Opinión
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¿La Fiesta en Paz?

Una presentación mágica

E

ntre otras particularidades, las presentaciones de libros tienen una en verdad interesante: ser reflejo fiel de la personalidad del autor, que en ese acto público y aunque no se lo proponga, inevitablemente muestra más de sí mismo de lo que consiguió plasmar en el libro.

Afortunadamente pocos escritores se enteran de esto, pues de otro modo la mayoría se abstendría de presentar en público al chiquitico de sus carnes, como decía la gitana refiriéndose a su hijo. Y eso acaban siendo los libros, anhelados o fastidiosos hijos de quien se atreve a parirlos tras engorroso embarazo.

El jueves pasado, en la cantina La Cigarrera, de Ernesto Pugibet 21, a un costado de la iglesia del Buen Tono, donde durante años y con unos llenos que ya no verá la Plaza México, el cura Javier González inundó de inteligente elocuencia su misa dominical, con un criterio más amplio que el del Vaticano y sus obsesiones por la obediencia, fue presentado un libro suculento: El Mercado de San Juan.

Sabrosamente escrito por quien ahora firmó como El Bardo de la Ina, influido quizá por la temática gastronómica abordada, pero que en el diario La Prensa firma su desalmada columna como El Bardo de La Taurina, y editado por el entusiasta Francisco Javier Fernández Soto, la obra literalmente irradia olores, sabores y colores a lo largo de más de 100 páginas profusamente ilustradas con grabados, fotografías y carteles de época, reproducciones de los maestros José Reyes Meza, Antonio Navarrete y Diego Rivera, magníficas fotografías a color de Jorge Matchain y un diseño gráfico tan alucinante como el famoso mercado, uno de los más sofisticados del mundo.

Foto
En el mercado de San JuanFoto Cristina Rodríguez

Pero lo que se coció y saboreó aparte fue la dichosa presentación de la obra en la citada cantina, escenario siempre riesgoso si no se posee un etilismo rayano en el estilismo. A las breves y sustanciosas palabras del editor y del autor –lo bueno si es breve, doblemente bueno– siguió un banquete musical a cargo de la bella cantante Magia, acompañada por el estupendo trío Los Grillos.

Ante una asistencia tan nutrida como las que provocaba el padre Javier, Magia desplegó con calidez y sentimiento una parte de su amplio repertorio, en incluyó dos composiciones de su amigo Marcial Alejandro: El fandango aquí y La Potranca, solicitando entonces un aplauso para Clarisa, la bella viuda de Marcial allí presente. La sonora ovación se escuchó más allá del local y hasta más lejos del cielo, pues el arte no conoce distancias.

Dividido en 20 capítulos que dan cuenta de tradiciones, productos, recetas, personajes y recuerdos, El mercado de San Juan es una oportunísima aparición de obligada lectura en estos tiempos de claudicaciones y agringamiento desbocado.

¡Enhorabuena por esa sensibilidad que reivindica nuestra mejor diversidad e inagotable sensualidad!