Piden a Fox probar que no es cómplice de EU

Normalizar las relaciones con la isla, demandan miles en el DF

GEORGINA SALDIERNA

Miles de personas realizaron ayer una marcha por el centro de la ciudad de México para exigir la normalización inmediata y plena de las relaciones diplomáticas con Cuba; una política exterior libre, soberana e independiente basada en la historia nacional y fundada en la Constitución, y que el gobierno foxista demuestre con hechos concretos, y no sólo con palabras, que no es cómplice de la Casa Blanca en su política de agresión contra la isla.

Convocados por el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba, los manifestantes salieron del Angel de la Independencia rumbo al Zócalo, donde también estuvieron presentes diversos personajes ligados a la izquierda, como Pablo González Casanova, Jesús Martín del Campo, Carlota Botey y Fausto Trejo, entre otros.

González Casanova consideró pertinente plantear que es una misma lucha la que se está dando por la democracia, por la liberación y por el socialismo. Cuba, añadió, está en la avanzada de esa lucha, pues ha podido sobrevivir la catástrofe que enfrentaron muchos de los países que lucharon por el socialismo y que acabaron traicionando o perdiendo esas luchas y no han logrado plantear nuevos proyectos.

De acuerdo con reportes policiacos, la manifestación se inició con más de 2 mil 800 personas, pero a lo largo del recorrido se fueron sumando centenares más, hasta rebasar los 5 mil asistentes.

Los organizadores fueron cautelosos y se abstuvieron de estimar el número de manifestantes, no así algunos participantes, quienes optimistas hablaban de más de 11 mil personas. Lo cierto es que la protesta fue tan nutrida que tardó más de 30 minutos en ingresar totalmente a la plancha del Zócalo.

Entre los contingentes estaban los del Movimiento de Solidaridad con Cuba, la Central Unitaria de Trabajadores; el Frente Popular Francisco Villa; el Sindicato Mexicano de Electricistas; estudiantes de la UNAM y de la UAM, el PRD; jóvenes de la Universidad Autónoma de Chapingo; integrantes del Frente Zapatista de Liberación Nacional, de Atenco, del Movimiento Proletario Independiente y del Frente Popular Revolucionario.

"šFidel!, šFidel!, no puede Fox con él", "šFidel, Fidel, no puede Fox con él", fueron algunas de las consignas que corearon los asistentes, quienes no olvidaron el clásico "šCuba sí, yanquis no!". Desde un altavoz no paraba la demanda de cesar a los secretarios de Gobernación, Santiago Creel, y de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, por su "pésima actuación en la crisis diplomática con Cuba".

A propósito de los dos funcionarios, destacó la presencia de dos saltimbanquis parecidos a los secretarios, aunque ambos traían orejas de burro y eran manipulados por otros dos saltimbanquis, uno vestía como el tío Sam y otro semejaba al titular del Ejecutivo.

Durante el mitin, Jesús Escamilla, del Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba, dijo que la decisión gubernamental de prácticamente romper relaciones diplomáticas con la isla no sólo ha alejado al gobierno de Fox del pueblo y el gobierno cubanos, sino, también, lo distanció de los mexicanos.

Este hecho se inscribe en el marco de una política exterior errática y sometida a los dictados de la Casa Blanca y no a los intereses nacionales, puntualizó, y destacando que la medida también atenta contra la decisión de la mayoría en el Congreso de la Unión, que se expresó en favor de una normalización inmediata de las relaciones con Cuba. En adición, resaltó que el presidente Fox ha actuado al margen de la Constitución.

Ante estos hechos, le recordó al Ejecutivo federal que no gobierna para una facción ni para el gobierno de Estados Unidos. Criticó luego la actitud soberbia, errática y mentirosa que la actual administración federal tiene ante la isla y la posición dócil, cómplice y facciosa que expresa frente a Estados Unidos.

En su discurso, pronunciado antes de la difusión del documental de Oliver Stone sobre el comandante Fidel Castro, Escamilla exigió la normalización de las relaciones diplomáticas con Cuba, lo que implica el retorno de los embajadores, así como una política exterior libre, soberana e independiente y acciones concretas que demuestren que México no es cómplice de la política estadunidense de agresión contra la isla.