Economía
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La mayoría es atraída por las más baratas, que van de 50 mil a cien mil pesos

El desempleo eleva la asistencia a la feria de las franquicias en la ciudad de México

El sector aporta a la economía 6% del PIB; para un puesto de fruta se requieren hasta $140 mil

 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de marzo de 2009, p. 29

La falta de empleos o la precariedad de los que existen multiplica la presencia de profesionistas, recién egresados, estudiantes, jubilados, cesados y hasta amas de casa en la Feria de las Franquicias (FIF), no obstante el pago de 180 pesos por persona y 250 más por cada conferencia.

Los organizadores confían en alcanzar una afluencia de 33 mil personas, similar a la que lograron en la edición del año pasado. Cifra 77 por ciento superior a los 18 mil asistentes que tuvo la Feria del Empleo de la Ciudad de México en marzo de 2008, una de las más grandes que se organizan en el país para la población sin trabajo.

A ver qué encontramos... o más bien, a ver para qué nos alcanza, es comentario frecuente entre quienes, alentados por los eslogans que prometen un negocio rentable y rápida recuperación de la inversión aspiran a dejar las filas de los asalariados y apostar su reciente liquidación o los ahorros de toda su vida en una marca que los convierta en microempresarios, así sea como vendedores por catálogo de ropa, zapatos y cosméticos o dueños de un puestecito de dulces en un centro comercial.

Indispensable es contar con entre 50 y 100 mil pesos para el supuesto cambio de estatus, y queda en evidencia que la mayoría sólo tiene ese monto cuando se arremolinan ante las franquicias más baratas, aquellas que comercializan dulces regionales, fruta picada, antojitos y frituras con chile y limón, así como chucherías importadas, muy similares a lo que siempre se ha vendido en la calle pero con el aval de una marca registrada.

Cambia la tendencia

Pero las franquicias pueden costar hasta 10 millones de pesos y las más rentables son las farmacias y restaurantes, según los expertos, aunque cada año cambia la tendencia: hace cuatro años fue el boom de las tintorerías y de arreglo de ropa; luego las cafeterías, las estéticas o spas, y ahora debido a que la crisis no permite que la gente pueda comprarse una vivienda nueva, vienen muy fuerte las franquicias para el arreglo y remodelación de casas, comenta Mario Antonio Morales, director de relaciones públicas de la FIF.

El sector no ha dejado de crecer al grado de que aporta 6 por ciento del producto interno bruto (PIB), factura 10.4 billones de dólares al año y genera 600 mil empleos directos y otros 3 millones indirectos, a través de 850 marcas y 73 giros diferentes. Incluyen desde casas de empeño, tintorerías, inmobiliarias, farmacias, servicios de limpieza, mantenimiento o remodelación para el hogar y oficinas o de reparación de ropa, restaurantes, cafeterías, torterías, pizzerías, y escuelas de inglés hasta sexshop’s, agencias de publicidad, de viajes o de trabajo outsourcing, los ya mencionados puestos, kioskos o carritos de productos naturales, joyería de fantasía, dulces regionales y productos de belleza en plazas comerciales.

Aunque salen llenos de bolsas, volantes y folletos promocionales, pocos son los asistentes de la FIF que se convierten en nuevos franquiciatarios, como se les llama a quienes adquieren una marca. Emplearse es muy difícil, más por la edad, pero abrir un negocio también. Tengo que pensar mucho si invierto aquí mi liquidación, que no fue tan buena, dice Raúl Pasquel, un ingeniero civil de 54 años y 33 de experiencia laboral, desempleado desde hace dos semanas.

La mayoría de los asistentes sólo busca información y aunque sean potenciales inversionistas, como los consideran los expositores, no todos salen convencidos de emprender un negocio y el principal obstáculo es el dinero que se requiere para hacerlo: para un puesto de fruta con chile se piden 140 mil pesos y muchas de las franquicias de la feria ponen sus precios en dólares, aunque algunas ofrecen un tipo de cambio de 12.50 y 13 pesos si se firma ahí mismo la carta compromiso.

Mario Antonio Morales refiere que el promedio de negocios que se concretan es de 2.5 por cada empresa participante y este año se inscribieron 250, es decir que, si la crisis lo permite, podrían abrirse 625 negocios nuevos.

Confiado en que la crisis no golpeará tanto al sector se muestra Carlos Roberts, presidente de la Asociación Mexicana de Franquicias (AMF): “Nosotros seguimos firmando contratos y abriendo nuevas unidades, aunque hemos hecho un ‘ajuste’ en la tasa de retorno de la inversión. Será por eso que el sector franquicias se comporta inmune ante tal escenario o es que la palabra crisis se refiere a un estado de ánimo, más que a una condición económica”, planteó en la entrega del Premio Nacional de la Franquicia la noche del jueves, donde, por cierto, el negocio galardonado por abrir más sucursales en 2008 fue una casa de empeño (89), en el segmento de 2 a 3 millones de pesos.

La Secretaría de Economía (SE) considera las franquicias como una opción para el desarrollo de empleo y nuevos negocios: Si alguien piensa abrir una empresa y no tiene idea de por dónde empezar y tiene unos ahorritos... sería recomendable la franquicia, dijo Heriberto Félix Guerra, subsecretario para la Pequeña y Mediana Empresa de la Secretaría de Economía (SE), durante la inauguración de la edición 32 de la FIF, donde 250 empresas o marcas se promocionaron del jueves al sábado.

La dependencia cuenta incluso con un Programa Nacional de Franquicias, que este año tiene un presupuesto de 350 millones de pesos para otorgar financimiento a negocios consolidados y nuevos que tengan un valor de entre 200 y 350 mil pesos, con créditos de 50 a 70 por ciento del valor de la franquicia, pagaderos a 36 meses.