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Séptimo encuentro nacional que se realiza en Oaxtepec, Morelos

En época de crisis hay que conquistar el placer, señalan en congreso de sexología
Enviada
Periódico La Jornada
Viernes 25 de septiembre de 2009, p. 3

Oaxtepec, Mor., 24 de septiembre. Con el lema Para conquistar tu derecho al placer se inauguró ayer el séptimo Congreso Nacional de Educación Sexual y Sexología, el cual reúne a alrededor de 200 especialistas que abordan la sexualidad desde diversas vertientes, entre ellas la ciencia, la medicina, la educación, el erotismo, la literatura, el periodismo, el arte, el activismo, la diversidad, las nuevas tecnologías, las minorías y el placer.

El encuentro, que concluye el próximo domingo 27, es organizado por la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología (Femess). En 10 salones y un auditorio de la Unidad de Congresos y Convenciones del Centro Vacacional del Instituto Mexicano del Seguro Social de Oaxtepec se habla de sexo, sexualidades y sexologías, por lo que, mientras en un salón se platica de antropología sexual o de disfunción eréctil, en otro se habla de lo placentero que pueden llegar a ser las prácticas sadomasoquistas.

En el acto inaugural de este congreso, Luis Perelman Javnozon, presidente de la Femess, señaló que la conquista del derecho al placer no necesita grandes presupuestos, por lo que en épocas de crisis económica y social las personas se pueden aventurar a esta conquista para vivir mejor.

No podemos estar realmente integrados y vivos sin ejercer el derecho al placer sexual. Debemos quitarnos el miedo de acercarnos al erotismo y a la sexualidad; quitarnos las cargas y hablar de estos temas. No creerse un maestro por contar un chiste o haber tenido una relación coital, sino entender lo complejo y plural que es el tema y lo importante que es que fluya para tener una vida más integrada y mejor.

A este congreso se inscribieron alrededor de 400 personas de diferentes estados del país, relacionadas con el mundo de la sexualidad desde muy diversos ángulos, como académicos, artistas, médicos, activistas de la diversidad sexual o simplemente personas interesadas en aprender más sobre el tema.

Una vez finalizada la ceremonia inaugural, los participantes empezaron a recorrer los salones donde se desarrollan talleres, conferencias, mesas de trabajo, exposiciones y manifestaciones artísticas.

En su primer día, este congreso desplegó su abanico de diversidad temática. En el salón Tabachines, por ejemplo, se llevó a cabo un taller de danza afroantillana y erotismo, mientras en el salón Tulipán el editor Ricardo Velmor presentó su revista Anal Magazine, de corte erótico artístico para la comunidad gay.

La conferencia magistral corrió a cargo del antropólogo y activista gay Xabier Lizárraga Chuchaga, quien abogó por estudiar las sexualidades y no la sexualidad, debido a la diversidad y complejidad que implica el objeto del estudio, el cual es, a su vez, multidisciplinario, dinámico, subjetivo e ilimitado. Por lo que hay que resignarse a que su estudio siempre será una sucesión de puntos suspensivos.

Lizárraga añadió que antes de analizar las sexualidades en los otros es importante reconocer que las sexualidades están entre nosotros, no sólo como una presencia, sino como algo inevitable.

Pero tal vez una de las mesas más llamativas por su ruptura con estereotipos fue la que abordó los temas de la sexualidad por Internet y las relaciones sadomasoquistas.

La periodista Irene Moreno señaló que Internet trajo consigo una nueva forma de relacionarnos, que si bien tiene algunos riesgos, como no saber a ciencia cierta quién está del otro lado del chat, también abre una ventana al mundo en las relaciones amorosas y sexuales.

Por su parte, el investigador Carlos Guevara Rojas habló acerca de las relaciones BDSM (bondad, disciplina, sado y masoquismo) y planteó este tipo de encuentros sexuales como parte de un juego creativo y placentero. Explicó que lejos de lo que socialmente se cree, esta modalidad sexual no es violenta, porque tiene reglas claras, sanas y consensuadas previamente. Sólo cuando este intercambio erótico del poder es violento es denunciable; si no, es una forma más de mejorar la relación de pareja.