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Presenta la colección editoral Con-juntos, con el que nace el grupo La Gunilla Editores

Coleccionar es rendir profundo reconocimiento a la labor de la humanidad, dice Gonzalo Tassier

Anuncia el también diseñador gráfico que el año próximo abrirá el museo del objeto del objeto

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Pendones publicitarios realizados por Bruno Newman, Gonzalo Tassier, Jorge Cejudo y Vicente EncarnaciónFoto Imágenes cortesía de La Gunilla Editores
 
Periódico La Jornada
Jueves 27 de agosto de 2009, p. 7

Coleccionar es más que un vicio o una manía. También representa la oportunidad de rendir profundo reconocimiento a la labor de la humanidad, al trabajo de los demás.

Al menos ésa es la percepción que defiende Gonzalo Tassier, en su faceta de coleccionista, pues también se distingue por su trabajo en el ámbito del diseño gráfico, en el que goza de reconocimiento internacional, como lo corrobora el hecho de ser, hasta el momento, el único latinoamericano que ha recibido la Medalla Sir Misha Black, que desde hace 30 años se confiere en Inglaterra.

Coleccionar es rescatar el tiempo, nuestro tiempo, el que nos quitaron de niños y las estampitas que nos tiraron a la basura, apunta este profesionista, quien al lado de otros tres colegas, también coleccionistas, e incluso dos de ellos diseñadores gráficos, les tocó inaugurar la colección editorial Con-juntos, con la publicación de sendos libros.

Esta colección marca al mismo tiempo el nacimiento de una nueva editorial en México, La Gunilla Editores, que a su vez representará el brazo derecho de un nuevo museo que abrirá sus puertas el año próximo en la capital de la República: el museo del objeto del objeto.

Tanto este espacio museístico como dicha colección editorial estarán abocados a todo aquello que es coleccionable, con especial atención en lo concerniente a la publicidad, la tipografía, los envases, envolturas y empaques, en síntesis, todo lo relacionado con las artes gráficas.

Así lo aclara por su parte el comunicador Bruno Newman, quien en entrevista aclara que si bien aún no se determina la fecha de apertura de ese nuevo espacio museístico, éste tendrá como sede una vieja casona en la colonia Roma, la cual actualmente se encuentra en obras de remozamiento y adecuación.

El origen de esa instancia es de tipo privado, al igual que lo será el mantenimiento, detalla, y su objetivo será compartir con los demás el interés y el gusto por el coleccionismo, así como redimensionar los significados de objetos que alguna vez fueron de uso cotidiano

De su acervo inicial, indica que estará integrado por colecciones particulares, aunque la idea es que la dinámica de su funcionamiento sea mediante exposiciones temporales.

La nostalgia y lo entrañable

Presentados este miércoles en la Galería Mexicana de Diseño, los cuatro volúmenes con los que inicia la colección Con-juntos, además de buscar contagiar el placer de coleccionar y atesorar lo bello, representan diferentes puntos de vista acerca de lo común y lo cotidiano, a partir de lo cual surge una antropología del arte objeto.

El objeto insólito... o solito, de Gonzalo Tassier; Una gruesa de colecciones, de Bruno Newman; Encuentro con conocidos, de Jorge Cejudo, y Recorridoconrecordaciones, de Vicente Encarnación, son los títulos de esos materiales.

Cada uno de ellos, a decir de sus autores, representa lo mismo un ejercicio de nostalgia que la recuperación de lo entrañable, una terapia lúdica que un gozoso rescate arqueológico de objetos otrora cotidianos y que ahora yacen en desuso

Así, Jorge Cejudo, comparte una colección de fotografías tomadas por él mismo mediante las cuales pepenó de las calles rótulos de nombres que le son conocidos, y Vicente Encarnación hace lo propio con diferentes imágenes, letreros y objetos fotografiados en un tramo de la avenida Insurgentes.

Bruno Newman, por su parte, ofrece imágenes de una variopinta clase de objetos ya sin uso que ha rescatado del olvido, y Gonzalo Tassier, por último, rinde testimonio de su manía por hacerse de cuanto objeto que considera coleccionable se le ponga enfrente, para tratar de demostrar que “el lenguaje se torna símbolo no del habla, sino de la vista.

Todo lo que uno colecciona tiene que ver con un rescate de la memoria, con la condición de identificarse y reflejarse en los objetos, tanto en lo personal como en lo colectivo, coinciden en señalar los creadores.

Lo que se busca con estos libros, así como con el museo, sostienen, es rescatar, redescubrir, dar una mirada distinta, nueva y fresca a las cosas.