Envío
Lydia Stefánou*
En este año bisiesto, del siglo más bisiesto,
si se puede escuchar una voz distinta a la de la locura
y si no la ahogan los altavoces,
y si no se la tragan los monstruos que dominan toda vida,
y si puede llegar, que se escuche
sólo esto que salvé;
ya que nada más pude, no fue posible salvar;
ni un niño enfermo
ni una ciudad lastimada
ni una alma aturdida.
Diría: flor, si ellas también
no se hubieran vuelto ya carnívoras,
o espectáculo público para olvidar el horror.
Diría: regalo de Dios,
si no las hubieran disuelto en un vaso de agua como analgésicos.
Por eso sólo escribo un punto,
un círculo de O –ómicron u omega–
oh, tú, a quien llamo
Brillo del verano
en una pequeña ladera hasta el mar.
Más allá de las conspiraciones, los crímenes, los raptos,
un punto:
Círculo mágico sobre los guijarros blancos.
El pequeño espacio que se hizo espacio entregado.
El poco tiempo que le consagramos
En el eterno territorio
de la tierra, del mar, del suave hálito del viento
cuando, caricia lenta circular alrededor del centro del verano
alrededor de los cuerpos desnudos y totalmente sagrados
en el amor,
amaneció y cerró el día. |
*Lydia Stefánou nació en Atenas en 1927. Estudio Derrecho en la Universidad de Atenas e hizo su aparición en las letras griegas con poemas de corte tradicional en la revista Pulso, en mayo de 1944, y en La Espiga, en 1950. Es autora de cinco libros de poesía y libro El problema del método de estudio de la poesía, 1972. Ha traducido poemas de Dylan Thomas, C. M. Bowra y Apollinaire. Colaboró con las revistas La Espiga, Nueva Época, etcétera. El poema que presentamos, cuyo título original está en francés, “Envoi”, pertenece al libro Seis episodios del círculo de los monstruos, 1971, en La poesía griega. Antología y gramatología, de Aléxandros Argyríou, t. v. Ediciones Sokolis.
Versión de Francisco Torres Córdova |