Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 13 de abril de 2008 Num: 684

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Christopher Something
MARCO ANTONIO CAMPOS

Viaje
PANOS K. THASITÍS

Un mundo hermenéutico
ADRIANA CORTÉS COLOFÓN Entrevista con ANGELINA MUÑIZ HUBERMANN

Saint John Neumann
AGUSTÍN ESCOBAR LEDESMA

Carlos Pellicer, cantor perdurable
GUILLERMO LANDA

La “ciencia” contra el cambio climático
LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO

Leer

Columnas:
Mujeres Insumisas
ANGÉLICA ABELLEYRA

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

Cabezalcubo
JORGE MOCH


Directorio
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Naief Yehya
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Cinco años de guerra en Irak

UNA NACIÓN DE REFUGIADOS

El 17 de marzo de 2008 el Wall Street Journal publicó “After Five Years of War, A Nation of Refugees.” Gena Chon informaba a los lectores de ese diario que el catorce por ciento de la población iraquí ha sido desplazada internamente o a los países vecinos, debido a la invasión estadunidense y el posterior caos devastador que desató esa acción militar. Si el número de muertes diarias ha bajado es en gran medida debido a la separación o la “limpieza étnica” que ha tenido lugar en un país que hasta ahora había vivido con gran tolerancia de su diversidad. Es cierto que Hussein privilegió a los sunitas y reprimió a los kurdos y a los chiítas, entre otros, en determinado momento de la historia. No obstante, nada era más común que los matrimonios interétnicos y, en la mayoría de las ciudades, personas de diversas religiones convivían normalmente. Todo eso cambió tras la destrucción de la mezquita Al-Aksari en Samarra, uno de los sitios más sagrados para el islam chiíta. Los responsables del ataque se identificaron a sí mismos como Al Qaeda en Mesopotamia, pero es claro que más que ser el mismo grupo que atacó las Torres Gemelas, se trataba de sunitas extremistas locales que, inspirados por el grupo de Bin Laden, se asimilaron a la “marca” Al Qaeda. La oleada de represalias que desató la destrucción de ese templo se tradujo en miles de muertos y en un doloroso cisma aparentemente irreversible. Se estima que alrededor de un millón de iraquíes fueron desplazados por las políticas de Hussein. Hoy, más de cuatro millones de iraquíes han huido de la brutal invasión y guerra fratricida que desató la acción militar estadunidense. Este es un demencial desastre humanitario de enormes proporciones, en el que, de manera similar a lo que ocurre en Afganistán, la gran mayoría de la ayuda internacional prometida para reconstrucción, asistencia médica, alimentación, combustible y simplemente para reestablecer los servicios básicos (agua, electricidad, recolección de basura) o bien no ha llegado o se ha gastado en su mayor parte para pagar a empresas occidentales. El Wall Street Journal celebró el quinto aniversario de la guerra con esta información y otro artículo acerca del dilema que tiene el gobierno iraquí de que, a pesar de que el petróleo ha roto todos los récords al alcanzar 110 dólares por barril, no puede gastar sus ingresos debido al caos en que se encuentra hundido.

LA GUERRA DE LOS TRES TRILLONES DE DÓLARES


Bushígula

El Financial Times celebró el primer lustro de la guerra con un artículo respecto del costo de una guerra que, aparte de la segunda guerra mundial, es el conflicto más caro en la historia de Estados Unidos, con un costo de alrededor de 12 mil millones de dólares mensuales. El reportero Stephen Fidler cita al Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz quien, junto con Linda Bilmes, acaba de publicar el libro The Three Trillion Dollar War (La guerra de los tres trillones de dólares). Stiglitz y Bilmes plantean que, aparte de los 4 mil soldados estadunidenses muertos hasta ahora, 60 mil han quedado gravemente heridos o con serios problemas mentales. Los veteranos que pedirán compensación por su incapacidad costarán entre 371 y 630 mil millones de dólares. El equipo militar deberá ser renovado, y a eso debe sumarse la pérdida de capacidad productiva de aquellos muertos y heridos. Finalmente añaden los costos macroeconómicos derivados de los altos precios del petróleo. Al sumar estos costos, los autores de este libro concluyen que su estimación es muy conservadora. Para tener una idea de lo que significan estas cifras, Bilmes señala que el gobierno federal estadunidense ha gastado alrededor de 108 millones de dólares para la investigación del autismo, una enfermedad que afecta a uno de cada 150 niños. Eso es lo que se gasta en cuatro horas y media de guerra en Irak.

TÍTERES INCOMPETENTES

Al tiempo en que los medios estadunidenses repiten sin cesar que la estrategia del surge o el incremento de soldados estadunidenses en Bagdad está funcionando, el candidato republicano a la presidencia y principal porrista de la guerra, John McCain, viajó a Irak, aparentemente para mostrar los enormes progresos logrados por el ejército estadunidense y sus aliados iraquíes. Para su mala fortuna, su viaje coincidió con la torpe estrategia del primer ministro Al Maliki de desarmar a las milicias shiítas del religioso Mokhtada al Sadr. En vez de mostrar su autoridad de manera contundente como querían Bush y McCain, el gobierno títere de Bagdad hizo un espectáculo de su incompetencia y, tras un terrible baño de sangre, las cosas volvieron a su estado anterior