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División en el Partido Laborista; sector pide aliarse con la derecha

Da el presidente israelí a Netanyahu plazo de dos semanas para formar gobierno
 
Periódico La Jornada
Sábado 21 de marzo de 2009, p. 29

Jerusalén, 20 de marzo. El primer ministro israelí designado, el derechista Benjamin Netanyahu, logró hoy que el presidente Shimon Peres le otorgara un plazo de dos semanas más para formar gobierno, dijo un asesor, lo que le permitirá mayores esfuerzos para integrar una coalición lo más amplia posible y tratar de suavizar un gabinete emergente de línea dura.

Peres encargó al Partido Likud, de Netanyahu, formar un gobierno luego de las elecciones del 10 de febrero, con un plazo de 28 días en que debía acercarse a potenciales miembros de una coalición.

Sin embargo, hasta ahora no ha logrado formar una coalición ya que sólo tiene el apoyo de seis partidos de signo nacionalista conservador, ultraderechista, ultrarreligioso y de los colonos judíos.

El nuevo plazo para dicha tarea es el 3 de abril, y en ese sentido el primer ministro designado se propone convencer a los laboristas a unirse a su coalición.

Pero el congreso laborista está muy dividido, pues hay sectores que rechazan unirse a un gobierno de derecha que puede bloquear la posibilidad de reactivar el proceso de paz, como dijo la ministra saliente de Educación Yuli Tamir.

Un asesor de Netanyahu dijo que aunque el líder del Likud estaba acercándose a facciones derechistas para formar alianza que le darían el control de 61 bancas en el Parlamento de 120 asientos, pidió más tiempo a Peres porque quiere construir una coalición tan amplia como sea posible.

Peres accedió al pedido en conversaciones con Netanyahu.

El saliente ministro de Defensa Ehud Barak, líder de laborismo y ex jefe del ejército, dijo que pedirá a su partido un mandato para unirse al gobierno de Netanyahu. Se prevé una votación para la próxima semana sobre la moción.

Unirse a la coalición de Netanyahu podría rescatar al Partido Laborista de la oscuridad política tras su fracaso en los recientes comicios, según algunos medios. El laborismo, que alguna vez fue dominante en Israel, quedó en cuarto lugar en la elección de febrero, y sólo consiguió 13 escaños.

El Likud ganó 27 escaños y el partido de centro Kadima, de la saliente ministra de Relaciones Exteriores Tzipi Livni, recogió 28 curules, mientras que el ultraderechista Yisrael Beitenu obtuvo 15.

En contraposición, Livni ha rechazado hasta el momento una coalición con Likud ante la negativa de Netanyahu de comprometerse en un acuerdo sobre dos estados con los palestinos.