Deportes
Ver día anteriorSábado 8 de agosto de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El Nido de Pájaro ha estado sin competencias desde la final de los JO

A un año de Pekín 2008, China enfrenta síndrome posolímpico

Las instalaciones deportivas no son proyectos rentables, dice especialista

Foto
El Nido de Pájaro de la ciudad de Pekín no pierde su majestuosidad, aunque hoy es un enorme desiertoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de agosto de 2009, p. a14

Pekín, 7 de agosto. Si bien el Cubo de Agua, mítico por los ocho oros del nadador estadunidense Michael Phelps en Pekín 2008, se reconvirtió en cierto modo en piscina pública, el emblemático estadio olímpico conocido como Nido de Pájaro es como un enorme desierto en el que no hay competiciones.

Para China, las instalaciones debían servir ante todo para albergar un momento capital para su prestigio mundial que iba más allá del tema económico, analiza Seth Grossman, director ejecutivo de una agencia de comunicación para el este del país asiático.

Según el especialista, los estadios, gimnasios y velódromos, algunos completamente nuevos, deberían sobre todo reflejar el prestigio del Estado, según la concepción china.

Explica que aunque esas instalaciones olímpicas no fueran concebidas como proyectos rentables a largo plazo, su valor inmobiliario no es en absoluto despreciable, por lo que surgieron las especulaciones sobre su futuro.

El estadio olímpico, que entró en la historia con la denominación de Nido de Pájaro debido a su peculiar arquitectura, hoy puede ser visitado por el público.

Este sábado, exactamente un año después de la inauguración de la justa veraniega, el inmueble, con capacidad para más de 90 mil personas, albergará una competición deportiva por primera vez desde el final de los juegos, el 24 de agosto de 2008: la Supercopa de futbol de Italia, que enfrenta al Inter de Milán con la Lazio de Roma.

Las autoridades de Pekín desean dar al Nido un tratamiento de lujo, reservándolo para competiciones de prestigio o conciertos de música de primer orden. El balompié local está fuera del programa.

El gran problema es el tamaño. Con menos de 80 mil espectadores el estadio parecerá vacío, dice Greg Paull, responsable de R3, una empresa consultora basada en la capital china.

Por su parte, el Cubo de Agua también recibe visitantes constantemente y abrió una piscina de entrenamiento al público para aquellos que deseen pagar un poco más, aunque los torneos organizados se cuentan con los dedos de una mano.

Algunos piensan que Pekín pretende conservar una imagen inmaculada de estas construcciones que recuerdan a los chinos su rencuentro con el prestigio internacional.

El inconveniente (para las autoridades chinas) es lograr que las instalaciones olímpicas conserven la imagen de éxito de los juegos, juzga Paul Renner, presidente de Helios Partners China, una consultora de marketing deportivo.

Algunos lugares sí han conseguido pasar con éxito la era posolímpica, al menos en cierta medida.

El Palacio polideportivo de Wukesong ha centrado la estrategia de la NBA para implantarse en el gigante asiático. En octubre, la liga estadunidense de basquetbol organizó un partido de pretemporada entre Nuggets de Denver Nuggets y Pacers de Indiana. También están previstos algunos conciertos de música.

Asimismo, el estadio de los Trabajadores, completamente renovado para los juegos en el verano pasado, fue sede de muchos partidos amistosos de futbol, con equipos ingleses dando cátedra.

El Nido rencontrará un día, también el sabor de la competición, estiman los observadores. Como primer estadio del país albergará seguramente a los próximos Liu Xiang (campeón mundial chino en 110 vallas) del mundo en los meses o años por venir, afirma, Grossman.

Pekín hace frente al síndrome post-olímpico que muchas sedes han vivido, con Atenas como peor ejemplo.

Usualmente las ciudades en que el deporte está encarnado en la cultura popular han sobrevivido mejor al asunto, subraya Paull y da como ejemplos a Sydney, Atlanta y Los Ángeles.

Según Renner, el Comité Olímpico Internacional (COI) debería prestar más atención a este problema. Es algo en lo que tendría que pensar en el futuro, antes de atribuir los juegos a una ciudad, apuntó.

Mientras tanto, a un año de los JO de 2008, el Nido sigue sin pájaros.