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Entre los ciudadanos existe miedo por adquirir una, asegura la dependencia

La venta de armas en el país registra baja sensible, pese a la ola de violencia: Sedena
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Instalaciones de la comercializadora de armasFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Lunes 23 de marzo de 2009, p. 11

El incremento de la violencia en el país no se ha traducido en un aumento en el registro de armas de fuego en los años recientes, y en lo que va de 2009 la adquisición legal de armas para protección personal sufrió una baja sensible, afirma el director de Comercialización de Armamento y Municiones de la Dirección General de Industria Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Raúl Manzano Vélez.

Añade que de 2006 a la fecha se han vendido 7 mil 700 armas cortas y largas a particulares, de las cuales 20 por ciento son para protección personal y el resto para cazadores y deportistas.

En entrevista con La Jornada, Manzano Vélez explica que éste es el único punto de venta de armas en el país. Desde el ciudadano común que busca una pistola para su protección o para actividades de caza o deportivas, hasta las corporaciones policiacas de los tres niveles de gobierno que requieren armamento de grueso calibre tienen que acudir a este sitio para adquirirlos.

Explica que debido a la situación actual, las corporaciones de todo el país están en un proceso de modernización de su armamento, aunque aclara que éste es vigilado y supervisado por la Sedena, la cual evalúa el entrenamiento y capacitación de los uniformados, así como el uso específico que tendrán las armas.

Hay un estricto control, tanto en el proceso de adquisición como en la cantidad de armas, porque cada corporación manifiesta el número de elementos operativos y no puede adquirir más que el número de efectivos.

Además, se tiene en cuenta si las armas se destinarán a grupos antisecuestros, de intervención, de control de motines, porque cada uno usa una específica.

El militar señala que por razones de seguridad no es conveniente dar cifras ni precisar el tipo de armamento que están adquiriendo las policías de todo el país; pero queda claro que, a partir de la participación creciente del Ejército en funciones de seguridad pública, cuando éste lleva a cabo la revisión del armamento de determinadas policías municipales, cuenta con la base de datos del que se ha vendido a cada agrupación, así puede verificar el tipo de armas que compró la dependencia, para qué uso e incluso revisar si fueron usadas en hechos delictivos. Esto es posible gracias a la centralización en la venta de armamento.

Manzano Vélez precisa que a partir de 1995 la Sedena asumió la importación, exportación y enajenación de armas, como una necesidad imperiosa de controlar de manera más estricta el flujo de armas legales a México.

Añade que en lo que va del sexenio, el incremento en la venta de armas fue, si acaso, de uno por ciento; las pistolas más vendidas son las de mayor calibre (380). De 2006 a 2007 la adquisición de éstas tuvo un incremento de 28 por ciento; de 2007 a 2008 mantuvo una tendencia similar, pero en el primer trimestre de 2009 ocurrió una baja significativa de manera global.

Lo atribuye a la crisis económica y al aumento del dólar con respecto al peso, que incrementó los precios de 35 a 40 por ciento.

En el mercado negro, las armas cuestan entre 50 y 60 por ciento menos.

Afirma que pese a la sensación generalizada de inseguridad que hay en el país, entre la ciudadanía hay miedo por adquirir un arma, porque en México no hay lugares en donde el ciudadano común aprenda el manejo, almacenamiento, medidas de seguridad y limpieza, como ocurre en otros países.

A pregunta expresa de si es conveniente la adquisición de armas para protección personal, responde que antes que nada, el ciudadano debe informarse, preguntar en la propia comercializadora, acudir a un club cinegético o deportivo para observar directamente el uso, y si después de esto decide adquirir una, que lo haga legalmente.