Opinión
Ver día anteriorJueves 26 de marzo de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Salón Palacio

Marchas pro cannábicas en EU en favor de Michael Phelps

L

a doble moral y la hipocresía de la sociedad estadunidense se mostraron una vez más a principios de este año a raíz de la publicación de una fotografía en la que el nadador Michael Phelps, ganador de 14 medallas olímpicas, aparece consumiendo mariguana en una fiesta privada. En consecuencia el deportista fue obligado a ofrecer una disculpa pública, y dos de sus principales patrocinadores (Kellogs y Subway) le retiraron su apoyo.

Las principales asociaciones pro cannabis en Estados Unidos han pedido a sus simpatizantes se sumen a un boicot contra dichas empresas por medio de una página electrónica en Facebook, signada ya por cuatro mil miembros, en la que se argumenta lo siguiente: Más de 100 millones de estadunidenses han admitido haber consumido mariguana. Son nuestros padres, nuestras familias y nuestro presidente. Queremos que no sean tratados como criminales.

Lo anterior fue resaltado en una nota publicada en el número de marzo de la revista española Cáñamo (la más importante publicación de habla hispana especializada en la cultura del cannabis), en la que el escritor Jordi Cebrián opina: Si alguna lección pueden haber aprendido los seguidores de Phelps es que su fortaleza deportiva no anda al parejo con su dignidad y que prefiere quedar como alguien con tan poca fuerza de voluntad como para aspirar con fuerza de una pipa de mariguana por error y debilidad.

Mientras, el debate por la despenalización de la mota sigue avanzando en todo el mundo. Ya no hay vuelta atrás.

Respeto a la identidad totonaca

A diferencia de otros cuestionados y polémicos festivales artísticos que se han realizado e incluso suspendido en torno a las zonas arqueológicas del país, la llamada Cumbre Tajín (Festival de la identidad) celebró la semana pasada su 10 aniversario y presume de ser un modelo orgánico, incluyente y consolidado, pues ha sustentado su trabajo en la premisa de la salvaguarda del patrimonio cultural, así como una permanente intercomunicación con las comunidades locales, especialmente apostando por fortalecer la identidad de la cultura totonaca.

Así, por ejemplo, en su programa incluyó encuentros de artesanos, el Internacional de Voladores o el de médicos tradicionales y sanadores, entre otras muchas actividades que involucraron directamente a las tradiciones y habitantes de Papantla y otros poblados colindantes con el parque Takiihsukut y la zona arqueológica de El Tajín.

Desde luego, no faltaron los artistas de vanguardia, como el irredento Fito Páez. Debe reconcerse la sensibilidad del director del festival, Salomón Bazbaz (cuyos orígenes de promotor cultural se hallan en la cultura alternativa y la contracultura), para lograr el justo balance entre tradición y contemporaneidad.

Una empresa en defensa de Elena Garro

La semana pasada se presentó el libro Una empresa llamada Garro, que reúne tres obras de teatro escritas por Marcela Magdaleno, Josie Soria Bortz, Jesús Garro y Raquel Steinman, todos ellos fieles defensores de la obra de la polémica escritora Elena Garro, fallecida el 22 de agosto de 1998 a la edad de 81 años.

Las tres piezas dramáticas tienen como principal objetivo denunciar el abuso de confianza que cometió la autora de la biografía de Garro, la investigadora Patricia Rosas Lopategui (en alguno de los textos del libro llamado Ratricia Robatodotegui), quien supuestamente despojó, mediante engaños, a Elena de importantes documentos y obras inéditas, que han sido vendidas a cifras estratosféricas.

Cada una de estas propuestas dramáticas refleja con ironía, coraje e imaginación ese mundo siempre enigmático y surrealista que permeó la vida de la primera esposa del poeta Octavio Paz.

Eloy Tarcisio, nuevo director de La Esmeralda

Con beneplácito recibió la comunidad plástica el nombramiento del maestro Eloy Tarcisio como director de la Escuela de Pintura y Escultura La Esmeralda. Felicidades y suerte.

Los chidos mueren pronto

Ya es lugar común, pero también Marcial Alejandro se murió joven. Habría que preguntarse si todo lo que vivió en esas interminables madrugadas, esa carcajada feliz, iluminada, no valen por lo menos 50 años más de los que tenía el cantautor al partir.