Hoy comienza el cuarto Festival América Cantat

La música coral adquiere nuevos bríos en México

ANGEL VARGAS

Los últimos 10 años se han caracterizado por la revitalización de la actividad coral en México, aun cuando todavía pesan las resistencias y los lastres que se generaron en torno a esa expresión artística durante casi todo el siglo XX.

El músico y promotor cultural Gerardo Rábago, especialista en la materia, explica: ''Es totalmente falsa la idea de que la actividad coral en nuestro país sea nula. Así lo demuestra un registro oficial que consigna la existencia actualmente de más de 800 grupos, cantidad nada despreciable.

''Aún estamos muy lejos de lo que se hace en el primer mundo, pero el movimiento coral mexicano nunca ha dejado de existir, aunque sí tuvo una época de casi un siglo que fue una actividad prácticamente soterrada, luego de que sólo existían grupos oficiales y los de iglesias.

''Afortunadamente, de 10 años a la fecha, puede asegurarse que nuestro movimiento coral ha logrado revitalizarse, gracias no sólo a esfuerzos, sino a las actividades y proyectos específicos, tanto institucionales como privados, que han incluido aspectos educativos, de profesionalización, difusión y promoción, así como la búsqueda de enlaces y nexos al interior y el exterior del país.''

Las inercias, sin embargo, todavía son muchas y están muy enraizadas, según el también director coral, integrante del comité organizador del Festival América Cantat, considerado uno de los encuentros corales más importantes del continente y cuya cuarta versión tendrá lugar en México a partir de este lunes y hasta el 16 de abril.

Rábago habla sobre esas inercias: "Una muy profunda es la idea de muchos que ven a los coros como negocio y no como un espacio de desarrollo personal, algo que no pasa en otros países. En Suecia, por ejemplo, uno de cada tres habitantes canta en un coro, aunque, paradójicamente sólo existen menos de 10 grupos profesionales, en el sentido de recibir un sueldo.

"Entonces, la fórmula mundialmente reconocida es que los coros sean de aficionados, que no quiere decir que sean grupos de mala calidad o que no sepan de música, sino que sus integrantes no obtienen ingresos por esa actividad.

''Lo importante es que el director sí sea profesional. En ese sentido, la tendencia mundial, y hablo de 90 por ciento de los mejores coros del planeta, es que sus integrantes canten por el enorme placer de hacerlo y que ellos mismos se encarguen de pagarle a su director, o bien, que el pago provenga del gobierno.''

Otros obstáculos que menciona el músico son la extendida y errónea idea de que los grupos corales están relacionados exclusivamente con "la iglesia y la mochería".

La peor de todas las inercias está relacionada con la flojera y la indisciplina inherentes a nuestra cultura, sostiene Rábago: "La música coral se hace a mano y hay que dedicarle todo; es muy demandante. Falta sobre todo disciplina y dedicación".

Apunta que actualmente se está comenzando una labor de cambio en el desarrollo coral mexicano. Al respecto, destaca que el hecho de que por primera vez nuestro país sea sede del Festival America Cantat constituye, precisamente, un reconocimiento internacional al trabajo y los logros alcanzados en la última década.

La cuarta versión del encuentro contará con la participación de 53 grupos provenientes de 24 países, entre ellos Argentina, Colombia, Venezuela, Cuba, Brasil, Estados Unidos, Australia, Suecia, Dinamarca y Rumania. Las actividades incluirán talleres, cursos y 104 conciertos, a realizarse en una veintena de escenarios de la ciudad de México.

Sobresale que para esta ocasión se comisionó la escritura de 10 obras a igual número de compositores mexicanos, las cuales serán estrenadas mundialmente en los conciertos de gala que se efectuarán diariamente, a razón de uno por día. La lista de autores incluye a Arturo Márquez, Sergio Cárdenas, Eduardo Soto Millán y Martha García Renat.

El concierto inaugural, titulado Gala por la paz de los pueblos de América, será este lunes, a las 20 horas, en la sala Principal del Palacio de Bellas Artes, con la participación de los Niños Cantores de México y los coros de la República, del Ejército Nacional, de la Secretaría de Marina y el Coral Mexicano del INBA, acompañados por la Filarmónica de la Secretaría de Marina, dirigida por Fernando Lozano.