Acervo que resguardará el ex templo de Corpus Christi

Abierta al público, exposición de actas notariales históricas

LAURA GOMEZ FLORES

A partir de ayer se exhiben en el ex templo de Corpus Christi 25 mil 603 actas notariales que reflejan aspectos relevantes de la vida económica, social y cultural de la ciudad de México, del periodo comprendido entre 1545 y 1914, donde sobresalen documentos de Sor Juana Inés de la Cruz, Carlos de Sigüenza y Góngora, Benito Juárez, Guadalupe Victoria y Francisco Villa.

Esos documentos conforman la exposición El valor de la palabra. Una mirada al oficio de escribano, que será inaugurada esta noche por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, dentro del 24 Congreso Internacional del Notariado Latino. A esos materiales podrá acceder el público en general hasta el viernes, debido al proceso de traslado del acervo histórico del Archivo General de Notarías.

En conferencia de prensa, autoridades de los gobiernos local y federal destacaron la importancia de conservar en el ex templo los tesoros documentales de la historia, patrimonio cultural y de la seguridad jurídica de los habitantes de la capital.

La restauración de ese edificio, ubicado en la Plaza Juárez, fue concebida no sólo pensando en el rescate del inmueble, sino previendo un uso acorde con su vocación y por ello se dispuso que albergara el Archivo Histórico de Notarias, que comprende los protocolos de notarios, jueces y escribanos de los siglos XVI al XX, explicó la directora del Fideicomiso Centro Histórico, Ana Lilia Cepeda.

La próxima apertura del recinto es un ejemplo de que se puede rescatar el patrimonio cultural del país con la alianza del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y los gobiernos locales, afirmó a su vez César Moheno, director de la Biblioteca Nacional del INAH, y destacó que "se logró preservar la fuerza de un edificio de piedra y lo aparentemente efímero que significa una hoja de papel".

El público podrá recorrer la exposición, que muestra el testamento de Carlos de Sigüenza y Góngora, cosmógrafo y catedrático de matemáticas de la Real y Pontificia Universidad, quien no sólo donó su biblioteca e instrumentos, sino también sus órganos para estudiarlos. También el testamento de Sor Juana Inés de la Cruz, cuya última voluntad fue que sus ahorros -240 pesos de oro- se le entregaran al capitán Juan Sentis de Chavarría. Igualmente, el reparto de los bienes intestados de Benito Juárez y su esposa Margarita Maza, entre sus hijos legítimos y una hija natural del ex Presidente de México, entre otros testimonios históricos.