ASTILLERO

Julio Hernández López

La (difícil) foto

Cárcel táctica
Los videos como sino
Huellas en el trayecto

RENE BEJARANO SIEMPRE tuvo claro que "el proyecto" lopezobradorista necesitaba su fotografía tras las rejas para seguir adelante. El encarcelamiento le parecía y le parece injusto, pero muy a su pesar coincidía en que en términos de análisis frío era inevitable pisar la prisión para dejar constancia de que el gobierno de la capital no tendría complicidades con su principal operador político. Sin embargo, el propio Bejarano buscaba la manera de estirar sus posibilidades de seguir en libertad. Yendo diariamente a consultar el expediente federal en su contra se topó con la llave que le permitiría consolidar el restablecimiento de relaciones políticas con su jefe necesariamente distante: entre hojas y hojas amontonadas y abandonadas había material suficiente para trazar líneas demostrativas de la conspiración encabezada por Carlos Salinas de Gortari e incluso para desatar una embestida directa contra Rosario Robles e indirecta contra Cuauhtémoc y Lázaro Cárdenas. Nuevamente el profesor Bejarano brindaba un servicio político extraordinario al "proyecto". Con los hallazgos que copiaba entre burócratas indolentes de la PGR, el asambleísta capitalino con licencia permitió a López Obrador asentar como nunca la versión del compló.

A ESA CONTRIBUCION estelar habría que añadir la de la limpieza del audio de los videos que la procuraduría capitalina hizo pasar en momento oportuno como labor propia (el sino del video ha perseguido a René: él tuvo participación en el armado de la denuncia de los afanes del Niño Verde por quedarse con 2 millones de dólares por una "gestión" en Cancún, grabación con la cual se inauguró la temporada de estrenos que luego se estacionó en el caso del portafolios. Nada tuvo que ver un asunto con el otro, a pesar de que fueron exhibidos en fila. El golpe al Niño Muerde había sido preparado por disidentes del Verde Ecologista con los que mantenía relación Bejarano, a quien consultaron para definir el curso de esas denuncias. "El que a video mata, a video muere", dijo el profe al respecto, en una ocasión, con loable humor negro). La selección copiada de los expedientes federales, y el video exhibido por Bátiz Productions, le permitieron a Bejarano avizorar posibilidades de arreglos que le permitieran eludir la cárcel. La tesis era sencilla: en libertad, o en una especie de arraigo domiciliario autoimpuesto, valiéndose de cuanto subterfugio legal fuese posible, el desaforado sería más útil en la batalla política diaria (la denuncia, los hallazgos como el del nuevo video que anoche iba a ser presentado) que refundido en un reclusorio. No sólo podría convertirse en la voz no autorizada del lopezobradorismo que enfrentara con rudeza a los adversarios que declarativamente Andrés Manuel ni siquiera toca, sino que podría reorganizar su corriente y darle sentido hacia delante a las fuerzas de esa Izquierda Democrática Nacional, consistente en delegados, diputados locales y federales, y relaciones en los estados donde se organizaban autorizados comités pro López Obrador antes del golpe mediático.

LA RUTA COMPARTIDA del sacrificio bejarano dejó sin embargo huellas de la alianza nueva y eterna. La aparatosa vigilancia de policías afuera de la casa de la familia Bejarano-Padierna pareció organizada más para dar la impresión de un excesivo (e innecesario) celo en el cumplimiento del deber o, a juicio de algunos, para impedir que fuerzas federales quisiesen hacerse del personaje clave. También resultó delatora la inusual cortesía institucional que permitió al desaforado pasar unas horas de más en su casa (lapso en el cual dio rueda de prensa, entrevista especial a Televisa -šah, la telecracia!- y recibió visitas familiares y políticas) e incluso organizar su propia entrega en el Reclusorio Sur a horas absolutamente inusuales e injustificables. En realidad, la procuraduría capitalina le permitió a Bejarano evitar la escena infamante de la aprehensión ruda que cualquier hijo de vecino habría sufrido en una situación normal (quedándose así con la ganancia política de manejar su sometimiento a la ley como un acto de voluntad personal, no forzado) y permitiéndose una prórroga apenas simbólica en cuanto a aparecer formalmente tras las rejas. De hecho, la fotografía cuadriculada habría tardado tal vez unas 24 horas más a causa de un malestar que habría afectado a Bejarano a la hora programada para aparecer ayer ante medios y personal del Poder Judicial. Por mejoría de salud, o por cálculo correcto del mensaje de protección que se fortalecería al guardarlo de las cámaras públicas, Bejarano finalmente apareció en la escenografía judicial, y la fotografía necesaria, la que el análisis frío imponía como obligada, fue tomada.

SERA IMPORTANTE NO perder de vista el contexto aquí planteado para entender lo que seguirá. La Izquierda Democrática Nacional intentará retomar su papel activo en la lucha interna perredista (encabezando el ajusticiamiento de los opositores al "proyecto"), en la organización del Movimiento Nacional de la Esperanza, y en la denuncia de excesos y agravios cometidos contra la izquierda y no contra el foxismo-panismo ni el priísmo. René Bejarano continuará sirviendo a ese "proyecto", asumiéndose como pieza de sacrificio pero sin renunciar al "sueño" de la declaración jurídica de inocencia o cuando menos de improcedencia de los delitos enderezados en su contra y, Ƒpor qué no? de la rehabilitación política a largo plazo.

ASTILLAS: UN SUBORDINADO de Santiago Creel se ha permitido enaltecerlo y enfilarlo hacia Los Pinos. "A mi jefe lo veo muy bien (...) listo para la carrera, para el trote; listo para el paso firme, listo para el gol", dijo el entusiasta comisionado para el Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación, Francisco José Paoli Bolio. La emocionada confesión de que en Bucareli se trabaja con la vista puesta en el futuro electoral podrá ser desinflada en cualquier momento por el descuidado declarante, quien, cuando se le enredan las pitas, suele refugiarse en el dicho de que habla "a título personal", como si la investidura oficial fuese de quitapón...

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