México D.F. Sábado 9 de octubre de 2004
De nuevo se subordina la salud de la gente a los intereses corporativos: Greenpeace
Protestan ecologistas ante Semarnat por autorizar regasificadora en islas Coronado
Exigen a las autoridades revertir la aprobación de la manifestación de impacto ambiental
ALMA E. MUÑOZ
Organizaciones ambientalistas presentaron un recurso de revisión contra la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en su Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental, por la aprobación de una planta regasificadora de la trasnacional Chevron-Texaco en islas Coronado, Baja California.
La medida aprobada, de acuerdo con lo expuesto por Greenpeace, Grupo de Ecología y Conservación de Islas, Comité Ciudadano Estatal de Baja California, Colonos y Propietarios de Playas de Tijuana y Grupo Ecologista Gaviotas, va contra disposiciones legales que protegen flora y fauna, entre ellas especies endémicas y/o en peligro o amenaza de extinción, como el lobo gris y la ballena azul.
"Es una decisión tan irregular en lo jurídico, como negativa en lo ambiental, que lo único que puede explicarla es que la Semarnat nuevamente subordina el interés de la ciudadanía, la protección de nuestros recursos y la salud de la gente a los intereses corporativos", indicó Arturo Moreno, coordinador de la campaña Clima y Energía de Greenpeace.
Hablamos, insistió, de que la dependencia, al actuar como "promotora de inversiones" contraviene la Norma Oficial Mexicana 059-Ecol-2001, relativa al cuidado de especies bajo protección especial, y artículos de la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, que garantizan, entre otros aspectos, el derecho de todo interesado a proponer medidas de prevención y mitigación a la manifestación de impacto ambiental.
Los "expertos de la Semarnat -según la queja de las agrupaciones, que deberá ser respondida en un plazo de 30 días- no fueron capaces de identificar la flora y fauna de islas Coronado, ignoraron el que 97 por ciento de la vegetación corresponde a especies nativas y los impactos que tendrá la regasificadora en las mismas. Más aún, se niegan a reconocer que el conjunto de las tres islas representa un mismo ecosistema, debido a su cercanía, la interrelación que existe en el área y los procesos ecológicos que allí ocurren".
Exigieron a las autoridades revertir la autorización de la manifestación de impacto ambiental, "toda vez que omite información determinante para una correcta evaluación y tiene severas fallas metodológicas. Esto significa que no tiene valor como instrumento". Por otra parte, la planta regasificadora de Chevron-Texaco "significa un riesgo para actividades económicas sustentables, como acuacultura, educación e investigación ambientales, ecoturismo, así como pesca ribereña, comercial y deportiva".
El objetivo de la trasnacional es procesar gas licuado natural y, según Arturo Moreno, este combustible "no se contempla dentro de la prospectiva energética 2001-2006 ni dentro del Plan Nacional de Desarrollo. Sin embargo -acusa- el gobierno acepta los argumentos de corporaciones petroleras estadunidenses respecto a que el combustible es necesario para satisfacer la demanda eléctrica del noroeste del país, cuando estudios independientes demuestran que en el caso hipotético de que fallaran todas las plantas eléctricas de Baja California, apenas se requeriría 20 por ciento del gas que se pretende traer al estado".
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