Ingenieros Civiles Asociados (ICA) logró un mordisco de 6 mil 500 millones de pesos a los recursos acumulados en los fondos para el retiro de los trabajadores mexicanos, con los que pretende capitalizar a su filial Red de Carreteras de Occidente (RCO), que aglutina al primer paquete de autopistas reprivatizadas.

Tras su fallida primera experiencia como concesionario de autopistas, ICA, la mayor constructora del país, formó parte de los conglomerados que el gobierno federal rescató en 1997. Luego, en 2007 recompró por 44 mil millones de pesos un grupo de autopistas.

Ahora, mediante los nuevos recursos financiero denominados certificados de capital de desarrollo de Infraestructura (CKD, por su clave de cotización en el mercado bursátil), obtuvo 6 mil 500 millones de pesos de capital aportado por algunas siefores (Sociedades de Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro), que con esto se convierten en socios de la empresa. Los recursos los utilizará ICA para reducir su deuda.

Esta operación abre la puerta a una mayor participación de las Afore (administradoras de fondos para el retiro) en proyectos de infraestructura, en particular concesiones de carreteras y sistemas de agua de ICA, comentó el analista Gonzalo Fernández, del grupo financiero Santander.

Ayer la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) informó que los recursos para el retiro de los trabajadores a septiembre pasado se incrementaron en 19 mil 174 millones de pesos, para llegar a un billón 82 mil 846 millones.

El organismo señaló que el financiamiento de las siefores en infraestructura acumula más de 81 mil millones de pesos, distribuidos como sigue: 33 mil 576.2 millones en financiamientos a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE); 31 mil 194.3 millones, en créditos a constructoras de vivienda; 8 mil 209.7 millones, a infraestructura estatal, y 8 mil 195.2 millones en financiamientos a estados y municipios.

Sin la menor divulgación, el pasado 2 de octubre pasó inadvertida la colocación de una serie de certificados de capital de desarrollo en la Bolsa Mexicana de Valores por parte de ICA, instrumento bursátil ideado exclusivamente para inversionistas institucionales, pero en particular con fondos para el retiro. La colocación se realizó a través de un fideicomiso que tiene una participación de 31.9 por ciento en Red de Carreteras de Occidente, donde además de ICA (13.6 por ciento) participa Goldman Sachs Infrastructure Partners.

De acuerdo con el analista Gonzalo Fernández, los CKD fueron estructurados con el fin de ser adquiridos exclusivamente por inversionistas institucionales en el mercado mexicano que cumplan con los requisitos para ello, particularmente administradores de fondos para el retiro. Como resultado, el fideicomiso emisor se convierte en accionista de RCO (Red de Carreteras de Occidente), con los nuevos inversionistas como sus beneficiarios.