México D.F. Jueves 11 de noviembre de 2004
El asunto requiere una solución, "no un mejoral"
Rechaza la Iglesia católica el plan migratorio de Bush
JOSE ANTONIO ROMAN
México debe asumir una estrategia "inteligente y hábil" en la negociación del tema migratorio con Estados Unidos para conseguir lo que es posible, pues "no podemos ponernos a las patadas con el gobierno de un país tan poderoso", señaló el vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda, quien agregó: "Sabemos que ahora es mucho pedir la firma de un acuerdo amplio, pero mientras haya diálogo hay esperanza".
En tanto, el presidente de la Comisión Episcopal de Movilidad Humana y obispo de Ciudad Juárez, Renato Ascencio León, declaró que un acuerdo de "trabajo temporal", como el que propone Washington, no es la solución a este fenómeno.
Incluso consideró que el Programa de Repatriación Voluntaria, que el gobierno federal ha exaltado y publicitado, "no es sino un juego", debido a que quienes viven en la frontera "se dan cuenta que cuando los agarran no queda otra opción que aceptar la repatriación", pero a los pocos días ya están cruzando de nueva cuenta. "Tenemos que llegar a una solución más de fondo, no a una que sea un mejoral o un paliativo", indicó.
Expuso que otro de los graves problemas es el abandono en el que caen los hijos de los padres migrantes que son deportados, provocando la incertidumbre y la angustia por ignorar su paradero. Con frecuencia se da el caso de que, por separado de sus padres, los menores también son expulsados, pero sin que se les notifique a los padres o alguna autoridad que de alguna manera ayude a su posterior localización y rencuentro.
En conferencia de prensa, en el tercer día de trabajos de la 78 asamblea plenaria de la CEM, ambos prelados expresaron la urgencia de una defensa efectiva de los derechos humanos de los migrantes. Ascencio León informó que en el presente año, hasta el pasado 2 de noviembre, han muerto tan sólo en la franja fronteriza 325 indocumentados, mientras que en los cinco años anteriores el número de decesos se estima en más de 3 mil.
En esta cifra no se incluyen las muertes ocurridas en Estados Unidos, como los 10 decesos durante un incendio de departamentos en Ohio, los cuales eran habitados por migrantes, y en el que todo apunta que se trató de siniestro provocado. |