México D.F. Domingo 6 de junio de 2004
El ex subsecretario de Hacienda Martín
Werner aseguró que sería por lo menos 30%
Ni 10% recupera el gobierno de los activos y bienes
comprados a bancos
En 2003 obtuvo sólo $402.84 millones al subastar
un paquete con valor de 10 mil 162.9 millones
Gran negocio para las intermediarias; tienen relación
con empresas que los adquieren y revenden
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
El gobierno federal apenas captó en el último
año una décima parte de los recursos que esperaba obtener
con la venta de los bienes y activos que poseía la banca mexicana
al momento del rescate financiero, revelaron informes oficiales.
Visto por cualquier lado, el rescate bancario emprendido
con fondos públicos durante el gobierno del presidente Ernesto Zedillo,
que ha comprometido el presupuesto federal durante al menos tres décadas
con una deuda que ahora ronda los 100 mil millones de dólares, constituye
un fracaso en cuanto a las metas fijadas cuando fue instrumentado a partir
de 1995.
En
1998, Martín Werner, entonces subsecretario de Hacienda y responsable
de firmar sin autorización del Congreso los pagarés del rescate
financiero, aseguró que el gobierno recuperaría al menos
30 por ciento del valor de los activos bancarios y bienes que eran propiedad
de los bancos y que habían pasado a manos del gobierno federal,
como parte de la intervención de las instituciones luego de la crisis
de 1995.
El tiempo demostró que, como en todo el proceso
de rescate de los bancos, los cálculos del gobierno fueron erróneos.
Un informe del Instituto para la Protección al
Ahorro Bancario (IPAB), organismo público encargado de la gestión
de las operaciones realizadas por su antecesor el Fobaproa, reveló
que en 2003 fueron realizadas cinco subastas de carteras de crédito
de instituciones intervenidas en su momento por el gobierno. El valor de
esos activos era de 10 mil 162.9 millones de pesos.
Sin embargo, el precio pagado por esos activos fue de
402.84 millones de pesos, cantidad que equivale a sólo 3.96 por
ciento del valor de los créditos comerciales, industriales, hipotecarios
y consumo provenientes de instituciones que, al ser parte del rescate bancario,
fueron intervenidas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores
(CNBV) en el gobierno anterior.
La cartera de crédito de los bancos intervenidos
es vendida por el IPAB, mediante subasta, a empresas dedicadas a la recuperación
de activos, varias de ellas relacionadas con los propios bancos que fueron
rescatados, en lo que constituye un negocio de alto rendimiento. Los activos
subastados son sobre todo créditos que no fueron pagados durante
la crisis, como los hipotecarios. Al ser vendidos en una ínfima
parte de su monto original, permite al comprador beneficiarse de la cobranza
posterior. Organismos de deudores han reclamado participar como compradores
de sus propios créditos vencidos, lo que les daría la propiedad
del bien adquirido a un precio similar al que pagan las empresas de recuperación
de activos: esto es, alrededor de cuatro centavos por peso de deuda.
El rescate bancario, emprendido de manera discrecional
y que ahora es objeto de controversia en los tribunales -dada la decisión
de Banamex-Citigroup, BBVA Bancomer, HSBC y Banorte de tratar de impedir
por la vía legal someterse a una revisión de los beneficios
que recibieron- probó con el tiempo que la capacidad de previsión
de los expertos de la Secretaría de Hacienda es bastante limitada.
En 1996, la CNBV, entonces presidida por Eduardo Fernández
García, estimó que el costo final del rescate bancario sería
equivalente a 5 por ciento del producto interno bruto (PIB), entonces unos
500 mil millones de pesos. Dos años después, la estimación
se había elevado a 8 por ciento del PIB y en 2003 se ubicó
en 11.3 por ciento del producto, según cifras del IPAB y el Instituto
Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
Fallas en los cálculos del costo del rescate
y recuperación
Así como a los especialistas del gobierno les fallaron
los cálculos sobre el costo del rescate, a la vez resultaron sobrestimadas
las previsiones sobre la recuperación de los bienes tomados a los
bancos.
En 2000 el IPAB subastó cartera de crédito
de bancos intervenidos por 100 mil 765 millones de pesos. Por las operaciones
obtuvo 9 mil 798.5 millones de pesos, es decir, apenas 9.72 por ciento.
Un año después, el valor de las carteras
de crédito de bancos intervenidos que fue subastada por el IPAB
alcanzó 21 mil 19.7 millones de pesos, por las que el organismo
obtuvo 3 mil 494.8 millones de pesos. Esto es, recuperó 16.62 centavos
por cada peso.
En 2002 el IPAB llevó a cabo la enajenación
de cuatro carteras de crédito comercial, industrial e hipotecario
provenientes de instituciones beneficiadas con el rescate bancario. El
valor de esos activos era de 4 mil 328.3 millones de pesos. El precio pagado
por los compradores de esos activos fue de 617.9 millones de pesos, es
decir, 13.92 por ciento del valor original.
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