.. | México D.F. Jueves 11 de noviembre de 2004
Dirigida por Antonio Serrano, se estrenará
hoy
Por amor al arte, reflexión sobre el
arte como forma de exacerbar el ego
ARTURO CRUZ BARCENAS
Este jueves se estrenará en México la obra
Por amor al arte (The shape of things), de Neil LaBute, una
de las voces más polémicas de la dramaturgia estadunidense.
La puesta en escena, desde hoy en el Teatro Orientación del Centro
Cultural del Bosque, es una crítica al consumismo y a su influencia
en las relaciones entre los jóvenes.
Dirigidos por Antonio Serrano, actúan los jóvenes
Martín Altomaro, Irene Azuela, Mónica Huarte y Juan Carlos
Martín del Campo. Se aborda la vida de una estudiante de arte que
está a punto de graduarse y que por azares del destino conoce y
se enamora del custodio de un museo, quien tiene su misma edad.
Tal
es el punto de partida. En su idea primigenia, Serrano buscó hacer
una obra en la que resaltaran los objetos, como si se pudiera dialogar
con ellos acerca de lo que se les debe y deben, y de cómo las personas
son esclavos de ellos.
"Los objetos -dijo- no solamente nos adornan; también
nos definen, nos dan un estatus, prestigio. Este no es precisamente el
tema de la obra, pero sí lo toca: por eso me enamoré de ella
y de la posibilidad de escenificarla mezclando esta idea personal con el
texto original de Neil LaBute", precisó.
La obra es una reflexión sobre el arte, sobre hasta
dónde puede ser transgresor, dictar un camino, iluminar, y dónde
se convierte en manipulación y en un medio que sólo exacerba
el ego, el ansia de trascendencia y de celebridad. Pone en entredicho los
límites de la relación amorosa y de la obra artística,
los cuales se mezclan en esta propuesta escénica.
Sin llegar a la desesperanza, Por amor al arte
toca principalmente a los jóvenes y la manera actual de relacionarse,
en la que el consumismo y la exhibición de la intimidad merman la
calidad de las relaciones.
Antonio Serrano expresó que la pieza habla de lo
fácil que es el ser que se enamora de otra persona. "Es una digresión
muy actual, un poco misógina. Aquí tenemos una Eva que también
es la serpiente. Refiere el sentido de la ética en el arte, con
inteligencia y sentido del humor. La escenografía es de Jorge Ballinas.
La música es muy interesante, porque hemos jugado con esta cosa
que es muy actual, del lounge, del chillout, de la música
de supermercado."
Para el actor Martín Altomaro su personaje "es
el de un tipo con muy baja autoestima, con problemas de sobrepeso, casi
es alguien que no encaja en este mundo bonito, detallado, hermoso. Se enamora
de una muchacha y quisiera ser más guapo para ella, más seguro.
Mi personaje habla mucho sobre nuestras manías".
Irene Azuela dijo que ella refleja una persona mala, ignorante,
arrogante. "Lo interesante de mi actuación es que intentamos hacer
a estos personajes un poco más humanos, para no quedarnos con una
idea, con un título. Se trata de la aceptación de los demás."
La anécdota ocurre en Estados Unidos, por lo que
el texto tuvo que adaptarse. "Tratamos simplemente de universalizar el
contenido cuando había muchas referencias locales para dejar indeterminado
el sitio donde suceden las acciones", explicó Antonio Serrano.
Agregó: "Hablamos de lo que socialmente se conoce
como culto a la personalidad, de un sistema competitivo que formula como
principios básicos destacar, llegar, triunfar, valores como el éxito,
la belleza, la apariencia y, en el afán de alcanzar todo esto para
trascender estúpidamente, somos capaces de no respetar llos límites
que nos impone la aceptación de otro ser humano que no puede ser
utilizado, usado por nuestros fines egoístas", finalizó.
La producción general es de Oscar Uriel, la producción
ejecutiva de Maite Argüelles y el diseño gráfico y fotografía
de Samuel Ríos y Valles. Funciones: viernes, 20 horas; sábados,
19 y 21:15, y domingos, 18.
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