Un bello secreto de México
Richard
A. Erickson
Bobo de patas azules en busca de una presa en Bahía Concepción. Esta especie y el bobo de patas cafés anidan en México Foto: Matt Sadowski |
México alberga
una gran variedad de aves marinas. Todas estas aves son miembros
de 14 familias taxonómicas. Ciertas especies en otros grupos,
como las aves playeras (ver Carmona y Arce en este suplemento) también
son pelágicas, es decir, que pasan su vida mar adentro gran
parte del año.
En la Guía
definitiva de aves de México, de Steve Howell y Sophie
Webb, publicada en 1995, los autores reconocen 100 especies de aves
marinas. Una de estas fue el paiño de Guadalupe (Oceanodroma
macrodactyla), considerado extinto en la isla del mismo nombre.
Las causas de esa extinción se pueden ver en el artículo
de Aguirre y Samaniego.
Desde la publicación
de la guía se han encontrado otras cinco especies en México,
principalmente en la costa del Pacífico que es rica en nutrientes
y por lo tanto rica en aves marinas.
La mayoría de
estas especies anidan en otras latitudes y visitan las aguas mexicanas
fuera de su época reproductiva. Pero hay 37 especies que
sí anidan en México.
Existen cuatro patrones
generales de distribución de las familias de aves marinas
en México: mundial, Hemisferio Norte, trópico y Hemisferio
Sur.
Seis familias son cosmopolitas:
paiños, pelícanos, págalos y salteadores, gaviotas
y charranes. Las gaviotas son las que tienen más especies,
21, pero más de la cuarta parte de las aves marinas que anidan
en México son charranes: 10 de 16, más del doble que
muchas especies anidantes de otras familias.
La especie más
importante de éstas es el charrán elegante (Sterna
elegans). Aproximadamente el 95 por ciento de la población
mundial anida en la pequeña isla Rasa, en el Golfo de California,
junto con un porcentaje similar de la gaviota ploma (Larus heermanii).

Paiņo negro. A pesar de su tamaño pequeño y su fragilidad aparente, los paiños son de las aves marinas más comunes mar adentro de las costas mexicanas. El paiño negro (Oceanodroma melania) anida casi exclusivamente en las islas del Golfo de California y en las de la costa de Baja California Foto: Matt Sadowski |
Encontramos el mismo
porcentaje de 955 en las anidaciones de la población del
paiño negro (Oceanodroma melania), principalmente
en las islas San Benito.
Para no quedarse atrás,
el paiño mínimo (Oceanodroma microsoma) sólo
anida en las islas ubicadas en ambos lados de la península
de Baja California, mientras que la gaviota patas amarillas (Larus
livens) sólo anida en las islas del Golfo de California.
Las familias Gavidaee
y Alcidae (álcidos) se restringen al Hemisferio Norte.
Tres especies de Gavidae pasan el invierno en México
y dos más han sido documentadas como muy raras.
Los álcidos son
esencialmente la respuesta del Hemisferio Norte a los pingüinos
australes, aunque los álcidos sí pueden volar. Cabe
señalar que la especie extinta del Atlántico norte,
no lo hacía.
En México, los
álcidos sólo se localizan en el Pacífico, donde
tres especies se reproducen y seis nos visitan desde el Norte.
El mérgulo de
Craveri (Synthiloborapmhus craverii) anida casi exclusivamente
en el Golfo de California y ahora sabemos que también en
el Pacífio.
La especie cercana, el
mérgulo de Xantus (Synthiloboramphus hypoleucus) del
que se habla en el artículo de Zepeda y de la Cueva, anida
casi exclusivamente en las islas del Pacífico mexicano.
Cuatro de las familias
de aves marinas mexicanas son principalmente tropicales: Phaetonidae
(rabijuncos), Sulidae (bobos), Fregatidae (fragatas)
y rayadores.
Junto con el pelícano
pardo (Pelecanus occidentalis), no hay otra especie que se
asocie tanto con las playas mexicanas como la fragata magnífica
(Fregata magnificens); son abordados, respectivamente, en
los artículos de Palacios y Madsen.
Existen poblaciones muy
significativas de la fragata, el rabijunto pico rojo (Phaeton
aethereus) y el bobo de patas azules (Sula nebouxii),
todas anidantes en la costa oeste de México.
Los grandes mares del
sur son el hogar de la familia de aves marinas por excelencia: los
albatros y las pardelas y petreles. Junto con los paiños,
estas aves se conocen como nariz de tubo, debido a las ventanas
tubulares exteriores de la nariz sobre sus picos.
Tienen un sentido del
olfato muy desarrollado que utilizan para encontrar alimento y sitios
de anidación.
Se han encontrado tres
especies de albatros en México. El albatros pata negra (Phoebastria
nigripes), el albatros rabón (Diomedea albatrus)
y el albatros de Laysan (Phoebastria imutabilis) que
empezó a anidar en las islas del Pacífico mexicano
en los años ochenta.
Las 21 especies de petreles
y pardelas es igual al total de gaviotas, convirtiéndolas
en un grupo con muchas especies, pero muy desconocido. De este grupo,
dos especies anidan en México y ambas son endémicas:
la pardela de Revillagigedo (Puffinus auricularis) está
restringida a las islas del mismo nombre, mientras que la pardela
mexicana (Puffinus opisthomelas) anida en el Pacífico
de Baja California, principalmente en isla Natividad.
Sin duda, México
tiene una importante riqueza natural en su abundante y diversa presencia
de aves marinas. Debemos garantizar su existencia y su vitalidad.
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