¿Qué pasó con la vida cotidiana de las familias acomodadas cuando el porfiriato se extinguió? Rafael Tovar y de Teresa (DF, 1954) se anima a narrar, desde su memoria, tomando a veces los relatos escuchados de sus mayores, esa parte de la historia.

Su novela Paraíso es tu memoria (Alfaguara) aparece así como una suerte de eslabón perdido, entre tanta novela de la Revolución, explica en entrevista con La Jornada. Eso sí, aclara, sin buscar la reivindicación de una época tan satanizada.

Rafael Tovar puntualiza que no pretende definir el porfiriato como el paraíso al que hace alusión el título de su relato. “Los personajes entrañables de mi infancia, que sí pertenecieron a ese mundo, son para mí ese paraíso perdido; son ellos los que me permitieron contar una historia que a lo mejor a alguien le puede interesar y otra persona puede rechazar. Yo la abordo desde una óptica bastante distante.

“Hablo de cómo era la forma de vida de los grupos privilegiados en la época de porfirismo, cómo viven en Europa cuando viene el exilio, cómo regresan a México y cómo sobreviven algunos, o cómo algunos no. Ése es el telón de fondo en el que viven dos personajes, Justo y Consuelo, desadaptados a su época, unidos por sus afinidades, sus neurosis, sus mañas y excentricidades, sin resentimientos.

Por otra parte está Santiago, unido a su tío Justo por la música, y una historia de amor que culmina hasta esta época. Se ven las transformaciones de un país a través de una familia con tales características. Recorro casi todo el siglo XX, aunque la historia se concentra entre 1910 y los años 60.

El humor como desapego

Tovar y de Teresa aborda el relato con humor, que para mí es perspectiva y distancia, humor es desapego. Los datos históricos que uso para ciertos momentos, no muchos, son estrictos; los otros corresponden a mi memoria mezclada con imaginación.

El autor reconoce que no pensó en el lector a la hora de escribir su primera novela. Sería una pretensión, por un lado, y por el otro, algo que me hubiera inhibido. Por eso gocé mucho la escritura, fue un deseo muy egoísta de contar una historia que traía dentro.

Agrega que al comparar Paraíso es tu memoria con todos los discursos oficiales que redactó durante sus años de funcionario público, esto último era como tener un chaleco salvavidas o, en algunos casos, una camisa de fuerza; ahora puedo decir lo que quiera, como quiera, y es únicamente mi responsabilidad; no estoy involucrando a nadie más, soy voz de mí mismo y hablo, por ejemplo, de una de mis obsesiones, la música, de historia, de ciudades donde he vivido, de Nahui Ollin, cuya vida también es un trayecto del siglo XX.

El ex presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) reitera que fue discreto al elaborar su novela. “Nunca quise decir que estaba escribiendo algo porque hubiera chocado con mi trabajo, busqué siempre ser ajeno al mundo de la creatividad, sobre todo cuando estaba al frente del CNCA y tratar de llevarme bien con todos, porque no pertenecía a un grupo o a otro; traté de no beneficiar más a una disciplina o a otra, siempre estar en el fiel de la balanza.

Si hubiera salido entonces con que publicaba mi novela, se me hubiera fastidiado todo ese esquema de trabajo. Me parecía que estando en un puesto público era poco ético y serio publicar, sobre todo frente a la dificultad que existe para hacerlo para muchos escritores buenísimos. Pero ahorita, ya como chino libre, aquí está mi obra.