Marta Sahagún merece todo mi respeto y por eso no voy a darle mi sufragio, adelanta

Los partidos no saben pensar más que en la intención de voto: Monsiváis

Al hablar del subcomandante Marcos dijo: los sueños del aislamiento producen monstruos

DAVID BROOKS Y JIM CASON CORRESPONSALES

Nueva York, 7 de abril. Carlos Monsiváis, con lujo de lenguaje y su ultrafilosa arma del humor, ofreció una ponencia sobre la evolución cultural mexicana y concluyó con una serie de observaciones en torno a la coyuntura actual, en una conferencia ofrecida hoy en la Universidad de Nueva York.

Como siempre, fue amplísima la gama de temas tratados por Monsiváis: los partidos políticos en México no tienen tiempo para pensar, ya que sólo se ocupan de algo llamado la "intención de voto"; Marta Sahagún, por ser "respetable" no debe ingresar a la política; Castañeda persigue la intención, pero no obtendrá el voto; los migrantes son tema esencial para la política mexicana; los argumentos racistas de Huntington llevan a la conclusión de que "Estados Unidos no puede invadir a Estados Unidos" para salvarse, y la globalización y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) han cambiado de manera fundamental la histórica pugna cultural mexicana entre la hispanidad y el indigenismo.

En diálogo con su público, Monsiváis respondió a varias inquietudes. Sobre las posibilidades de que Marta Sahagún se presente como candidata a la Presidencia, comentó que "merece todo mi respeto y por eso no voy a votar por ella". La esposa del Presidente, agregó, es "una persona tan respetable que no debería participar en la política. Todos queremos que ella siga al lado de su marido y si es presidenta sería un conflicto de lealtades".

Sobre cómo trató Andrés Manuel López Obrador la crisis política por los videos, señaló que "de que hay una conjura no hay duda", pero opinó que eso debería de haberse tratado en segundo término, y abordar el asunto de la corrupción primero.

En torno a la candidatura de Jorge Castañeda consideró que podría obtener "la intención de voto, pero no el voto".

De la relación de México con Estados Unidos, Monsiváis subrayó que el tema migratorio es "esencial", ya que las remesas son el segundo ingreso más importante del exterior para el país, y las consecuencias de la migración para México tiene efectos importantes para vastas regiones del país.

Pero señaló que no hay gente ni políticas de gobierno que estén a la altura para abordar el tema de los migrantes ni de su contribución económica. Por ejemplo, indicó, el estancamiento del debate sobre el voto de los mexicanos en el exterior. "Como los partidos políticos no tienen tiempo para pensar en otra cosa más que en la intención de voto", no tienen propuestas para este ni otros asuntos políticos y sociales que enfrenta el país.

Consideró que no todos en México han apostado todo su futuro en Estados Unidos. La abrumadora mayoría de los mexicanos, dijo, se expresó contra la invasión de Irak, lo cual obligó al presidente Fox a defender esa posición por sobrevivencia política. Por otro lado, señaló que en el ámbito cultural la "americanización" ha sido abrumadora en todo el mundo, pero que a la vez hay algunos beneficios de esta globalización, a pesar de sus consecuencias negativas, como la difusión de la tolerancia, la diversidad y el feminismo.

Sobre los conceptos promovidos por Bush, del bien contra el mal, Monsiváis consideró que demuestra el "fracaso de la teología en el lenguaje". Al escuchar el concepto del "eje del mal me obligo a localizar el eje del bien", el cual no se ha encontrado, indicó. Insistió en que es "responsabilidad de Bush definirlo, una tarea difícil, por lo cual no logrará relegirse".

Respecto a los argumentos de Samuel Huntington de que Estados Unidos podría ser destruido por la renuencia de los inmigrantes latinoamericanos a integrarse plenamente a los principios anglosajones que fundaron este país, Monsiváis opinó que son expresiones "racistas tan pedestres (...) tan imbéciles" que hacen sospechar una trampa detrás. "Son las vociferaciones más racistas contra los latinos en Estados Unidos", dijo.

ƑY entonces, cómo salvar a Estados Unidos?, pregunta en torno a la "amenaza" identificada por Huntington. "Estados Unidos no puede invadir a Estados Unidos", concluye, descartando lo que sería la opción lógica de ese argumento.

En su ponencia, Monsiváis hizo un extenso análisis de las palabras "clave" de la evolución cultural de México como país, a partir de los debates y definiciones de los conceptos de hispanidad e indigenismo. Con ejemplos de canciones, poemas, cine y crónicas, reveló la manera en que estos conceptos definían la realidad nacional desde la conquista a la fecha. Empleó frases muy en su estilo humorístico para enfatizar puntos, como que la Malinche fue "la primera guía de turistas de México".

Una ponencia con tanto fino detalle y compleja argumentación es imposible resumir sin ofrecer el texto íntegro. Sin embargo, concluyó que por un lado el EZLN cambió de manera fundamental el debate sobre la población indígena y el racismo en México, colocando el asunto de la inclusión y el orgullo indígena como temas ineludibles en la actualidad.

Por otro lado, la definición de la hispanidad ha cambiado en gran parte por la globalización, ahora transformado en un concepto de los pueblos que hablan o cuya lengua materna es el castellano, y que ha llevado a que ésta sea, después del inglés (y por número, el chino) otra lengua franca del planeta.

Interrogado sobre ciertas declaraciones del EZLN en torno a la hispanidad, y en particular los ataques contra el monarca español, más otros que parecían dejar perplejos a varios simpatizantes en el exterior, Monsiváis comentó que hubo momentos en que el subcomandante Marcos lanzó comentarios algo irracionales. Esto, dijo, en algunos momentos, es resultado de que "los sueños del aislamiento producen monstruos", algo que también sugirió se manifestaba en el ala ultra del nacionalismo vasco.

Monsiváis señaló que México sigue siendo una sociedad racista -y bromeó que ya no es machista, ya que 6 por ciento de todos los políticos electos de todo nivel son mujeres- y que esto no es decir poco cuando 12 millones de mexicanos son indígenas, 10 por ciento de la población, los cuales no tienen representación parlamentaria y cuyo desarrollo en sus comunidades aún no se expresa en la inclusión política nacional.