Portada Presentación Bazar de asombros HUGO GUTIÉRREZ VEGA De islas y ballenas NATALIA NÚÑEZ SILVESTRI La decisión MANOLIS ANAGNOSTAKIS Giordano Bruno y el arte de la memoria MARÍA LUISA MARTÍNEZ PASSARGE Las claves de la obra de Borges en su vida CARLOS ALFIERI entrevista con EDWIN WILLIAMSON Las muchas Fridas GABRIEL SANTANDER El Berlín de Frida ESTHER ANDRADI Leer Columnas: Galería RODOLFO ALONSO Las Rayas de la Cebra VERÓNICA MURGUíA Bemol Sostenido ALONSO ARREOLA Cinexcusas LUIS TOVAR Corporal MANUEL STEPHENS Cabezalcubo JORGE MOCH El Mono de Alambre NOÉ MORALES MUÑOZ Mentiras Transparentes FELIPE GARRIDO Al Vuelo ROGELIO GUEDEA Directorio Núm. anteriores [email protected] | Felipe Garrido Viajes La cola llenaba toda la carretera. En el columpio, al frente, se veían los trailer atravesados, descoyuntados, apoyados uno en el otro como dos bestias muertas. Dale a la derecha dijo Sebas y señaló un camino entre las milpas. Laura venía dormida. Rosa preguntó dónde salía la brecha, pero no lo sabíamos y no le contestamos. Torcimos a la izquierda, cinco veces, en el campo, y volvimos a la carretera. ¿Salimos a Teapa por aquí? Dése vuelta después del tope, al llegar al arco... ¿Cuál arco? preguntó después Laura, despierta con el apuro. Le dijeron mal, tiene que llegar primero a Madero... Eso está del lado de Los Mecos. Hay que regresar... Agarraron el otro. Éste va a los corrales... Laura se bajó en algún lado. No quiso seguir. Sebas aguantó unas semanas más. Rosa no se acuerda bien a dónde íbamos y no cree lo que le digo. Yo me miro en el espejo y trato de acordarme cuándo salimos. De lo que estoy seguro es que no estaba tan viejo. |