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Exige Martín Esparza reconocimiento a la dirigencia del SME

Multitudinaria defensa sindical de Luz y Fuerza

Advierten electricistas que no permitirán se afecte su contrato colectivo

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Martín Esparza Flores, poco antes de ingresar a Los Pinos para entregar sus demandasFoto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Viernes 9 de octubre de 2009, p. 3

El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) realizó ayer una de las mayores movilizaciones en su larga trayectoria de lucha. Fue una marcha que llegó a Los Pinos, donde su líder Martín Esparza y los integrantes del comité central expusieron ante Luis Felipe Bravo Mena, secretario particular del presidente Felipe Calderón Hinojosa, su determinación de defender a Luz y Fuerza del Centro (LFC) como una empresa estatal y exigieron el reconocimiento de su dirigencia gremial.

Con el respaldo de un contingente calculado por ellos en 45 mil sindicalizados, activos y jubilados, los líderes advirtieron que no permitirán se afecte una sola cláusula de su contrato colectivo de trabajo, y anunciaron que el próximo lunes acudirán a las oficinas centrales de la compañía para exigir el descongelamiento de las cuotas sindicales retenidas por órdenes del director de la paraestatal, Jorge Gutiérrez Vera.

... Estaremos comité central y comisiones de trabajo en el octavo piso de Luz y Fuerza del Centro, pues hemos dejado claro aquí, en esta mesa (en Los Pinos), que de aquí al lunes queremos una respuesta favorable al sindicato en las demandas que hemos hecho’, señaló Esparza Flores.

En esta gran marcha que partió del Ángel de la Independencia, donde los contingentes ocuparon ambos sentidos del Paseo de la Reforma y sus anchas aceras, el SME recibió el respaldo de personajes de los ámbitos sindical y político.

Así, ayer caminaron a su lado desde doña Rosario Ibarra hasta una comisión de mujeres de San Salvador Atenco, quienes voz en cuello y blandiendo sus machetes exclamaron: Nosotros nunca vamos a olvidar la solidaridad que hemos recibido de este digno sindicato.

A su vez, los trabajadores hicieron gala de ingenio en sus consignas y pancartas. En ambas expresiones se dirigían sobre todo al secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, a quien varios contingentes personalizaron con varios monigotes de cartón a los cuales prendieron fuego al final de la marcha. Le demandaron a gritos sacar las manos del SME y hasta llegaron a decirle, entre muchas otras consignas: Si López Mateos viviera, en tu madre te pusiera.

Y aunque otras autoridades del gobierno federal no se escaparon de la ironía de los electricistas, diversos carteles llevaban dedicatoria especial contra las cadenas de televisión privadas: Televisa y TvAzteca, no le mientan al pueblo, mejor sigan en lo suyo: el futbol y las telenovelas. La queja contra el linchamiento mediático de que ha sido objeto el SME fue uno de los reclamos centrales de los propios líderes durante el mitin realizado en las inmediaciones de la casa presidencial.

A esta movilización se sumaron líderes de varias organizaciones sindicales y agrupaciones civiles, así como legisladores entre los que se encontraban los diputados Jaime Cárdenas, Laura Itzel Castillo, Óscar González y Gerardo Fernández Noroña.

Contra los peores vaticinios, ayer por la tarde no hubo un solo incidente grave que lamentar. Durante la marcha los organizadores alertaron a sus compañeros sobre la presencia de algunos encapuchados quienes, portando camisas con el logotipo de Luz y Fuerza, intentaron grafitear y dañar monumentos de Paseo de la Reforma. Para ubicarlos y marcar un claro deslinde con tales intenciones, los encargados de vigilancia en el contingente actuaron de inmediato.

Al mismo tiempo, el Gobierno del Distrito Federal desplegó a lo largo de la ruta un operativo de seguridad y policiaco con 3 mil 240 uniformados y 170 vehículos. La parada obrera fue vigilada desde el aire por helicópteros capitalinos y federales. Desde muy temprano, las avenidas que confluyen a Los Pinos fueron bloqueadas por altas vallas metálicas y tres cercos de elementos del orden.

Mucho antes de la hora convocada para iniciar la caminata, la glorieta del Ángel de la Independencia estaba atiborrada de trabajadores. En el ala norte siguieron colocándose las secciones sindicales y cuando por fin echaron a andar, aquello se convirtió en un río humano, cuyas dimensiones pueden medirse en el hecho de que cuando la descubierta alcanzó la calzada Chivatito, miles no cruzaban aún la fuente de la Diana.

Aunque la movilización fue básicamente realizada por los electricistas, se les sumaron contingentes de otros gremios, como mineros, telefonistas, trabajadores de la UNAM, de la UAM, de Bachilleres, de la industria nuclear, tranviarios, maestros y campesinos.

Al salir de Los Pinos, donde permanecieron una hora, los dirigentes del SME tomaron el micrófono para comunicar el resultado de la audiencia. Aunque no comentaron sobre las respuestas que les habría dado el secretario particular del presidente Calderón, Luis Felipe Bravo Mena, sí hablaron largo de sus exigencias a la Presidencia de la República.

Otras demandas entregadas por escrito en ese encuentro, mencionaron Esparza Flores y Humberto Montes de Oca, secretario del Interior del SME, se refieren a que no aceptarán ningún despido ni que el secretario Lozano Alarcón interfiera en la autonomía sindical, que se suspendan los proyectos de concesión de la red de fibra óptica a empresarios privados amigos del Presidente, que Luz y Fuerza del Centro termine con el subejercicio presupuestal, y se suspenda la campaña de desprestigio contra los electricistas y su sindicato.

Al dejar en claro que a los integrantes del SME nadie nos ha regalado nada y que todas las conquistas laborales han sido a partir de su lucha de 95 años de vida sindical, plantearon que su combate también será contra las llamadas cuentas especiales de usuarios de energía eléctrica, en las cuales se encuentran –aseguraron– miles de grandes empresas comerciales e industrias que simplemente no pagan la luz.

Martín Esparza dejó claro –y lo secundaron sus compañeros con consignas– que el de ayer es apenas un primer paso en su lucha por la autonomía. Somos un sindicato que tiene presencia, que sabe discutir, que tiene proyecto para esta empresa de aquí a 2012, para que se resuelvan sus problemas técnicos, operativos, financieros y administrativos. ¡Para que jamás se vuelvan a atrever a querer privatizar Luz y Fuerza del Centro!