Bazar de Asombros

b) Votantes preparados y disposición a colaborar con el régimen democrático. Venta de votos, controles corporativos, guerras sucias dirigidas por los medios masivos de comunicación, sobre todo los electrónicos; resultados dudosos, inmadurez de la ciudadanía... Estos son algunos de los aciertos y de los vicios de la democracia electoral. Las elecciones pasadas fueron manchadas por la negativa a volver a contar los votos, lo cual produjo una gran falta de credibilidad, un gobierno legal pero no legítimo, y la entrega a las fuerzas armadas como mecanismo de legitimación. El actual gobierno es débil y está sujeto a las presiones de los poderes fácticos que le ayudaron a llegar al poder: los medios de comunicación, los empresarios, el imperio del norte (la nueva legislación electoral ha sido un buen paso para evitar las guerras sucias en los medios y garantizar la ciudanización de las autoridades electorales) y la inercia de una ciudadanía inmadura, conspiraron en contra del débil sistema democrático mexicano que sigue siendo presidencialista.

c) La división de poderes es indispensable para el funcionamiento de la democracia. Nuestra legislación la establece y, con frecuencia, el Congreso y raras veces la Suprema Corte han detenido iniciativas inaceptables provenientes del Ejecutivo.

d) La unión pri-pan para crear una aplanadora parlamentaria que apoya al Ejecutivo y los sueldos de los ministros de la Suprema Corte son algunas de las realidades que limitan a nuestra democracia.

7. La democracia electoral es la base del funcionamiento del sistema, pero no es todo. La democracia debe estar presente en todos los momentos de la vida humana. Marx hablaba de la última etapa de la revolución socialista como la democracia del proletariado. Podemos hablar de una democracia social con las siguientes características:

Igualdad ante la ley.
Justa distribución del ingreso.
Equilibrio entre los factores de la producción.
Evitar las desigualdades que, en México, son abismales.
Apoyar a los sectores medios.
Luchar contra la pobreza extrema.
Estado laico que garantice la libertad de culto.
Libertad de expresión y de prensa.
Educación pública laica y gratuita.
Control de los poderes fácticos. El Estado es el coordinador de la vida económica.
Respecto a las minorías religiosas, culturales, sexuales (sociedades de convivencia, derechos de las mujeres: despenalización del aborto, uso del condón y de los anticonceptivos).

8. Estas prácticas irán formando poco a poco al hombre nuevo, al ciudadano serio y responsable, capaz de ceder algunos de sus derechos por el bien de la colectividad, votante con información y preparación política, vigilante del desarrollo de la vida sociopolítica. En fin, el ciudadano democrático.

Por último, debemos afirmar que la democracia y el capitalismo son incompatibles. La igualdad es el alma de la democracia, la desigualdad es la entraña misma del sistema capitalista.

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