La cinta está dirigida por Carlos Carrera, Fernando Sariñana, Alejandro Gamboa e Ismael Serrano

Cero y van cuatro, cuádruple visión fílmica de la corrupción en México

Este fenómeno ya forma parte de las costumbres mexicanas, afirma el director de El crimen del padre Amaro Fernando Vallejo y Barbet Schroeder develan placa conmemorativa del primer Festival de Cine de Morelia

JUAN JOSE OLIVARES ENVIADO

Morelia, Mich., 8 de octubre. Cero y van cuatro es un nuevo proyecto de cine mexicano que próximamente se estrenará en salas comerciales y que ayer fue de lo que más llamó la atención en el segundo Festival Internacional de Cine de Morelia. Se trata de cuatro paradojas del sistema judicial mexicano causantes de la inseguridad que se vive en nuestro país. Las cuatro historias son dirigidas por "cuatro de los directores más taquilleros de los recientes años del cine mexicano: Alejandro Gamboa, Carlos Carrera, Fernando Sariñana e Ismael Serrano".

Los nombres de los cortos que completan Cero y van cuatro son: El torzón, Vida exprés, Barbacoa de chivo y Comida de perros.

Carlos Carrera comenta: ''La corrupción es parte de algo generalizado de las costumbres mexicanas. Es una parte asumida de la cultura, una especie de derrotismo en el que la corrupción se acepta. Cuando no se sabe mucho de leyes y ves que el estado de derecho consiste en que se evite la justicia, entonces el concepto de lo correcto resulta extraño''.

-ƑDebemos ver a la corrupción como algo natural?

-Espero que no. Ojalá en la caricatura de esta película se vea lo terrible de la corrupción, que ya es parte de un comportamiento cotidiano, como la aceptación de la violencia y esas cosas.

Y es que Carrera, considera que "no es que los directores se pongan de acuerdo para hacer todos las mismas películas, es una respuesta natural a lo que sucede con la corrupción, es algo que nos afecta mucho. Si el cine fuera más sano se podrían filmar muchas temáticas que nunca se han tratado en el cine mexicano. El problema es que sólo se hacen 15 películas al año; si fueran 100, habría más diversidad de temas".

Sobre la historia que dirige, Barbacoa de chivo (otro tema que critica la radicalidad de la Iglesia católica), dice: "La selección de los cuentos se dio de manera natural, sin forcejeos, cada uno escogiendo lo que mejor le convenía. La historia es de neorrealismo italiano de un ser obligado a robar para comer, con el desenlace del milagro. Finalmente los personajes son los que hablan y de eso se trata. El cine es algo extraordinario y el publico tiene derecho a expresar su descalificación, si es que la hay".

Sobre la codirección: "Se ha hecho a lo largo del cine y hay varios ejemplos, la ventaja para los realizadores es que en poco tiempo se puede filmar, es atractivo para los productores porque es una forma de producir muy económica y para los realizadores porque sin distraerse de los otros proyectos pueden seguir trabajando".

Realidad con humor

Otro de los realizadores, Fernando Sariñana, quien dirige Comida de perros (que narra la vida de unos comensales en un restaurante, que es violentado y asaltado. El asaltante descubre la realidad de las cuestiones bajas de la gente con dinero), comenta: ''Ese proyecto fue un divertimento, se nos ocurrió y se consiguió el dinero para hacerlo y nos ha sorprendido la reacción del público. Cada director trabajó con el guionista. Es una visión particular y no nos corresponde cambiar la imagen de México, le corresponde a una secretaría (de Estado) en particular. No sé si sea la imagen deseada, pero es la realidad.''

-ƑHacer estas cintas es como una catarsis?

-Claro que sí, es parte de la diversión. De pronto la gente se toma demasiado en serio las cosas. La riqueza de la cinta está en que nos divertimos mucho, fue interesante trabajar con cuatro directores.

-Es un divertimento, pero la realidad es trágica.

-Así es, pero es la realidad. Una chica dijo que eso no era México; que me perdone pero es terrible, y no nada más los chilangos, es en todo México, pero que no se lo tomen tan en serio, es una película. Nosotros lo que tratamos de hacer es reírnos de estas cosas, porque el humor es un vehículo de hacer cosas, especialmente en la historia mexicana.

Sariñana comentó también que prepara un proyecto sobre un taller de Vicente Leñero. Se trata de 16 historia de amor que terminarán en dos películas escritas por diferentes escritores.

Por otro lado, Eckehardt Von Damm, director general de Televisa Cine (productora de la cinta), comentó a su vez que el origen de este filme fue un taller de desarrollo de proyectos. "Buscamos cintas que hablen de cosas que nos gusten y se nos ocurrió que estas cuatro las dirigieran los cuatro directores más taquilleros en los recientes años del cine mexicano".

Las cintas tienen ese lenguaje cotidiano de México, que a muchos se les hace un cliché.

Dice Von Damm: ''No faltará a quien se le haga excesivo el lenguaje de la cinta, y no es que las películas mexicanas que dejen dinero tengan que decir groserías."

Placa conmemorativa

Por otro lado ayer fue develada en el complejo Cinépolis de esta ciudad una placa conmemorativa de la versión anterior de este festival que, a decir de la directora Daniela Michel, "simboliza el trabajo de mucha gente, es para reconocer a los ganadores y al certamen anterior. Es para darnos cuenta que es un proyecto de largo plazo que esperemos se consolide. Tenemos las esperanzas debido a las personalidades que nos han acompañado y que ahora nos acompañan como Fernando Vallejo y Barbet Schroeder''.

El escritor Vallejo sólo comentó que era un honor develar esta palca debido a lo que representa. El cineasta alemán asistió al encuentro sólo como invitado, pues no presentó ningún proyecto cinematográfico.