México D.F. Viernes 25 de junio de 2004
Vamos México provocó que se ampliara
el "intermediarismo" en la asistencia social
IAP: desmedida, la ambición de poder
de Sahagún
JOSE ANTONIO ROMAN Y ANGELES CRUZ
La "ambición desmedida por el poder" hizo perder
a Marta Sahagún, esposa del presidente Vicente Fox, el objetivo
de ayudar a los más necesitados, pues la creación de la fundación
Vamos México provocó, además de exclusión de
la mayoría, que se ampliara el "intermediarismo" entre donantes
y beneficiarios.
Sin supervisión, Vamos México destina la
mayor parte de sus recursos a gastos de operación, mientras las
instituciones de asistencia privada (IAP) no pueden rebasar 25 por ciento
de su presupuesto en ese concepto.
Integrantes de diversas IAP y fundaciones ligadas a la
Iglesia católica contrastaron la labor de Vamos México con
la del Instituto de Asistencia e Integración Social (Iasis) del
Distrito Federal, que este año apoya a 150 grupos con base en proyectos
concretos aprobados de forma colectiva y con criterios regulados por la
ley en la materia.
Desde ahí ya existe una diferencia porque Vamos
México ha entregado algún tipo de apoyo únicamente
a ocho IAP bajo criterios de "absoluta discrecionalidad", señalaron.
De acuerdo con información oficial, en la capital hay 482 organismos
altruistas registrados y todos buscan financiamiento en diferentes lugares.
A decir de los entrevistados, el trabajo del Iasis ha
permitido "limpiar" la lista de IAP y asociaciones civiles para apoyar
a las que verdaderamente realizan actividades en favor de grupos marginados.
Se trata de un trabajo colectivo organizado por el gobierno de la ciudad
de México y en el que participan varias instituciones donantes,
entre ellas el Nacional Monte de Piedad, la fundación Río
Arronte, así como algunas empresas privadas e incluso cadenas de
autoservicio trasnacionales.
Cada una de estas asociaciones dona recursos económicos
que se ven incrementados con la aportación del gobierno capitalino,
que tan sólo en 2001 ascendió a 17 millones de pesos. De
esta "bolsa" se distribuyen apoyos a las agrupaciones que acompañan
su solicitud con proyectos específicos, en la cual se incluye el
número de beneficiarios; la decisión es colectiva.
Las versiones recogidas son de personajes vinculados directamente
a la asistencia y otros más ligados a la Iglesia católica.
Algunos grupos reciben recursos de la Sedeso.
Los representantes consultados prefirieron guardar el
anonimato para evitar cualquier represalia, "porque quien está en
medio de todo este escándalo es la esposa del Presidente" de la
República.
Algunos de los entrevistados no dudan de las buenas intenciones
de Sahagún al crear Vamos México, pero opinan que en el trazo
de los objetivos "se desvió, entre otros motivos, por su desmedida
ambición de poder; la falta de preparación y conocimiento
para realizar el trabajo altruista, y la confusión de la línea
que divide la asistencia pública de la privada.
"Prueba de esto último es la revoltura de Vamos
México con la Lotería Nacional. Es como pintar una rayita
en medio del mar; nadie sabe dónde está."
En su trabajo, Vamos México "ha monopolizado los
donativos" en perjuicio esencialmente de las agrupaciones altruistas más
pequeñas, pues los "grandes donantes", como Coca-Cola, Teléfonos
de México, Bimbo, los bancos y Cemex, entre otras, han preferido
entregar sus donativos a la fundación de la esposa del Presidente.
Junto a esta monopolización de los recursos se
ha incrementado el intermediarismo y, por lo tanto, los donativos que tienen
el objetivo final de apoyar a los sectores más desprotegidos de
la sociedad pasan por un mayor número de manos, reduciéndose
el monto final.
Ante este panorama, en el que se ha afectado de manera
grave a la asistencia privada y con ello a los grupos que tradicionalmente
han recibido este tipo de ayuda, varios de los entrevistados coinciden
en que lo mejor sería la desaparición de Vamos México.
Incluso hubo quienes en un refrán resumieron esta petición
a Marta Sahagún: "Mucho ayuda el que no estorba".
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