Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 30 de septiembre de 2007 Num: 656

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Marco Antonio Campos: viajero en la poesía
NEFTALÍ CORIA

Voces poéticas de Brasil

El deseo o la traición
de la felicidad

DAVID RABOUIN entrevista con SLAVOJ ZIZEK

Ricardo Salazar, fotógrafo
VÍCTOR NÚÑEZ JAIME

Dos poemas
BERNARD POZIER

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Columnas:
Mujeres Insumisas
ANGÉLICA ABELLEYRA

Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA

Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA

Cinexcusas
LUIS TOVAR

La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA

Cabezalcubo
JORGE MOCH

Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO

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Angélica Abelleyra

Rotmi Enciso: un alma en concordancia con sus deseos

Su color es rosazul y tiene muy bien asumida tanto su naturaleza femenina como masculina. Las disfruta, las disecciona, las devela, las confronta y convierte a ambas en acción lúdica a partir del video, la fotografía, la pantomima, el dibujo y la escritura. Rotmi Enciso ( DF, 1962) es muchas en una. Y esa diversidad, más el mundo subterráneo a que la sociedad mexicana induce al asumirse abiertamente lesbiana, ella los transgrede y transforma en universos visibles y vivibles emparentados con su compromiso creativo y político, llenos de color, algunos silencios y mucha risa.

Nació como Rosa María Mendoza Enciso pero, cero convencional desde siempre, borró de su mapa personal los tres primeros nombres y los intercambió por Rotmi: esa soñadora infantil de imágenes congeladas como fotografías y quien no ha logrado amargarse, ni con la violencia que vivió de niña, ni por vivir como nómada en cines y vecindades. Al contrario, esas condiciones de vida le regalaron una fortaleza que asume con juego y compromiso, no sólo hacia su propio trabajo con la imagen fija y en movimiento, sino también en el activismo feminista y lésbico, fuera de las complacencias que a veces rigen a esos colectivos.

Muros del misterio (1993), Fem, tejiendo la historia (2001), El amor es una locura, gratuita e inevitable (2004), Miradas sin discriminación (2005) y Ellas/Nosotras. Masiosare (2006) son algunos de los videos que ha realizado con su grupo Producciones y Milagros Agrupación Feminista AC. Reflejan las inquietudes y placeres de feministas, lesbianas y otras mujeres discriminadas por ser empleadas del hogar, portadoras de VIH, trabajadoras sexuales o reclusas. En documental o ficción, recoge una memoria vital de esas mujeres que confrontan a la sociedad mexicana, tan llena de rechazos por la diferencia de pensamiento, preferencia sexual y acción política.

Desde pequeñita supo que le gustaban las mujeres, como la Nieves, que le abrió los ojos no sólo a su preferencia, sino a sentirse acompañada por otra alumna que suspiraba por idéntica niña. Ya no era la única en el mundo y eso le otorgó fuerza y confianza, de la misma manera que el amor por su género se afianzó ante la presencia de su madre y dos hermanas que, con ella, eran cuatro almas-saltimbanquis entre barrios populares para huir de la violencia en casa.

Lo primero que hizo fue tomar fotografías. No pensaba vivir de ello, pero cuando le pagaron por retratos de Chavela Vargas y de Nancy Cárdenas, aunó a su habilidad la acción feminista para darle rostro a sus colegas que buscan equidad en todos los ámbitos de la vida. Autodidacta por naturaleza, quiso tener bases teóricas y prácticas del arte y estudió en La Esmeralda, por lo que la pintura y el dibujo son también sus vías de conocimiento, al igual que la pantomima le da espejos para reflejarse en juego y silencio. Ella se ufana del taller que hizo en Harvard con Marcel Marceau, pero, sobre todo, de su atrevimiento al entregarle en plena función en Bellas Artes una carta para solicitarle una beca. Por supuesto, en aquella tarima el mimo ni lo advirtió, pero a Rotmi el impulso le dio más agallas de las que a simple vista demuestra, con todo y su naturaleza a veces tímida, otras chacotera, siempre neta.

Para ella, ser lesbiana es una postura política porque rompe las estructuras que el sistema social le otorga a las mujeres: un contexto de opresión en cuanto a formas de ver y llevar la vida. Por tanto, asume el contradecir al patriarcado imperante y ser vista como amenaza. Eso no le quita el sueño. Se plantó desde niña con los pies en tierra por sentirse diferente, lejos de roles establecidos. Y si bien acepta que en una relación lésbica pueden darse roles tan tradicionales como en una heterosexual, ella lucha a diario para no jugar ni otorgar planos secundarios a su novia, amigas o jefas de trabajo.

“¿Provocadora?” Rotmi sonríe con sus ojos rasgados y asiente. Es lesbiana porque simple y llanamente le da la gana. No ha perdido la espontaneidad y permanece algo ingenua, pero aprendió a estar alerta ante posibles agresiones de quienes no aceptan su apariencia lejana a los maquillajes y las zapatillas. Ahora ríe al acordarse de las pedradas que recibió en la puerta de su casa en República Dominicana porque la consideraban “pájaro” (chavo gay), mientras que en México el rechazo es de miradas condenatorias y gritos de “marimacha”. Ella ni se inmuta y sigue su sendero. Ese camino rosazul.