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México D.F. Miércoles 22 de octubre de 2003

Miguel Pinto Parabá/II y última

Los yerros de la rebelión del altiplano

El Ampliado Nacional de la Central Obrera Boliviana, de forma repentina, subió de tono. Las palabras del líder campesino elevaron la temperatura del debate.

José Luis Alvarez, secretario ejecutivo del magisterio urbano de La Paz, explicó, en medio de aplausos, que las bases han demostrado a los dirigentes cómo se debe luchar para voltear a un gobierno.

"Lamentablemente, sin objetivos y dirección revolucionaria, los trabajadores entregaron valientemente sus vidas, pero no para que haya cambio constitucional. Los que se sublevaron quieren mejores condiciones de vida y un nuevo tipo de Estado".

Tras compartir los planteamientos de quienes le antecedieron en el uso de la palabra, afirmó que el gobierno está históricamente imposibilitado de resolver la crisis estructural del país. "Por lo tanto, es preciso hacer una plataforma de lucha que permita a los explotados llegar al poder" y, así, "estructurar" el gobierno revolucionario de "obreros y campesinos".

"Hay que renacionalizar, estatizar y socializar todos los hidrocarburos. Se debe anular globalmente el decreto neoliberal 21060 (de 1985). Se debe pelear por tierra y territorio y el libre cultivo e industrialización de la hoja de coca para los campesinos. Se debe liquidar la Ley de Reforma Educativa y el Código Tributario impuesto por el Banco Mundial. No sólo se debe hacer un juicio de responsabilidades a Goni, sino que los mineros deben ocupar todas sus minas", planteó, en medio de aplausos, luego de explicar que el Parlamento, donde Carlos Mesa juró la presidencia, ya no tiene respaldo social.

Clase, nación y prensa

Otro hecho que fue analizado por los trabajadores del país fue el papel de los medios de comunicación en la convulsión social. El dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia, Remberto Cárdenas, calificó de "terrorista" el intento del gobierno de "silenciar" algunos medios de comunicación que reflejaron de forma veraz la rebelión de septiembre y octubre.

También destacó que, en pleno conflicto, se dio una particular "unidad social" entre las clases sociales explotadas, las naciones oprimidas, las clases medias postergadas por el modelo neoliberal y algunos medios alternativos de comunicación.

Para Cárdenas este inédito hecho debe constituirse en la base para forjar la dirección política de los trabajadores. "Esa unidad política debe ser amplia y debe hacerse bajo la dirección de la COB".

El secretario ejecutivo de la Federación de la Prensa de La Paz, Arcenio Alvarez, aclaró que esa unidad debe tener como cimiento la "estructuración" de un programa revolucionario.

Varios dirigentes sindicales de otros sectores, a su turno, condenaron la "posición pro gubernamental" de algunos medios de comunicación, como las radios Panamericana y Fides, el periódico La Razón y las redes de televisión Unitel, canal 2, y PAT, canal 39.

Los dirigentes de la prensa, en su momento, aclararon que no hay que confundir a los honestos asalariados de la prensa (los periodistas), con los "comentaristas", presentadores de noticias y los propietarios de los medios de difusión que distorsionaron la información.

La embajada y los marines

Otro hecho que se planteó en el radical ampliado fue el rol de la embajada estadunidense en el conflicto.

"Estados Unidos, la Organización de Estados Americanos (OEA) y los gobiernos derechistas del continente y el mundo respaldaron la matanza desatada por los militares y la coalición de gobierno conformada por el MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario), la NFR (Nueva Fuerza Republicana) y el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), recordó el dirigente nacional de los rentistas y jubilados, Julio García.

Incluso el embajador estadunidense decidió "abandonar" Bolivia e informó que llegarían, a cambio, "marines estadunidenses" para "resguardar" su sede diplomática y a los ciudadanos estadunidenses que radican en Bolivia.

Este hecho, según Jaime Solares, demuestra la forma cómo, en futuras batallas, puede actuar Estados Unidos para evitar que en Bolivia se desarrolle un proceso revolucionario:

"Para seguir dominando América Latina, los gringos van a apelar incluso a las armas para hacernos hincar. Es por eso que también tenemos que pensar en cómo vamos a responder a una posible invasión y agresión internacional con diversos pretextos, como se hizo en Panamá (1989) y otros países".

Al respecto, Toribio Hinojosa, dirigente de la Caja Nacional de Salud, explicó que la única forma de avanzar en el actual proceso antimperialista, que en Bolivia comenzó desde el año 2000, es "mediante el retorno de los dirigentes a las bases" para preparar las futuras luchas.

A su modo, en el altiplano, los yungas, los centros mineros, el Chapare, las bases están creando órganos de poder y de "autodefensa", que según algunos dirigentes, deben ser "armados". Este delicado tema no fue analizado a profundidad por el ampliado, pero fue destacado por varias organizaciones sociales.

Las bases se sublevan

En pleno ampliado, se constató que, igual que el sector de los universitarios y los gremiales, la Federación de Juntas de Vecinos de la ciudad de La Paz tienen varias direcciones paralelas.

Jaime Solares, confundido por la cantidad de dirigentes que pedían la palabra, sólo atinó a criticar a las "direcciones burocratizadas" que únicamente aparecen para "discursear" cuando hay ampliados y desaparecen cuando llega la hora de organizar y luchar.

En medio de la agria discusión por pasar a la palestra y tomar el micrófono, una pregunta de Solares desorientó a los asistentes: "Ƒcómo se explica que las juntas vecinales de La Paz, que fueron las que protagonizaron inéditas y gigantescas marchas, no tengan una dirección única?"

En medio de la confusión, la explicación la dio el presidente del "comité de movilizaciones" de la Junta de Vecinos de la zona Sur, Faustino Quintana. Fue contundente:

Dijo que "a diferencia de lo que ocurre en El Alto, donde los vecinos, desde las bases, están bien organizados, en La Paz, los partidos neoliberales hace más de una década que se disputan la dirección de la Federación Departamental de Juntas Vecinales. Ahora tenemos tres direcciones departamentales, pero ninguna hace nada por nosotros. Por eso, igual que en otros barrios, nos hemos organizado en cabildos emergencia, en pleno conflicto, para pedir la renuncia del presidente. Hemos rebasado a las direcciones del gobierno. Ahora pedimos a la COB que nos reorganice para la próxima batalla".

Este pedido vehemente de Quintana fue respaldado por el Ampliado Nacional con efusivos aplausos y Solares destacó que este hecho es otra lección importante del conflicto que vivió Bolivia. "Las bases tienen sed de justicia y, en el próximo conflicto, van a pasar por encima de las direcciones que no se pongan a su altura".

A diferencia de lo que ocurrió con el gobierno de Sánchez de Lozada, el pueblo "reconoció" y le dio "legalidad y legitimidad" a la COB; pero si no se reorganiza puede ser también puesta al margen de la historia, agregó, luego de hacer aprobar el "repliegue táctico" de los sectores que, hasta el sábado, estuvieron en pie de lucha por mejores condiciones de vida.

econoticiasbolivia.com

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