Prevé la asociación que las exportaciones en 2004 bajarán entre 7 y 9 por ciento

Sin freno, la entrada de automóviles ilegales a México, denuncia la AMIA

DAVID ZUÑIGA

El gobierno federal ha sido incapaz de frenar el contrabando de automóviles a México. El año pasado entraron alrededor de 850 mil unidades ilegales de Estados Unidos y en 2004 la cifra podría llegar a un millón, casi la misma cantidad de vehículos nuevos que se vende en el mercado formal, afirmó el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), César Flores.

En entrevista, Flores Esquivel aseguró que el panorama de la industria automotriz en México es favorable; sin embargo, enfrenta la "gran amenaza" de la importación "descontrolada y caótica", además de la introducción de pick-ups de más de 10 años al amparo de un decreto del sexenio pasado.

"Nos preocupa mucho que el Congreso reciba más de seis iniciativas para regularizar (los autos) y cierre los ojos ante este gran problema. Hemos trabajado con los diputados y con las secretarías de Hacienda y de Economía Les hemos dado información de cómo está la industria y de cuáles son los riesgos de una nueva regularización".

La entrada de autos extranjeros usados, agregó, es un freno para la industria automotriz mexicana, que sin este obstáculo podría crecer a tasas de aproximadamente 15 por ciento y vender 1.6 millones de unidades.

"Podemos convertirnos en importadores netos de vehículos usados ilegales. Sería el gran absurdo de no tener una política pública para enfrentar esta práctica".

-¿Qué les han respondido en Hacienda y Economía?

-Dicen que esto (la regularización) no ocurrirá este año, que la van a regular mejor, pero las manifestaciones de unos cuantos, las presiones políticas y la lucha por el poder ponen en riesgo a la industria. En el Congreso la lucha por los votos es la prioridad, sin importar que el país se caiga.

Las ventas de autos al público han sido mayores a las esperadas: entre enero y agosto fueron 9 por ciento mayores a las reportadas en el mismo periodo de 2003 y sólo en agosto el incremento fue de 8.8 por ciento.

Al comienzo de este año la AMIA esperaba que las ventas aumentaran entre 5 por ciento y 7 por ciento en 2004. Ahora sus expectativas son de por lo menos 10 por ciento.

Según Flores Esquivel, este incremento se debe a que la estabilidad macroeconómica permite ofrecer préstamos a plazos más largos y a tasas más bajas. Además, la oferta de vehículos de distintas categorías y precios hace más atractiva la compra de un auto nuevo.

El dirigente descartó que el endurecimiento de la política monetaria o por el aumento de las tasas de interés pueda afectar al mercado.

Sin embargo, reconoció que las exportaciones acumuladas entre enero y agosto fueron 7 por ciento más bajas que las de 2003, a pesar de que en este último mes se observó un repunte de 15.3 por ciento en comparación con agosto del año pasado. Para el cierre del año prevén que las ventas al extranjero serán entre 7 y 9 por ciento más bajas.

Por lo que respecta a los proyectos de inversión, mencionó los de Ford, Volkswagen y Nissan. En la mayoría de los casos el objetivo es aumentar las exportaciones. "El proyecto de Ford es uno de los más grandes de América Latina, generará una plataforma de exportación de 300 mil autos al año y madurará poco a poco hasta 2005".

El monto de la inversión es de mil 600 millones de dólares, que se ejercerán en 2004 y 2005. Del total, mil 200 millones de dólares corresponden a Ford y 400 millones a sus proveedores.

La construcción de la planta obligará a la compañía a reducir las exportaciones del modelo Focus y ello se reflejará en el acumulado de todas las empresas.

En cuanto a la armadora japonesa Toyota, Flores explicó que para 2005 se espera que empiece a producir en México una pick-up pequeña y que aumente sus inversiones para fabricar no sólo los componentes sino vehículos completos.

Flores informó que Volkswagen invertirá 350 millones de dólares, principalmente para la producción del Jetta Bora y el Golf. Toyota anunció 144 millones de dólares hasta 2005; Nissan destinará 600 millones de dólares y General Motors erogará 89 millones para ampliar instalaciones y construir una pista de pruebas.