Sociedad y Justicia
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El enfrentamiento deja un saldo de un muerto, 20 lesionados y nueve vehículos destruidos

Chocan mineros napistas y disidentes por control de empresa de Peñoles en Fresnillo

Responsabiliza el sindicato a la compañía de contratar porros para cometer la agresión

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Al menos nueve vehículos fueron destrozados por los participantes en la batalla campal entre mineros de diferentes secciones, que se acusan mutuamente de ser los iniciadores de la confrontaciónFoto Alfredo Valadez
Corresponsal y reportera
Periódico La Jornada
Jueves 11 de junio de 2009, p. 51

Con palos, bates, tubos y piedras, mineros pertenecientes a la sección 62 del Sindicato de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (STMMSRM), con sede en Fresnillo, Zacatecas, sostuvieron una batalla campal contra presuntos seguidores de Napoleón Gómez Urrutia, con un saldo de un muerto, al menos 20 lesionados y nueve vehículos destruidos.

Alrededor de las 6:15 horas, unos 180 trabajadores de las secciones 271 de Lázaro Cárdenas, Michoacán; 102 de Sombrerete, Zacatecas, y 120 de Santiago Papasquiaro, Durango, afines a Gómez Urrutia, llegaron hasta el acceso principal de la Compañía Minera Fresnillo, perteneciente a Grupo Peñoles, y tomaron las instalaciones para declarar un paro general de labores.

La intención de los napistas sería tomar por tiempo indefinido la mina, en una aparente venganza contra los miembros de la sección 62, que se han mostrado en rebeldía contra Gómez Urrutia y hoy exigen autonomía sindical, apoyando al removido secretario de asuntos políticos Carlos Pavón.

David Navarro Rodríguez, líder de la sección 62 pertene- ciente a Fresnillo (y brazo derecho de Carlos Pavón, ex secre- tario de asuntos políticos del SNTMMSRM), convocó a sus simpatizantes al lugar, quienes alrededor de las 7:25 horas ya sumaban unos 200 y arremetieron violentamente contra los napistas, a quienes desalojaron.

Superados en número, los leales a Gómez Urrutia comenzaron a dispersarse en todas direcciones, algunos corrieron a resguardarse en los socavones, otros hacia las faldas del cerro Proaño y la mayoría hacia el centro de la ciudad, ubicada a 60 kilómetros de la capital del estado. En un radio de más de 500 metros quedaron esparcidos piedras, palos y manchas de sangre.

Los dos autobuses en que se trasladaron los mineros napistas de Lázaro Cárdenas fueron apedreados y terminaron con los cristales rotos. Otros tres vehículos quedaron destrozados por los seguidores de Carlos Pavón, quienes los volcaron. Otras cuatro camionetas, procedentes de Durango y Sombrerete, fueron quemadas.

Resultaron lesionados de gravedad Alejandro Vega Martínez, Noé Maldonado Ortega, Felipe Carrillo Hernández, quienes fueron internados en el hospital del Seguro Social, igual que Juventino Flores Salas, quien falleció más tarde.

Otros heridos fueron trasladados por sus compañeros a hospitales privados de esta ciudad; los que sólo tuvieron descalabros fueron atendidos en el mismo lugar por paramédicos de la Cruz Roja y de Protección Civil.

Una hora después llegó Antonio Caldera Martínez, encargado de la Secretaría de Seguridad Pública, al mando de unos 300 policías estatales y municipales, quienes se desplegaron para evitar nuevos enfrentamientos, circulaba la versión de que los napistas se reagruparían y se vengarían de la agresión sufrida.

Después de la batalla, los seguidores de David Navarro, dirigente de la sección 62, detectaron al supuesto napista Abel Hurtado, El Pazguato, y su hijo, a quienes persiguieron durante casi dos kilómetros, hasta que éstos se refugiaron en un domicilio.

Aunque llegaron decenas de policías, éstos no pudieron impedir que la turba abriera a patadas la vivienda, momento en que Francisco Martínez Gallo, subprocurador de Justicia en el estado, se abalanzó para cubrir a Hurtado y su hijo y evitar así su linchamiento.

Resguardados por 15 patrullas y decenas de policías ministeriales y de seguridad pública, los dos mineros fueron sacados. ¡Ya se salvaron esta vez, los íbamos a quemar!, les gritó uno de sus opositores.

En la ciudad de México, el sindicato que encabeza Gómez Urrutia señaló que el enfrentamiento fue provocado por porros, terroristas y gángsters apoyados y solapados por la empresa Minera Peñoles para incentivar la división entre los trabajadores.

Sergio Beltrán Reyes, secretario del Interior, Exterior y de actas del gremio, dijo que este miércoles, a las siete de la mañana, llegó a esta mina gente pagada por dicha empresa, la cual atacó a trabajadores de la sección sindical con la pretensión de imponerle a la base trabajadora que se ponga en contra de comité ejecutivo que dirige Gómez Urrutia.

Sostuvo que los atacantes, fueron reclutados entre los terceristas –trabajadores no sindicalizados–, quienes agredieron a pedradas a los trabajadores de base que se dirigían a su trabajo, y cuando éstos respondieron aparecieron armas de alto poder en manos de los agresores, quienes portaban fusiles AK-47 y pistolas de grueso calibre, de uso exclusivo de las fuerzas armadas, y comenzaron a disparar contra los trabajadores sindicalizados, dándose el saldo provisional de 10 heridos.

Beltrán Reyes apuntó que el sindicato responsabiliza a los empresarios Alberto Bailleres, accionista principal, y Jaime Lomelí, director de minas, de la tragedia que pueda ocurrir en esta mina, porque se está alentando la violencia y la lucha entre los trabajadores. Aseguró que Carlos Pavón, quien hasta hace unos meses era secretario de asun- tos políticos del sindicato y ahora encabeza una disidencia al interior del gremio, tuvo que ver con los hechos de ayer.

También informó que ya fueron removidos de sus cargos el secretario general de la sección 102 de Francisco I. Madero, Zacatecas, y 11 funcionarios más; asimismo, serán destituidos los dirigentes de todas las secciones, cuyos funcionarios, ignorando la determinación de los trabajadores de base, apoyen las acciones antisindicales del traidor Pavón Campos.

Llamó a los mineros de la sección 62 de Fresnillo, Zacatecas, para que no se dejen confundir y los que están desorientados retornen a la verdadera lucha sindical. Adelantó que por lo pronto, en apoyo a estos trabajadores, “de diversas secciones se movilizan varios contingentes en camiones hacia Fresnillo… pues de Lázaro Cárdenas, Michoacán, Durango, estado de Hidalgo, entre otros, ya están en camino hacia la población zacatecana”.