México D.F. Viernes 3 de octubre de 2003
"El enemigo es más complejo y está
mejor organizado": jefe de las fuerzas de ocupación
Mueren de 3 a 6 soldados de EU en Irak por semana,
reconoce el ejército
Otras tres bajas estadunidenses en distintos ataques
en la zona del "triángulo sunita"
AFP, REUTERS Y DPA
Bagdad, 2 de octubre. El principal general del
ejército de Estados Unidos en Irak, Ricardo Sánchez, dijo
hoy que "el enemigo ha evolucionado, es más complejo, está
mejor organizado y, en algunos casos, es muy tenaz", al reconocer que cada
semana mueren de tres a seis soldados en el país ocupado.
Agregó que los soldados estadunidenses no abandonarán
el país próximamente: "Será en algunos años
más. Nunca dijimos que sería en menos", sostuvo.
Sánchez declaró lo anterior luego que tres
soldados de las fuerzas de ocupación murieron en menos de 24 horas,
aunque la televisora Al Jazeera informó que habían sido cuatro.
Asimismo, dos atentados suicidas ocurrieron este jueves junto a una lavandería
utilizada habitualmente por las fuerzas estadunidenses en Kirkuk, norte
del país.
La muerte de los tres soldados eleva a 88 el número
de militares fallecidos en ataques desde que los estadunidenses entraron
en Bagdad hace casi seis meses. Los soldados murieron por la tarde y la
noche del miércoles en tres ataques diferentes en el "triángulo
sunita", entre Bagdad, Tikrit y Ramadi, donde casi diario ocurren ataques
contra los invasores.
En
Fallujah dos soldados estadunidenses y cuatro civiles resultaron heridos
durante un tiroteo con un grupo de hombres armados que circulaban en un
vehículo, según un testigo y fuentes policiales.
Al ser atacados, los estadunidenses "replicaron y alcanzaron
a cuatro personas: una mujer, un niño, un transeúnte y un
miembro de la policía iraquí", precisó la fuente policial.
Sin embargo, Al Jazeera dijo que un soldado murió en Fallujah.
En Kirkuk dos atacantes suicidas se volaron frente a una
lavandería utilizada por los estadunidenses, que estaba vacía
al momento del atentado, informó un oficial de la defensa civil
iraquí, quien precisó que no hubo víctimas estadunidenses
"Los dos llevaban cinturones de explosivos y eran jóvenes",
declaró el teniente Shaker al Riyashi, de la defensa civil, mientras
el ejército estadunidense dijo no tener información al respecto.
Previamente se habían sentido en la ciudad seis
explosiones en sólo 20 minutos en barrios residenciales del sur,
centro, este y suroeste, contra puestos estadunidenses y una comisaría
de policía, declaró otro funcionario iraquí, que habló
de dos soldados heridos.
Por otro lado, ex miembros de los antiguos sevicios iraquíes
de seguridad, exasperados por la falta de empleo, se manifestaron este
jueves en Bagdad ante el cuartel general de la administración estadunidense
para reclamar el pago de salarios o un puesto de trabajo.
"Cuando los estadunidenses entraron en Bagdad entregamos
las armas. Pero siguen considerándonos enemigos, así que
nos comportaremos como tales, señaló Raad Mutachar, ex miembro
de la seguridad pública. "Tenemos familias que alimentar", añadió
otro.
En este contexto, desde Nueva York, el presidente del
gobierno transitorio iraquí instaurado por Wasington, Ahmad Chalabi,
aseguró este jueves a la Asamblea General de la Organización
de Naciones Unidas (ONU) que Irak nunca olvidará la ayuda de Estados
Unidos y Gran Bretaña al lanzar una guerra para desplazar a Saddam
Hussein.
"Lo que ocurrió fue realmente una liberación",
sostuvo desde el estrado de la asamblea, en momentos en que el Consejo
de Seguridad de la ONU comenzó la discusión de un proyecto
de resolución revisado sobre Irak, presentado por Estados Unidos,
que suscitó reservas del secretario general Kofi Annan y de varios
países.
Annan dio el inusual paso de criticar el proyecto y sostener
que "no va en la dirección que yo había recomendado. Lo estudiaremos
y determinaremos si constituye un cambio radical en relación al
pasado", afirmó.
Varios embajadores de países miembros del Consejo
de Seguridad también se interrogaban más o menos abiertamente
si de verdad hay nuevas propuestas en la segunda versión del texto
estadunidense que circuló sin gran éxito a principios de
septiembre.
El embajador de Francia ante la ONU, Jean-Marc de La Sablière,
fue más categórico: "No encontramos las propuestas que habíamos
hecho con Alemania sobre puntos esenciales", declaró. "El texto
revisado no responde a nuestras expectativas", agregó.
Incluso el Consejo Supremo para la Revolución Islámica,
que forma parte del gobierno transitorio iraquí, criticó
el proyecto al considerar que "ninguna fuerza extranjera, por muy grande
que sea, puede garantizar la seguridad" en Irak, ya que no comprende la
mentalidad de sus habitantes. En cambio, el borrador fue bien recibido
por los kurdos representados en ese consejo.
Las principales reservas surgidas del primer proyecto
se referían a la necesidad de incluir un calendario sobre el restablecimiento
en el corto plazo de la soberanía iraquí y de transferir
a la ONU lo esencial de las responsabilidades políticas y económicas
ejercidas actualmente por la coalición angloestadunidense.
El nuevo texto deja poco claro el papel de la ONU. Annan
y numerosos miembros del Consejo de Seguridad querrían que el papel
del organismo se convirtiera en "central" en lugar de "vital", una diferencia
de términos que tiene importante significado para los diplomáticos.
El texto propone también la creación de
una fuerza multinacional bajo comando estadunidense, lo que nadie discute.
Pero no precisa si incluye las tropas estadunidenses, que se encuentran
actualmente en Irak, o si se trata de una segunda fuerza que tendría
esencialmente por tarea la de proteger las instalaciones de la ONU y la
infraestructura del país.
Finalmente, no precisa el fin de la ocupación y
no concede nada a quienes pedían más transparencia en la
gestión de los fondos destinados a la reconstrucción de Irak.
Además, no menciona a los países de la región
más que para advertirles que no deben ayudar a los terroristas.
Por otro lado, la ONU transfirió 20 millones de
dólares de Irak a Israel por los daños ocasionados por los
42 misiles balísticios contra Tel Aviv y otras localidades en la
guerra del Golfo Pérsico de 1991, según se anunció
en Jerusalén. La ONU ha prometido a Israel la transferencia de un
total de 70 millones de dólares como indemnización por los
ataques, en los que murió una persona por impacto de un misil y
unas 20 de ataque cardiaco o por asfixia con las máscaras antigás.
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