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El festival incluye teatro, exposiciones, talleres y conferencias para todo público

Retomando el vuelo invita a explorar el potencial de las personas con y sin discapacidad
Foto
Escena de DesafíosFoto Cortesía de Mónica Gónzalez
 
Periódico La Jornada
Miércoles 7 de octubre de 2009, p. a11

Retomando el vuelo es el título de un festival que busca demostrar a las personas sin discapacidad aparente que es posible mirar siendo ciego, escuchar aunque se padezca sordera, caminar aun con problemas en las piernas, que el tacto es un sendero infinito para descubrir habilidades y explorar y disfrutar el mundo. Es un encuentro con los otros que pretende combatir la peor de las discapacidades: la afectiva.

Inspirado en una de sus piezas consentidas, Genio retomando el vuelo, de Auguste Rodin, el Museo Soumaya de Plaza Loreto organizó el primer Festival de Arte y Discapacidad, que ofrece un amplio programa de actividades, a partir de las cuales se invita a las personas con y sin discapacidad a romper prejuicios y descubrir sus potencialidades por medio del contacto directo con el quehacer artístico.

Danza contemporánea

Las jornadas abrieron con danza contemporánea. Alrededor de 15 miembros de DanceAbility Internacional México, entre músicos y bailarines, pusieron a bailar sillas de ruedas y muletas, primero extensiones de sus cuerpos y después parte de la escenografía del montaje Desafíos, creado por Lourdes Arroyo, con música original de Carlos Abraham, compuesta ex profeso para la coreografía.

Ejecutantes con y sin discapacidad, pero todos con la misma entrega, hicieron gala de energía, fuerza, precisión, buen manejo del tiempo y el espacio, ritmo y armonía.

El foro abierto de la plaza fue invadido por sonidos guturales que guiaban los movimientos de los ejecutantes. Después fue un poco de jazz, percusiones, sonidos que se fusionaron con saltos, giros, movimientos impulsados por una gran fuerza interior en abierto desafío a las dificultades físicas.

Luego del torbellino de emociones arribó la calma: en una especie de adagio, Lourdes Arroyo bailó con un joven; ella, amorosamente, lo guiaba, lo abrazaba, lo elevó en sus brazos y lo condujo a demostrarse a sí mismo sus cualidades y capacidades para repetir los movimientos.

Para la coreógrafa, Desafíos, creada a partir de la metodología danceability, es energía en movimiento, juegos de colores a distintas velocidades, centrífugas de acción; habla de adversidades, de encuentros y desencuentros, que se acompasan al ritmo de las guitarras, los tambores, la armónica, el sax y los teclados. Es una exploración del movimiento en una silla de ruedas, de pie, en el piso, con muletas, hasta integrarse en una sola comunidad.

“Significa tener la oportunidad de plasmar en escena varias de las vivencias y experiencias cotidianas a las que nos enfrentamos todos los seres humanos con nuestras características y capacidades al formar parte de un grupo, de una sociedad.

Se trata de una coreografía creada a partir de las características e intereses de cada integrante, tanto en el movimiento como en la música. Y con ello lo que se propone es el disfrute de la gente por lo que es, lo que hace y lo que comparte con el otro, sin tener que ser diferente; lo que es, es lo que lo hace interesante, precisó.

Danceability, desarrollada por Alito Alessi –presente en la función de Plaza Loreto– y Karen Nelson, en 1987, es una técnica única de la danza, abierta a todo tipo de personas, que se aplica en 18 países. Es aprender a establecer contacto con los demás, a dar y recibir, a comunicar y explorar la riqueza interior, comentó Lourdes Arroyo, también pedagoga, quien impartió un taller sobre esa metodología, como parte del encuentro.

En relación con las artes escénicas, este festival tiene programada la función del grupo Teatro para Ciegos Carlos Ancira, con la obra La casa de los deseos, de Alejandra Sofía, dirigida por Pablo Montero.

Experiencia multisensorial

Laura González, encargada del programa permanente Arte y Discapacidad del museo, explicó que Teatro para Ciegos es una experiencia multisensorial; apela al oído, olfato, tacto y ubicación en el espacio. Con cupo limitado a 60 personas, pueden asistir tanto ciegos (se permite llevar perros guía, previo aviso), débiles visuales y gente con vista normal, a la que se les vendarán los ojos para una mejor percepción de la experiencia.

La obra, que se presentará el 16 de octubre a las 19 horas, es un melodrama que acerca al público a la vida de los payasos, acróbatas y actores de un circo atrás del escenario, descubre las aventuras y desventuras de esos personajes. La metáfora es ver más allá, expresó Laura González.

Teatro para Ciegos busca, además, estimular la imaginación para el disfrute.

Prácticamente todas las actividades se complementan con talleres y conferencias, en este caso se desarrollará el taller Ciegos por un día, el sábado 17 a las 12 horas.

Según los organizadores, el festival parte de un concepto incluyente, para adentrar a las personas en general en un mundo que promete enseñarles a descubrir esas potencialidades que por sentirse seres completos desconocen, así como las capacidades extraordinarias que se pueden tener a partir de una discapacidad.

Lo fundamental, explicó Laura González, es aprender a establecer vínculos con otras personas a partir de las afinidades, no de las diferencias.

En este festival, que concluirá el 18 de octubre, también participa el grupo La Pirinola, que mediante actividades integrales e integradoras busca sensibilizar a las personas especiales y a sus familias hacia las artes, la expresividad, el aprendizaje y el gozo que éste conlleva.

Durante este encuentro impartirá talleres de video y presentó cortometrajes, como El grito y el pintor loco, realizado por personas con discapacidad intelectual.

En la explanada de la plaza ese grupo montó la exposición Cuerpos pintados, obra plástica realizada por personas con discapacidad intelectual sobre su cuerpo.

Entre otras actividades, destacan los talleres seña y verbo, para sordos y oyentes, así como las visitas táctiles y con intérpretes de lengua de señas, los domingos, a las 11 y a las 12 horas, respectivamente, durante el encuentro, y después, también los domingos, previa cita. La entrada a todas las actividades es gratuita.

Mayores informes en el teléfono 5616-3731, extensión 309 o en [email protected] y www.museosoumaya.org