| Portada Presentación El mono blanco de los Tuxtlas Alvar González Christen, El tucán, prodigio de la naturaleza Andrea León Ocelote, felino sagrado Yan Quirarte y Raúl Kuanenemy Tolomuco, viejo del monte Alvar González Christen El dragón del Nauhcampatépetl Luis Ernesto Alarcón Villegas y Alvar González Christen El mono aullador veracruzano Edith Carrera Sánchez Mariposa monarca, fragilidad y perseverancia Alicia Dorantes Cuéllar Oso hormiguero, brazo fuerte de la naturaleza Daniel Ruz Mariposa 88: la súper agente Martha Y. Castañeda Cuéllar Guacamaya verde: los colores del aire Isaac Michán Pájaro carpintero Amparo Albalat Correo electrónico: [email protected] | | El dragón del Nauhcampatépetl Luis Ernesto Alarcón Villegas y Alvar González Christen Instituto de Investigaciones Biológicas Universidad Veracruzana Correos electrónicos: [email protected] y [email protected] Fotos: Ernesto Alarcón
aunque un día yo llegara a olvidar o lamentar cuanto he hecho, siempre recordaré que una vez vi cómo los dragones volaban en el viento del crepúsculo y me sentiré dichoso. JRR Tolkien Una tarde típica de septiembre en Xico, con niebla y chipi chipi, estaba en la casa de don Lino, viendo las máscaras que elaboraba con madera para los santiagos que danzan en la fiesta en honor de Santa María Magdalena. Platicando de todo y de nada, hablamos de los helechos arborescentes, de los bosques de niebla, de la parte media y alta de la montaña, de cómo se han ido perdiendo y con ellos muchos de sus animalitos. Me habló del dragón verde del Nauhcampatépetl (Cofre de Perote) y de cómo le gusta salir por las mañanas a tomar el sol recostado en las rocas cubiertas de musgo. El dragón verde es pequeño y tiene el color del cuerpo azul jaspeado o verde, su cola es larga y su cuero fuerte. Don Lino me explicó que los dragones son animales muy poderosos y que si te muerden te pueden envenenar, pero que si el primer viernes de marzo les pones un paliacate de color rojo a cuadros sobre la piedra en la se asolean y un dragón azul se sube al pañuelo, tienes una oportunidad para capturarlo. Se debe hacer un movimiento rápido para reunir las cuatro puntas y atrapar al dragón; si lo capturas de esta manera, el dragón te colmará de buena fortuna. Yo, un científico arrogante, pensé equivocadamente que don Lino me estaba narrando un cuento de la región y no lo tomé muy en serio. Años más tarde, un día Ernesto me enseñó una Abronia gramínea, una lagartija de la que prácticamente no se sabe nada pero que se encuentra protegida por las leyes mexicanas en la NOM-Ecol-059-Semarnat-2001, pues es considerada una especie amenazada de desaparición, además de ser una especie rara por su abundancia y distribución. Recordando en ese momento las pláticas con Lino, le pregunté a Ernesto que de dónde habían capturado a ese animal, a lo que respondió diciéndome que la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente había realizado el decomiso de un envío de escorpión de árbol como también se le conoce al dragón verde. El traficante de especies confesó que pensaba vender los dragones que habían sido capturados en los bosques de pino encino y en los bosques de niebla que se extienden por las faldas del volcán Nauhcampatépetl, entre los límites de Puebla y Veracruz. Esta lagartija extiende su distribución por estos bosques hasta la frontera con Oaxaca, aunque la mayor parte de los avistamientos y registros se conocen principalmente en las cercanías del pico de Orizaba y del Cofre de Perote. El dragoncito verde es una pequeña lagartija que tiene una cabeza desproporcionadamente grande respecto a su cuerpo y de forma triangular, ojos grandes y vivos con párpados. Los adultos alcanzan un tamaño de hasta 30 centímetros y la cola se les puede separar cuando son atacados por algún depredador. Tiene cuatro patas con cinco dedos cada una y unas garras poderosas. Los machos se distinguen de las hembras por el color del cuerpo pues los machos son de color azul turquesa, en tanto que las hembras poseen un color verde aguacate ligeramente oscuro. Tanto los machos como las hembras tienen por todo el lomo algunas manchas oscuras lo que le da un aspecto jaspeado además de otras manchas amarillas más pequeñas. La panza y todo la parte ventral son más claras de un color crema. Poco es lo que se conoce de la historia natural y ecología de esta especie. Vive en zonas arboladas húmedas con abundancia de musgos, helechos y de plantas epifitas como son los tenchos (bromelias), las canelitas y otras orquídeas en la fronda de los árboles que es donde suele pasar gran parte del tiempo y, sobre todo, dormitar. Las fuertes garras en sus dedos les permiten asirse con gran facilidad a la corteza del árbol y ascender y descender con gran facilidad, para lo cual se ayuda también con la cola y las escamas del cuerpo. También se les puede encontrar en el suelo, asoleándose o en búsqueda de sus alimentos, principalmente en la época de reproducción. La época de reproducción abarca de la primavera verano hasta el verano otoño; en el cortejo, los machos delimitan su territorio del cual expulsan a cualquier macho que se acerque realizando ciertos bailes y desplantes ritualizados que evitan enfrentamientos más graves, si bien llegan a ocurrir. Las hembras son atraídas por aquellos machos de mayor tamaño y de colores más brillantes pero que además tengan una larga y vistosa cola. Después del apareamiento, la hembra pare una o dos crías vivas, aunque pueden llegar a ser cuatro pequeños dragoncitos por camada. Después del parto, la hembra se olvida de las crías que inician la búsqueda de su propio lugar en la zona. Tienen que alejarse de los machos adultos pues son agredidos y hasta pueden ser devorados. Es totalmente falso que estos pequeños reptiles sean peligrosos o que posean un veneno mortal. Cuando se les trata de capturar, el dragón verde trata de defenderse como cualquier otro animal lo haría y, si tiene la oportunidad, morderá a la persona que lo está molestando. Su mordida es muy dolorosa pues posee una buena dentición con dientes grandes y recurvados, además de una fuerte musculatura mandibular lo que da mayor fuerza a su mordida. Como muchas otras lagartijas, al morder mantiene la boca cerrada por un tiempo largo. Estas lagartijas poseen la lengua bífida y la usan para recoger los olores del medio ambiente. A pesar de la belleza, peculiar forma de vida y lo inofensivo de estos animales, sus poblaciones silvestres cada día son mas pequeñas debida a un conjunto de factores diversos, como son la captura ilegal para su venta como mascotas, el que muchas personas las matan por considerarlos animales peligrosos. Además, la destrucción del ambiente donde viven influye en su declinación, pues primero se saquean los bosques buscando bromelias, orquídeas y helechos arborescentes, posteriormente se extrae la madera útil para luego derribar lo que queda, quemarlo y hacer una milpa o un sembradío de papa o de haba. La conservación de ésta y otras especies únicas en el mundo es una moneda al aire; sin embargo, su futuro dependerá de la forma en que podamos valorar el tesoro que representa coexistir con los últimos dragones del planeta y de otras acciones para la preservación de la naturaleza. Ir al inicio |