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Responsabilizan las autoridades de Jamrud a insurgentes talibanes asentados en la zona

Mueren al menos 50 personas en ataque explosivo en una mezquita de Pakistán

Policías, la mayoría de las víctimas fatales durante el viernes de oración; más de 70, los heridos

Confirma jefe militar de EU que agentes de fuerzas paquistaníes filtran información a rebeldes

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Paquistaníes cargan a una víctima fatal del atentado con explosivos en la mezquita de Jamrud, ubicada en la zona tribal de KhyberFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 28 de marzo de 2009, p. 27

Jamrud, 27 de marzo. La explosión de una bomba en el interior de una mezquita de esta localidad del norte de Pakistán causó hoy la muerte de por lo menos 50 personas –policías en su mayoría–, en el mayor atentado cometido este año en este país centroasiático, afectado por la guerra que Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) libran en el vecino Afganistán contra la resistencia talibán y Al Qaeda.

El ataque fue visto aquí como un acto de guerra contra el ejército paquistaní, que en los últimos días montó una operación para garantizar el suministro de pertrechos militares a la Fuerza Internacional de Apoyo a la Seguridad en Afganistán (ISAF, por sus siglas en inglés), de la OTAN, que obligó a un repliegue de comandos talibanes que habían hostigado a uniformados gubernamentales en el área para tratar de impedir el paso de los convoyes.

Ninguna organización de la resistencia contra Estados Unidos se atribuyó la acción, pero las autoridades en esta zona próxima a la frontera con Afganistán, que es además ruta obligada entre las capitales Islamabad y Kabul, responsabilizaron de inmediato a las organizaciones islamitas que se han asentado en la región, especialmente a los insurgentes talibanes.

La localidad de Jamrud se encuentra en la zona tribal de Khyber, uno de los puntos de la geografía paquistaní donde se han establecido refugios para los comandos de la resistencia afgana desde que Estados Unidos invadió y depuso al régimen talibán. En este lugar se encuentran también células de la red Al Qaeda, de Osama Bin Laden.

El templo musulmán de dos pisos, que se desplomó completamente, se encuentra próximo a una estación policial a la que habían llegado amenazas de que sería atacada en represalia por el apoyo de las fuerzas gubernamentales a las fuerzas de la ISAF.

Los viernes, dedicado por los creyentes musulmanes a la oración, acudían agentes de la policía a esta mezquita, que además se ubica a la orilla de una carretera que utilizan los vehículos de la OTAN para llegar a Afganistán.

Sobrevivientes del atentado dijeron que la detonación de los explosivos fue hecha por un individuo que se metió hasta el centro de la mezquita. El estallido ocurrió justo en el momento en que unas 300 personas comenzaban sus oraciones, según informó Tariq Hayat Khan, jefe político de la región de Khyber.

Televisoras locales difundieron imágenes de personas que trataban de sacar de los escombros a sobrevivientes y los cadáveres de personas que murieron en el momento de la deflagración.

El último reporte de muertos este viernes fue de 50, pero es posible que la cifra aumente después de retirar los materiales destrozados. Khan informó que más de 70 personas resultaron heridas.

La explosión se registró unas horas antes de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, diera a conocer en Washington su estrategia de guerra contra la insurgencia en Afganistán y los bastiones de Al Qaeda en Pakistán, que incluye una perspectiva regional en la que este último país está directamente involucrado.

Estados Unidos afirma que el gobierno paquistaní no tiene control sobre regiones tribales como Khyber, que bordean la frontera con Afganistán, e inclusive el Departamento de Defensa estadunidense publicó este año un informe en el que consideró a Pakistán como un Estado fallido.

El jefe del estado mayor conjunto estadunidense, Michael Mullen, confirmó hoy la sospecha de otros altos jefes militares y diplomáticos de su país en el sentido de que agentes de las fuerzas gubernamentales paquistaníes –particularmente los vinculados con los servicios de inteligencia– filtran información a los grupos armados musulmanes que se oponen a Estados Unidos, que desde la invasión de Afganistán en 2001 ha llevado 38 mil soldados allí y tiene proyectado enviar 21 mil efectivos más este año, con lo que la ISAF dispondrá de un total de alrededor de 60 mil uniformados.

A las organizaciones islamitas se les atribuye una oleada de atentados que han causado más de mil 600 muertos en diversas localidades de Pakistán, desde que el ejército de este país asaltó en julio de 2007 la Mezquita Roja, utilizada como base de los islamitas fundamentalistas en Islamabad.

Otro atentado que causó alrededor de medio centenar de muertos fue perpetrado por los islamitas en una fábrica de armamento cerca de Islamabad, el 21 de agosto del año pasado.

Cuatro meses después, el 28 de diciembre, 41 policías murieron en un puesto policial en Buner, también en el norte del país.

El 2 de marzo de 2008, una bomba estalló durante una reunión de jefes tribales en la región de Darra Adam Khel, donde murieron 43 personas.

Antes, el 21 de diciembre de 2007, unas 50 personas fallecieron en otro atentado contra una mezquita de la zona noroeste, seis días antes del asesinato de la ex primera ministra Benazir Bhutto, quien se encontraba en plena campaña electoral.