.. | México D.F. Viernes 3 de octubre de 2003
Someterá a consulta anteproyecto de reforma
legal
Propone Batres hacer obligatorios trabajo y educación
en las cárceles
El anteproyecto de reformas a la legislación penitenciaria
del Distrito Federal que dio a conocer ayer el subsecretario de Gobierno,
Martí Batres Guadarrama, propone que las actividades laborales y
educativas sean obligatorias no sólo para los presos sentenciados,
sino también para aquellos que se encuentran aún sujetos
a proceso penal. La propuesta, señaló el funcionario, será
sometida a consulta en otras áreas del gobierno de la ciudad y estará
abierta a las aportaciones que hagan también otras instancias, como
el Tribunal Superior de Justicia y la Comisión de Derechos Humanos
del DF.
El
objetivo, destacó Batres, es que el trabajo sea la base de la readaptación
social de los internos en el sistema penitenciario. "Consideramos que el
trabajo es la herramienta más importante de la readaptación
social y el ocio en los reclusorios es, precisamente, el mayor fermento
para la reincidencia posterior, al impedir dicha readaptación. Está
demostrado incluso que el trabajo es uno de los alientos principales para
la preliberación, así es que consideramos que esto debe formar
parte de una serie de modificaciones legales", apuntó.
Un diagnóstico de los primeros seis meses del año
señala que el área de capacitación y trabajo atendió
a uno por ciento de la población total, es decir, 245 internos,
en capacitación, y 19.56 por ciento realizó algún
trabajo -4 mil 458 internos-, principalmente en servicios y en talleres
artesanales.
Por lo que hace a las actividades educativas, unos 4 mil
469 presos, 20 por ciento de la población total, se incorporaron,
de la siguiente manera: 126 en alfabetización, mil 173 en educación
primaria, mil 346 en nivel secundaria, mil 710 en preparatoria, mientras
que 114 internos realizaron trabajos extraescolares.
Datos de la Dirección General de Prevención
y Readaptación Social refieren que alrededor de 42 por ciento de
la población penitenciaria realiza actividades laborales y educativas;
el resto no realiza ningún tipo de tarea.
El anteproyecto consiste en reformar la Ley de Ejecución
de Sanciones Penales para el DF y el Reglamento de Reclusorios y Centros
de Readaptación Social. Está sustentada en el artículo
18 constitucional, que señala la facultad de los gobiernos de los
estados de organizar el sistema penal en sus respectivas jurisdicciones,
"sobre la base del trabajo, la capacitación para el mismo y la educación,
como medios para la readaptación social del delincuente"; en el
artículo 123, que garantiza el derecho de toda persona a tener un
trabajo digno y socialmente útil, y establece la responsabilidad
del Estado de promover la creación de empleos conforme con lo establecido
por la misma ley; y el artículo 5, que prohíbe la prestación
de trabajos personales sin la justa retribución, "salvo el trabajo
impuesto como pena por la autoridad judicial, el cual se ajustará
a lo dispuesto" por el artículo 123.
Batres consideró que es posible establecer mecanismos
de trabajo en los reclusorios, pese a que se trata de miles de internos,
pues existe ya una incipiente industria penitenciaria que ha tenido bastante
éxito, no sólo para la readaptación de los presos,
sino desde el punto de vista económico, por lo que es posible extenderla
sobre una base legal, a fin de que no sea necesario que salgan a realizar
trabajos fuera de los centros de internación.
El funcionario consideró que depende de la agilidad
con que se hagan las consultas y se consideren otras observaciones a la
propuesta, pero es posible que a fin de año se envíe la iniciativa
a la Asamblea Legislativa del DF, donde tendría también que
revisarse el documento antes de proceder a la aprobación de las
reformas. Lo importante, indicó, es que ya hay un planteamiento
concreto sobre las modificaciones que se consideran indispensables.
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