Pachuca, Hgo., 30 de agosto. Para pagar la lista de útiles escolares de sus dos hijos, Arturo Téllez acudió a una casa de empeño donde le prestaron una suma reducida por un televisor, un crucifijo de oro que le heredó su padre y una sierra eléctrica con la que trabajaba.

Del monto del préstamo le descontaron por adelantado 20 por ciento por almacenaje de las prendas, seguro contra robo y renta del inmueble donde se ubica la casa de empeño Lana Veloz. Si no recupera sus bienes en cuatro meses o vencido el plazo no paga un refrendo de 30 por ciento del préstamo, los perderá.

El carpintero debió recurrir al empeño porque los paquetes de útiles que regala el gobierno estatal no sirven; son distintos a los que requiere la Secretaría de Educación Pública, y aparte hay que comprar los zapatos.

Como él, miles de personas acuden a las casas de empeño, que se multiplican en medio de la crisis. Sólo Prendamex –cuya propiedad se atribuye a los hermanos Bribiesca Sahagún– tiene 33 sucursales en Hidalgo, 10 en la capital. En el país suman 600 sucursales, que atienden a unos 183 mil clientes por día.

El propio gobierno de Hidalgo, por conducto del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), opera 14 casas de empeño en Tulancingo, Tula de Allende, Tepeji del Río, Huejutla, Tizayuca e Ixmiquilpan, además de Pachuca y otras ciudades. Estos establecimientos se suman a los que manejan la Fundación Social Montepío, ML Negocios, Depofin, Boja y Towi.

Según Antonio Salim Saldívar, dirigente de El Barzón en Hidalgo, los pequeños y medianos negocios de este giro proliferan como misceláneas. Nada las detiene. Ya casi hay una en cada esquina y las presidencias municipales expiden más y más permisos de manera indiscriminada, opinó.

A El Barzón, dijo, acuden cada vez más deudores de casas de empeño abusivas, cuyos contratos fueron hechos de manera tramposa para dificultar o imposibilitar el pago de los préstamos con el cobro de intereses muy altos y quedarse con las prendas.

Calculó que 45 por ciento de los casi 7 mil 300 deudores que atiende El Barzón en Hidalgo acuden a casas de empeño para pagar a bancos y tiendas departamentales, pero terminan por pagar más intereses y empobrecerse más.

Empero, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef) no ha registrado hasta la fecha reclamo alguno contra las casas de empeño, pero sí 3 mil 800 contra bancos y tiendas departamentales.