British American Tobacco (BAT), el segundo grupo más grande de la industria tabacalera del mundo, pidió a las autoridades mexicanas que el impuesto sobre su producto sea incrementado de manera gradual para así no impactar en la economía del consumidor y, como consecuencia, no afectar la sustentabilidad de la industria, así como la recaudación del Estado y la salud del consumidor porque, expuso, el aumento en el precio del cigarrillo dispara el consumo del producto ilícito.

En conferencia de prensa el director general de BAT en México, Andrea Martini, explicó que la industria tabacalera es la que más paga el impuesto especial sobre producción y servicios después del sector petrolero. El año pasado erogó 22 mil millones de pesos en impuestos totales, lo que significa un impacto de 61.3 por ciento sobre el precio del cigarrillo, es decir, de cada 20 cigarrillos, 13 son para pagar impuestos y los siete restantes son para la operación de la empresa y sus utilidades.

Sin embargo, aseguró Martini, una de las recomendaciones del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco es aumentar los impuestos a este producto. Por lo que, señaló, si bien BAT no está en desacuerdo en que se incremente el impuesto al tabaco, éste debería aplicarse de manera paulatina para poder mantener la sustentabilidad de la industria y no afectar la salud de los consumidores.

Por nuestra experiencia en más de 180 países sabemos que la subida del impuesto provoca el crecimiento del cigarrillo ilícito, bien sea por contrabando o por falsificación. Por ello estamos dispuestos a seguir conversando con los gobiernos y los legisladores, y que nos consideren aliados en la lucha por evitar la expansión del cigarrillo ilícito.

El director de British American Tobacco, cuyas principales marcas comerciales son Pall Mall, Montana, Camel, Lucky Strike y Kent, argumentó que esta expansión se puede observan en países como Brasil, donde 30 por ciento del mercado del cigarrillo es ilícito, o en algunas regiones de Canadá, donde esta cifra se disparó hasta alcanzar el 50 por ciento.

Actualmente este porcentaje en México es de 2.5 por ciento del mercado total, lo que se traduce en mil millones de cigarrillos en un mercado de 45 mil millones. Consideró por ello que la posición del gobierno debería ser evitar que las cifras del cigarrillo ilegal se disparen, y que la industria del tabaco esté en manos de empresas responsables, que transparentan los ingredientes de su producto.

Reconoció que en los tres últimos años ha caído 2 por ciento anual el volumen de consumo en el mercado mexicano, es decir, de un consumo promedio de ocho cigarrillos diarios, se ha pasado a seis. No obstante, comentó Martini, esta baja no ha sido drástica, y lo que se observa es que el fumador ha comenzado a comprar cigarrillos más baratos.