Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 3 de agosto de 2008 Num: 700

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

La ciudad y las patrullas
RICARDO GUZMÁN WOLFFER

Dos poemas
MANOLIS ANAGNOSTAKIS

Juan Vicente Melo, crítico de música
RAÚL OLVERA MIJARES

Brasil: el rugido del jaguar
GABRIEL COCIMANO

El Chacal de Nahueltoro sigue vigente
FABIÁN MUÑOZ entrevista con MIGUEL LITTIN

La antimodernidad de Barbey d'Aurevilly
ANDREAS KURZ

Retrato de Finnegan
JAMES JOYCE

Leer

Columnas:
Mujeres Insumisas
ANGÉLICA ABELLEYRA

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
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Jorge Moch
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La propaganda ilícita (II Y ÚLTIMA)

¿Cuántos millones de pesos –¡diarios!– se van a la barriga sin fondo de las televisoras en aras de embellecer la imagen caricaturesca e irrecuperable de funcionarios e instituciones?, ¿quién entre los involucrados cree realmente que esos anuncios resultan en mayor aceptación pública y credibilidad de individuos y organismos que en los hechos parecen empeñados en emporcarse más, y más, y más hasta nunca colmar nuestra ya callosa capacidad de asombro y náusea? Dudo que lo crean todos esos funcionarios invariablemente dueños de largas colas que se les puedan pisar. Menos todavía los dueños y ejecutivos de las emisoras que frotan palmas ante jugosos cheques del erario que deberían gastarse en aulas, equipo médico, becas, bibliotecas, desayunos escolares, pupitres, pizarrones, campañas de control de la natalidad, de educación sexual, de atenuación del fanatismo y la intolerancia, estímulos a la investigación científica; en multiplicar salas de conciertos o estaciones de bomberos; en construir por primera vez en esta nación una red de carreteras con materiales de primera a precios de segunda, en rehabilitar la red ferroviaria; en sanear Pemex y no seguir cobijando negocios mal escondidos de encumbrados funcionarios… en el utópico, irrestricto combate a la corrupción. Já.

Allí los anuncios de la Secretaría de Salud, llenándose la trompa de estadísticas de cobertura cuando hay niños que por cientos se nos mueren a diario en todo el territorio nacional, muertes que podríamos prevenir. Allí los anuncios que se jactan de que México es país sede de una conferencia mundial sobre el sida, mientras padecemos un Instituto Mexicano del Seguro Social asediado por gobiernos derechistas que insisten en despojarlo de su esencia defensora de los más desposeídos porque, afiebrados en su frenesí monetarista, todo lo que huele a defensoría social lo tachan de populismo, clasistas de mierda aunque no lo admitan, hipócritas. Cuantimás cuando uno de los primordiales instrumentos de la seguridad social y la protección elemental de la salud para los más necesitados terminó en las pezuñas de un ejemplar de recalcitrantes derechas como Juan Molinar Horcasitas, de quien nunca se ha sabido que le importen un pito los pobres ni sus enfermedades. Múltiple paradoja, pues, un México que da cobijo a conferencistas sobre el sida cuando en el imss , en repetidos y mal ocultos casos bajo la batuta de la tontería y el fanatismo, los medicamentos para quienes padecen esa pandemia terrible y socialmente lacerante en este país llenecito de prejuicios son negados, y en no pocas ocasiones de mal modo, con segregación y mala leche de por medio, a miembros de la comunidad homosexual.

¿Quién va a poner el alto a los politicastros y funcionarillos de ésos que es tan difícil despegar de las ubres de cualquier presupuesto público en cualquier nivel de gobierno? ¿Cómo evitar que estos señores se emperren en querernos convencer de que no son lo que son, de que son lo que no son? Allí tantos, tantos, tantísimos tristemente históricos presidentuchos municipales o casi siempre gobernadores: pequeños, neronianos señoritos feudales que mucho prometen y poco o nada cumplen (recuerdo con amargura el decepcionante paso de Miguel Alemán por Veracruz): gobernadores que invariablemente pasan al colectivo imaginario de la historia como capos de la mafia, o sea que además toda la faramalla televisiva es de una inutilidad vergonzante. Allí cualquiera de los presidentes que hemos tenido en México desde que la televisión existe en este país hasta el día de hoy con ese borroso hombrecillo de derechas que arrebató el poder a la democracia, lejos, muy lejos de la impoluta pureza que tanto adornó su discurso en campaña. Allí, hoy, también, como enuncia Julio Hernández López en su Astillero, Enrique Peña Nieto, Fidel Herrera, Humberto Moreira, Eduardo Bours, Natividad González Parás “y todo aquel que tenga recursos públicos estatales para organizarse campañas de vanidad luego canjeables por bonos de campañas electorales”.

Jueces y parte, adictos a loas por más reformas, cambios estructurales y teatralizaciones presuntamente autocríticas en que se impostan y se reinventan como mártires y héroes de un guiñol de humorismo involuntario (y patetismo lamentable), los gobiernos los componen hombrecitos a los que fascina el elogio, simulación y maquillaje convertidos en copiosa “información” que la tele deposita, tal que se vacía una vaca aquejada de diarrea, todos los días en nuestras casas. Provechito.