.. | México D.F. Jueves 11 de noviembre de 2004
El Fovissste no concluyó unidad habitacional
e incumplió los términos contratados
Agremiados del SNTE en Colima, víctimas de fraude
con viviendas
El gobierno estatal ha intentado desalojar a los moradores,
además demandados como invasores
VERONICA GONZALEZ CARDENAS CORRESPONSAL
Villa de Alvarez, Col., 10 de noviembre. Un grupo
de 150 trabajadores del magisterio sostienen un litigio contra su propio
sindicato; ellos acusan al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
(SNTE) de fraude, porque les ofreció viviendas de ocho metros de
frente por 16 de fondo y al final les entregó sólo paredes
(sin techo) de cuatro por 16, y la organización gremial les reviró
acusándolos de "invasores".
Conocida
popularmente como Las Pichoneras, precisamente por el tamaño
de las viviendas, la unidad habitacional Profesor Francisco Hernández
Espinosa tiene una superficie de 20 mil 224 metros cuadrados y está
ubicada en la avenida Tecnológico de este municipio, en una zona
con alta plusvalía, pues en la actualidad el costo del metro cuadrado
supera los mil pesos.
Pese al valor comercial del terreno, una tercera parte
del fraccionamiento está abandonado, porque las viviendas quedaron
inconclusas. Sólo se observan las paredes. No hay techos, ni piso,
sólo castillos viejos y maleza.
El resto está ocupado por trabajadores (maestros,
conserjes, secretarias), que con recursos propios han concluido las viviendas,
pero que, además, por la vía de los hechos hicieron valer
el tamaño convenido originalmente de la vivienda, y por lo tanto
cada familia se ubicó en lo que son formalmente dos pichoneras.
Ello
les generó una demanda legal del SNTE, que los acusó de "invasores".
Historia de un fraude
En 1991, la sección 6 del SNTE promovió
la construcción del módulo habitacional Profesor Francisco
Hernández Espinosa, en un terreno donado por la señora Amalia
Vargas Barney en 1979. En 1992 el Fondo de la Vivienda del Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste)
realizó los estudios socioeconómicos de aproximadamente 300
solicitantes para autorizarles un crédito.
El 5 de octubre de 1993 el SNTE promovió la formación
de una asociación de colonos para "donarles" el terreno y poder
edificar las viviendas, ya que legalmente estaba impedido para construir
las casas a su nombre.
En la cláusula primera de la escritura número
13,561, copia de la cual tiene La Jornada, se establece que el SNTE
"vende y entrega, en plena propiedad y posesión, al módulo
habitacional Profesor Francisco Herná
ndez Espinosa, Asociación Civil, y éste
compra y recibe el área vendible del fraccionamiento Profesor Francisco
Hernández Espinosa, con una superficie de 20 mil 224 metros cuadrados".
La transacción se realizó en la notaría
pública número 4, ante el notario Jaime Alfredo Castañeda
Basavilvazo. Para celebrar el contrato de compraventa, la licenciada María
Cristina Rojas Sánchez, apoderada general del Comité Ejecutivo
Nacional del SNTE, mostró un poder notariado que le otorgó
previamente Elba Esther Gordillo Morales, secretaria general del sindicato,
acreditándose como la parte vendedora.
En 1993, una vez autorizados los créditos, la empresa
constructora Covosa, SA de CV, comenzó a construir las viviendas.
Inicialmente, explica Josefina Espinosa, habitante de la colonia, "las
casas tendrían ocho metros de frente por 16 de fondo, pero conforme
vimos que avanzaba la construcción nos dimos cuenta de que la constructora
comenzó a dividir las casas en dos.
"Muchos renunciaron a sus créditos o realizaron
traspasos, únicamente recuperaron el enganche de 3 mil nuevos pesos
que habían dado. Otros, como mi esposo, que es maestro, aceptaron
seguir con el proceso de construcción ya que tenían necesidad
de una casa y sus sueldos eran bajos, porque también había
secretarias e intendentes como beneficiarios."
A
ello se sumó que un día, "de manera drástica", el
Fovissste decidió suspender la obra, argumentando un supuesto fraude,
que nunca explicó a los afectados y que de manera extraoficial adjudicó
a los líderes del SNTE.
"Los dirigentes sindicales pedían las firmas de
los beneficiarios para sacar dinero del Fovissste, pero hubo desvío
de recursos y se acabó el dinero. Incluso muchas ferreterías
y negocios dedicados a la venta de materiales de construcción tuvieron
pérdidas, porque otorgaron préstamos a la constructora y
ésta no les pagó", explica Felipe Cruz Quiroz, otro de los
afectados.
Cruz Quiroz solicitó al Fovissste que le entregara
una relación de los recursos que otorgó a la empresa constructora
Covosa, SA de CV, para la edificación del módulo habitacional,
y de acuerdo con la respuesta del fondo de vivienda, el 4 de noviembre
de 1991 la constructora recibió 5 millones 550 mil 478 viejos pesos
con 95 centavos; el 22 de enero de 1993, 4 millones 113 mil 995 viejos
pesos con 87 centavos, y el 17 de diciembre de 1993, un millón 500
mil viejos pesos, lo que hacía un total de 11 millones 164 mil 474
viejos pesos.
Josefina Espinosa comentó que cuando los beneficiarios
de los créditos vieron que se paralizó la construcción,
un par de meses después de que se entregaron las primeras manzanas,
la asociación de colonos exigió al SNTE que cumpliera su
promesa de entregarles casas de ocho metros de frente por 16 de fondo.
Incluso investigó los reglamentos de construcción municipales
y se percató de que en esa zona era ilegal construir viviendas con
las dimensiones que pretendía la constructora.
Unos 150 beneficiarios de los créditos decidieron
entonces habitar las viviendas, ya que legalmente, decían, eran
los dueños de los terrenos porque el SNTE ya se los había
"donado". Se repartieron las casas, formando viviendas de ocho por 16 metros,
como estaba estipulado, y comenzaron a invertir recursos propios para acondicionarlas.
En respuesta, el SNTE los demandó, acusándolos de invasores,
y éstos, a su vez, demandaron al sindicato por fraude.
Actualmente, de la compañía constructora
no se sabe nada en Colima, y el Fovissste optó por no seguir descontando
el dinero del crédito a quienes lo ejercieron.
En 2002, el gobierno estatal promovió ante el FOVISSSTE
nuevos créditos para los colonos del módulo habitacional,
sólo algunos aceptaron, pero la mayoría de los residentes
lo rechazaron, porque dicen que es necesario aclarar la situación
legal de la unidad antes de tasar nuevamente sus viviendas. Ellos tienen
11 años viviendo en ese lugar. "Los terrenos son nuestros, nunca
nos hemos negado a pagar; el Fovissste nos ha tratado como invasores y
gorrones,
pero nosotros no tuvimos ninguna culpa en el fraude que se cometió",
asegura Josefina Espinosa.
Felipe Cruz Quiroz, presidente de la asociación
de colonos de la unidad habitacional Profesor Francisco Hernández
Espinosa, señala que durante años, los moradores de esa colonia
han sido marginados por el SNTE. Incluso él mismo estuvo detenido
72 horas en la cárcel preventiva de Villa de Alvarez, porque el
29 de abril de 2002 impidió, junto con un centenar de colonos, que
el gobierno estatal derribara bardas de la colonia como una forma de intimidación
para obligarlos a desalojar las viviendas.
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