| Portada Presentación El mono blanco de los Tuxtlas Alvar González Christen, El tucán, prodigio de la naturaleza Andrea León Ocelote, felino sagrado Yan Quirarte y Raúl Kuanenemy Tolomuco, viejo del monte Alvar González Christen El dragón del Nauhcampatépetl Luis Ernesto Alarcón Villegas y Alvar González Christen El mono aullador veracruzano Edith Carrera Sánchez Mariposa monarca, fragilidad y perseverancia Alicia Dorantes Cuéllar Oso hormiguero, brazo fuerte de la naturaleza Daniel Ruz Mariposa 88: la súper agente Martha Y. Castañeda Cuéllar Guacamaya verde: los colores del aire Isaac Michán Pájaro carpintero Amparo Albalat Correo electrónico: [email protected] | | El tucán, prodigio de la naturaleza Andrea León Universidad Veracruzana Correo electrónico: [email protected] Fotos: Isaac Michán Desde niña tuve contacto con estas maravillosas aves, al tener la oportunidad de vivir al lado de un río en Jalcomulco, Veracruz, un maravilloso pueblo a orillas del río Pescados, zona de muchas bellas especies de flora y fauna, entre ellas los tucanes. En ese tiempo, conocimos mi familia y yo a uno de los cazadores del pueblo, quien llegó un día a vendernos un pollo de tucán. Mi padre, sin saber el crimen que cometía, lo compró y construimos una jaula para el pájaro, el tucán tan sólo tenía unas semanas de nacido, lo habían sacado del nido para sacar unos pesos por su venta. Claudio fue integrado a la familia y lo alimentamos como bebé dándole frutas en el pico. Con tan sólo unos días de nacido, el pájaro no era aún tan hermoso debido a que el plumaje no está definido y el tamaño del pico y patas es desproporcionado al cuerpo. Al mes, Claudio ya gozaba de bellísimo aspecto y vitalidad, y comenzaba sus primeros aleteos; sin embargo, como sucede con muchísimas otras especies --incluyendo al hombre--, en su anhelo de ser, volar y de gozar de la vida, se vio limitado a explorar un espacio que terminaba a unos pocos centímetros de su pico: su jaula. Y pues así vivió nuestro tucán varios años, cantando y brincando de un palito a otro en su jaulita, a veces platicaba con el gato que curiosamente se acercaba a él por las tardes y juntos, uno dentro y otro fuera de la jaula, se asoleaban durante varias horas. Un día llegó de nuevo el señor con otra ave. Éste ya era un adulto; había caído en una red en forma de telaraña que colocan los cazadores entre las ramas de los árboles. Los tucanes, los pericos y otras aves que valen por su belleza se enredan y son capturadas para ser transportadas y vendidas fuera de sus lugares de origen a personas que, como nosotros en algún momento, quieren poseer la belleza de un ave tan magnífica como el tucán. ¿Con qué derecho puede alguien encerrar a un ser vivo en una jaula? ¿Acaso es el reflejo de nuestro aprisionamiento en el sistema social e institucional que vivimos en nuestra civilización? Hay que hacer un esfuerzo conjunto por respetar la libertad de los seres que vuelan, de las aves que amanecen saludando al sol con su canto, que embellecen el paisaje con su colorido plumaje, tenemos que aprender a valorar a las especies que regulan el equilibrio de los ecosistemas, y que son como tú y yo, hijos de la madre Tierra. Cooperemos no cortando las alas a las aves, no talando los árboles de los bosques, no secando los ríos de la Tierra, pues al mutilar el exterior reflejamos la mutilación de nuestro ser. Al encerrar un ave, encerramos la libertad. Y hay que recordar que todo es un espejo. ¿Cómo es? El tucán real, llamado también tucán pico canoa, de nombre científico Ramphastos sulfuratus es el más grande de México, mide de 400 a 500 mm de longitud y pesa en promedio 495 g. Presenta dimorfismo sexual en relación con la longitud del cuerpo y el tamaño del pico: el macho es más grande que la hembra y su pico es ligeramente más corto. Es un ave de plumaje negro con el pecho y mejillas color amarillo brillante y el enorme pico de colores brillantes (verde, azul, rojo y naranja). La rabadilla es blanca y las coberturas inferiores de la cola color escarlata, la piel alrededor de los ojos es verde amarillento y el iris amarillo parduzco. Los juveniles tienen los colores menos vivos y el pico más corto. La forma de su vuelo es dando dos aleteos elaborados y una planeada. Su canto o voz es un monótono y raspado: krrk o grrik, muy parecido al de las ranas. ¿Dónde vive? Se distribuye desde el sur de México hasta el norte de Colombia, no hay en Venezuela. En México se encuentran en Oaxaca, Puebla, Veracruz hacia el sur y oriente. Existen 37 especies en el mundo, en nuestro país hay tres: el tucancillo verde (Aulacorhynchus prasinus), el tucancillo corralejo (Pteroglossus torquatus) y el tucán real (Ramphastos sulfuratus). El tucán pico canoa utiliza bosques secundarios y selvas perturbadas para anidar y forrajear. Son frugívoros en un 80 por ciento; es decir, su alimento predilecto son los frutos, adoran la papaya, el plátano, el mamey y el mango, entre otros frutos y semillas que se encuentran cerca de donde habitan; consumen también insectos, arañas, ranas, lagartijas, culebras pequeñas, huevos, pichones y hasta otras aves. Se alimentan del pericarpio de la fruta y las semillas son defecadas o regurgitadas. Sus nidos se localizan en cavidades de árboles vivos a una altura de 6 a 10 m, se sabe que el nido tiene una apertura de 6 a 7 cm de diámetro y de 7 a 40 cm de profundidad; en muchas ocasiones, utilizan el mismo nido en años consecutivos. La camada consiste en tres o cuatro huevos de color blanco opaco. La época de reproducción en Panamá y Costa Rica es de marzo hasta junio y en México se reportan anidando de marzo a julio. El periodo de incubación es de 15 a 17 días de duración y el de crecimiento de los pichones en el nido es de 45 a 49 días, alcanzan su plumaje adulto a los 13 meses. La especie es monógama y ambos padres se turnan empollando los huevos y alimentando los pichones. Comienzan a reproducirse a los dos o tres años de edad, se mantienen en grupos sociales de unos 15 individuos durante casi todo el año, separándose las parejas durante la época de reproducción. Se conoce poco sobre la supervivencia de los tucanes en estado silvestre. Los depredadores más comunes de estas aves son monos, mamíferos carnívoros, culebras grandes que los capturan en el nido, algunas especies de halcones que los atrapan en los árboles y, por supuesto, el hombre quien los captura para su venta por su valor ornamental. Situación legal El tucán real (Ramphastos sulfuratus) es una de las especies de aves registrada en los listados del apéndice II de CITES, está incluida en la NOM-059-Ecol-2000 del Diario Oficial de la Federación en la categoría de amenazada (A) puesto que se captura con fines de comercio por su gran valor ornamental. Su cotización según (INE- Semarnap-1997) en el mercado nacional es de 500 pesos, y en el mercado internacional de 6 mil dólares. Algunas de las reservas ecológicas que protegen a las poblaciones del tucán: La Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas en Veracruz El Parque Estatal Sierra de Tabasco El Refugio Faunístico Río Celestúm en Yucatán El Campo Experimental San Felipe Bacalar La Reserva de la Biosfera Sian Ka´an en Quintana Roo El Parque Nacional Cañón del Sumidero en Chiapas Sin embargo se ha reportado que en algunas hay una protección inadecuada. Ir al inicio |