trío inglés de electrónica, en el Palacio de los Deportes. Sólo para quedados en los años 90. Churubusco y Añil. 20 horas, $200 a $880.

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