Petistas de ese ejido cedieron el terreno para edificar la presidencia municipal

Instalarán indígenas de San Juan de la Libertad sede de su concejo autónomo

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

San Juan de la Libertad, Chis., 21 de septiembre. Este municipio autónomo está a punto de volver a tener una presidencia municipal propia, luego de permanecer oficialmente proscrito y sin sede conocida. Lo más llamativo del caso es que para obtener un terreno, lograron un acuerdo con las autoridades ejidales no zapatistas del poblado, que será pronto la cabecera autónoma.

"Cuando matando nuestra gente nos sacaron de El Bosque, las bases de apoyo zapatistas se quedaron sin presidencia municipal. Pero siempre seguimos teniendo presidente del concejo autónomo, porque también sin lugar se puede gobernar. Puedes gobernar bajo de un árbol, bajo del sol o bajo del agua, si el pueblo te reconoce de su autoridad".

Acompañado por seis miembros del concejo, habla su presidente, quien prefiere no decir su nombre "por ahora", y prosigue: "así pasaron esos años que las autoridades andaban sin lugar. Hasta que en enero de este año tomamos posesión del nuevo concejo y la asamblea dijo que vamos a tener una oficina fija, debemos conseguir dónde".

El municipio de San Juan de la Libertad, en la región tzotzil de los Altos, es uno de los secretos más visibles de la autonomía zapatista. Oficialmente dejó de existir el 10 de junio de 1998, cuando el Ejército federal y el gobierno estatal "desmantelaron" a sangre y fuego la presidencia municipal de El Bosque, donde ese año habían empezado a atender las autoridades autónomas. El saldo fue de ocho indígenas muertos, decenas de heridos y varios detenidos en el penal de Cerro Hueco, donde permanecieron de uno a tres años. Las muertes de zapatistas (en Unión Progreso y Chavajeval) siguen impunes.

Merced a la extraña alquimia del poder para transformar la verdad, este municipio rebelde "dejó de existir". No obstante, 20 comunidades (de cerca de 40 que componían el municipio oficial El Bosque) se mantuvieron en resistencia, autónomas y funcionando como tales. En medio de su 'inexistencia', los indígenas conformaron un gobierno, una exitosa cooperativa de cafeticultores que hoy exporta a Estados Unidos y Europa; un sistema de salud que, modestamente, ya funciona, y una cooperativa de artesanas.

"Desde enero de 1993 dejamos de recibir dinero del gobierno. Han pasado 12 años, y aquí seguimos", prosigue el presidente autónomo, a quien espera en la puerta de la casa donde conversamos su nieto de cuatro años para jugar con él.

"Las bases zapatistas analizaron y decidieron que tenemos necesidad de un lugar. Ahora ya conseguimos el lugar, y estamos juntando materiales y madera, pero faltan los techos. Tal vez este año podamos empezar", confía.

Durante seis años, San Juan de la Libertad no ha tenido cabecera municipal; sin dejar de funcionar, su concejo ha estado proscrito, espiado y amenazado. Hasta la fecha, los patrullajes del Ejército y las policías judiciales son cotidianos entre las bases militares de San Cayetano, Puerto Caté (o La Tijera) y El Bosque. Lo mismo los retenes repentinos y móviles. En la comunidad de Los Plátanos se resguarda un grupo paramilitar vinculado con el cultivo de estupefacientes, pero en años recientes "han estado tranquilos".

Por consenso

En este escenario, las bases del municipio eligieron a principios de 2004 una comunidad para sede del municipio autónomo. Por ahora el concejo no revela cuál, pero cuenta cómo: "los compañeros escogieron una comunidad donde no todos son zapatistas, y eso parecía una dificultad. Pero fuimos con los otros habitantes de ese ejido y les explicamos la situación. Nos escucharon y dijeron que no hay problema. Ellos son del Partido del Trabajo (PT) y de por sí reciben todo del gobierno".

Otro miembro del concejo interviene para explicar el alcance de ese "todo". Como se trata de una comunidad "muy zapatista", el gobierno ha puesto cuidado en dotar de vivienda, servicios y proyectos a los no zapatistas. Más que a comunidades de por sí oficialistas. "Hasta se han quejado de que no les dan inversión parejo". Los indígenas no la pronuncian, pero en mi mente se desliza la palabra 'contrainsurgencia'. Y como tal, fallida. Eso sí, 'social'.

"Ya tenemos acta de acuerdo de todo el ejido, también de sus comisariados. Es un acta de donación a nombre del municipio autónomo". El presidente del concejo agrega que "más después", juntos levantaron un acta de entrega de la 'parcela escolar' donde los zapatistas edificarán sus oficinas municipales.

Toma la palabra uno de los secretarios del concejo: "en nuestro trabajo no distinguimos de la gente, si son zapatistas o no, Si nos vienen a ver, atendemos a todos. Hemos hablado con gente del gobierno, y a veces aceptan que nuestros documentos son válidos. Vemos problemas agrarios, de electricidad, personales. Se aplica verdaderamente justicia. La microclínica que tenemos en La Estación atiende a los priístas si lo piden, y les damos medicinas igual que si fueran de nosotros". Y explica: "todos somos pobres".

Como en muchas regiones de Chiapas, los tzotziles de estas barrancas y laderas están en conflicto con la Comisión Federal de Electricidad (CFE). "Todo mundo sabe que los zapatistas estamos en resistencia y no pagamos la luz porque se genera con recursos de nuestros pueblos. Pero tampoco quieren pagar los del PRI, PRD y PT. Si cortan el suministro en La Tijera, vamos y lo componemos, porque la CFE dice que sólo arregla si pagamos. Los de otros partidos están de acuerdo con nosotros y nos acompañan a poner el cable, el transformador y la cuchilla. Entonces la CFE prefiere no hacer nada. Así que tenemos unión en la electricidad".

Parta terminar, menciona que los vehículos "con razón social autónoma circulan sin problema en El Bosque, San Cristóbal de las Casas y Bochil, porque la policía y los soldados saben que los papeles están en regla".