Silencio de la Secretaría de Relaciones Exteriores

Precario estado de salud de los 6 vascos en ayuno

JESUS ARANDA Y GEORGINA SALDIERNA

El estado de salud de los seis ciudadanos de origen vasco presos en el Reclusorio Norte se deteriora luego de 21 días en huelga de hambre sin que hasta la fecha autoridad alguna haya atendido sus demandas, en tanto que la Secretaría de Relaciones Exteriores mantiene silencio respecto de si concederá la extradición de los inculpados a España.

Según la abogada de los acusados, Bárbara Zamora, el plazo fijado por la justicia federal para determinar la procedencia de su extradición vencía ayer, pero, a decir de la cancillería la ley prevé 20 días hábiles "no naturales", por lo que será en los primeros días de agosto cuando dé a conocer si entrega a las autoridades españolas a Juan Carlos Artola Díaz, Asunción Gorrochategui, Félix Salustiano García, Asier Arronategui, Ricardo Ernesto García Saez y Luis Castañeda Vallejo, presos desde el 18 de julio de 2003.

La cancillería recibió la notificación el 12 de julio pasado y de ser 20 días hábiles tendría que resolver a más tardar el próximo 9 de agosto y, según fuentes oficiales, la dependencia continúa el análisis del expediente en el que el juez Baltasar Garzón solicitó el envío de los seis vascos.

Luego de que el juez segundo de distrito en materia penal, César Flores Rodríguez, emitió su opinión jurídica en el sentido de que sí era procedente la extradición de los acusados por tener presuntos vínculos con la organización ETA, los detenidos iniciaron una huelga de hambre el pasado 8 de julio para protestar por la serie de irregularidades legales en que han incurrido las autoridades mexicanas -incluidos los jueces federales- en el proceso de extradición que se les sigue.

En entrevista con este diario, Bárbara Zamora comentó que en términos generales los seis presentan presión baja, pérdida de peso (algunos hasta de 15 kilogramos), así como problemas de deshidratación y agravamiento de otros males que tenían antes de ser detenidos.

Por tal motivo, solicitó a las autoridades penitenciarias que permitan que otros médicos, además del que está adscrito al Reclusorio Norte, los examine para valorar su estado de salud y se adopten las medidas necesarias para no poner en riesgo sus vidas.