.. | México D.F. Lunes 1 de septiembre de 2003
DIAZ BESSONE: LA MENTE DEL ASESINO
En
un reportaje que difunde hoy Canal Plus de París, cuyos extractos
más significativos fueron divulgados desde ayer por Página
12 de Buenos Aires, el general Ramón Díaz Bessone, ex comandante
del segundo cuerpo del ejército argentino y alto funcionario durante
la dictadura militar que ensangrentó a su país, aporta un
testimonio horrendo de primera mano, invaluable sobre la decisión
de los genocidas argentinos de recurrir al secuestro, la tortura y el asesinato
de los opositores -y de muchos otros ciudadanos que no lo eran- y acerca
de la lógica perversa de las guerras sucias emprendidas en
Argentina y por los gobiernos de otros países pretendidamente democráticos,
como Francia y Estados Unidos, en la segunda mitad del siglo pasado.
En el contexto de los procesos penales pendientes contra
militares homicidas argentinos, las confesiones de Díaz Bessone
resultan prueba demoledora e incontestable de culpabilidad, y podrían
resultar cruciales para evitar que los genocidas logren una vez más
salir impunes de la actual coyuntura, en la que el gobierno de José
María Aznar se ha negado a formalizar la demanda de extradición
planteada por el juez Baltasar Garzón, lo que podría significar
la libertad de los 40 verdugos intelectuales y materiales actualmente detenidos
en Argentina. Las declaraciones formuladas por Díaz Bessone a la
periodista Marie-Monique Robin tendrían que ser elemento suficiente
para que los jueces argentinos dieran entrada a demandas penales contra
los ex militares actualmente encarcelados.
Desde otra perspectiva, las reflexiones del militar argentino
ofrecen una rara oportunidad para asomarse a la lógica con la que
operan los criminales de lesa humanidad, a sus formas torcidas de conciliar
los peores atropellos a los derechos humanos con valores como la libertad
y la legalidad, así como a su manera de engendrar argumentos para
justificar, ante sí mismos, lo injustificable.
Un tercer aspecto insoslayable de la entrevista con Díaz
Bessone es el señalamiento de que los militares asesinos de Sudamérica
aprendieron de sus colegas franceses los métodos de tortura, exterminio
y terror aplicados en Argelia una década antes, compartidos también
con el gobierno estadunidense, el cual, a su vez, los puso en práctica
en Vietnam. El militar argentino afirmó, sin faltar a la verdad,
y sin que ello justifique de manera alguna las atrocidades de la dictadura
de la que formó parte, que las violaciones masivas a los derechos
humanos han sido perpetradas también por Israel y por el franquismo
español, entre otros casos, sin que en ellos se presente "ningún
juez Garzón que pida la extradición" de los responsables.
Las declaraciones del criminal de Estado argentino son,
en suma, una inculpación indiscutible hacia sí mismo y sus
cómplices, pero constituyen también un recordatorio de la
hipocresía, la doble moral y la memoria convenenciera con que Europa
y Estados Unidos suelen abordar el tema de los derechos humanos.
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