Usted está aquí: domingo 18 de diciembre de 2005 Estados Inicia arribo de ballenas grises a costas de BCS

Prevén llegada de 20 mil ejemplares de diciembre a abril

Inicia arribo de ballenas grises a costas de BCS

Espectacular migración de la especie; convive con humanos

RAYMUNDO LEON CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Las ballenas grises pueden verse de cerca en las lagunas de la entidad FOTO Cortes�de Semarnat Foto: Cortes�de Semarnat

La Paz, BCS, 17 de diciembre. Cada invierno las costas de Baja California Sur son escenario de una de las migraciones más impresionantes del mundo: la de la ballena gris, especie que recorre alrededor de 12 mil kilómetros desde el mar de Chukchi, en el Artico, hasta aguas mexicanas para concluir su ciclo reproductivo.

El delegado de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en el estado, Germán Parra, informó que la dependencia espera que este año arriben unos 20 mil ejemplares a los complejos lagunares de la reserva de la biosfera de El Vizcaíno, en el norte del estado, y de Bahía Magdalena, en el sur, lugares donde es común observar a los cetáceos apareándose o cuidando a sus crías.

En entrevista, explicó que las ballenas arriban a las costas a partir de diciembre y hasta principios de abril, cuando se puede observar el mayor número de ejemplares. Poco después emprenden su retorno hacia el norte, y la mayoría parte antes de que empiece mayo.

Las ballenas grises viajan en familias de 15 a 20 ejemplares cada una. Van de Alaska a México, pasan por Canadá y Estados Unidos y terminan su recorrido en Baja California Sur.

La ballena gris es una de las seis especies de grandes cetáceos que llegan a las aguas de la entidad, pero su migración es la más espectacular, pues acepta convivir con humanos, lo que ha generado una importante industria turística a su alrededor, regulada por la Semarnat.

Las zonas de observación de las ballenas se hallan en las lagunas Ojo de Liebre, Guerrero Negro y San Ignacio, ubicadas en la reserva de El Vizcaíno, así como en las lagunas de Puerto Adolfo López Mateos y San Carlos, en Bahía Magdalena.

Debido al cuidado que se da a las lagunas de reproducción en México la población mundial de ballenas grises se ha recuperado. A finales de la década de 1910 existían sólo 250 ejemplares en el mundo.

Para 1968 la población sumaba más de 12 mil ejemplares; en 1998 se se calculó que había unas 26 mil.

Ante el creciente interés de la industria turística por esta migración, en enero de 2001 se publicó la norma oficial mexicana NOM-131-Semarnat-2001, la cual establece lineamientos para las actividades de observación de ballenas, su protección y la conservación de su hábitat.

Para el periodo que comenzó el 15 de diciembre de 2005 y concluye el 15 de abril de 2006 se emitieron seis permisos para 18 embarcaciones en la laguna Ojo de Liebre, seis para 16 navíos en la laguna San Ignacio, cuatro para 27 botes en Puerto Adolfo López Mateos, y seis para 36 naves en Puerto San Carlos.

El ex presidente de la Comisión Ballenera Internacional, Luis Fleisher, explicó que el grupo al que pertenece la ballena gris incluye a otras variedades: azul, de aleta, sei, bryde o tropical, jorobada y minke, en cuyo hocico en lugar de dientes tienen barbillas filtradoras que le sirven para obtener su alimento (peces pequeños).

A diferencia de las otras especies, la ballena gris prefiere mantenerse cerca de la orilla del mar, en profundidades menores a 30 metros, lo que permite que el hombre la observe sin problemas.

Esta especie es la más antigua en su género. Mide no más de 14 metros de largo y pesa 30 toneladas.

Se aparean y dan a luz en aguas mexicanas. Su gestación dura 13 meses. Los ballenatos miden entre 1.5 y dos metros. Pesan hasta 500 kilogramos al nacer, pero crecen rápidamente porque incrementan sus tallas con la leche materna, rica en grasas, de la cual se alimentan durante nueve meses.

Cada hembra procrea sólo un ballenato a la vez, y generalmente el parto ocurre cada dos años, abundó Fleisher.

Destacó que la conservación de este cetáceo es un ejemplo mundial, por lo que la creación de santuarios propuesta por México en Baja California Sur ha tenido éxito al alcanzar la meta principal, que es la recuperación biológica de la especie y la protección de su medio de reproducción.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.