México D.F. Lunes 1 de septiembre de 2003
La artista busca motivar la creatividad de los niños
En su escultura, Ana Claddo comulga con la naturaleza
FABIOLA PALAPA QUIJAS
Las esculturas de Ana Claddo -hechas de metal, barro, tela metálica, madera y otros objetos que se mezclan con productos de la naturaleza- dan por resultado una obra volumétrica que se puede apreciar como juguetes de niño o bien como formas naturales construidas en el aire.
En una arriesgada combinación de materiales, que son reutilizados por la londinense que lleva más de 30 años dedicados al arte, la obra refleja gran sensibilidad e inocencia al mantener una constante comunión con la naturaleza. Ana manipula los materiales sin forzarlos, con una naturalidad que excluye toda tensión y tiene como característica la ligereza, pues juega con el hueco, con el vacío, con la luz y, por supuesto, con el aire, para dar forma a gallinas, loros, peces, lagartos y figuras humanas.
Imaginación, vitalidad, colorido y espontaneidad están presentes en las obras de Claddo y lo ayudan a mantener su propio estilo. Con una aparente simplicidad, cada escultura es una invitación a entrar en un mundo cálido, donde las figuras respiran, pues no se olvidan que fueron formadas de ese amor sincero de la artista hacia todo lo que está vivo.
Los dibujos preparatorios tienen trazos que se abren paso entre lo vivo y lo abstracto, lo mágico y lo real; cada línea suelta y vigorosa logra captar toda la sensibilidad y feminidad de la artista, pero al mismo tiempo es potente y delicada. En cierta forma muestra el espacio y contenido que Claddo otorga a sus figuras de flores y peces.
Claddo, radicada en México desde hace siete años, estudió la especialidad de cerámica en el Harrow School of Art, en Londres, donde obtuvo la licenciatura concedida por el Society of Designer Craftsman. Además, también ha realizado estudios de dibujo, artes y oficios en España. Entre 1991 y 1993 trabajó en Costa Rica y expuso en la universidad y en los Jardines del Museo Nacional.
En México se ha exhibido su obra en la galería Enrique Romero de Polanco, así como en el Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán y la Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl, entre otros.
Actualmente imparte cursos de artes plásticas en el Centro de Arte para sus Hijos Tonantzin, creado para que los pequeños logren desarrollar su creatividad y mejoren la calidad de las relaciones en la familia e interpersonales, ya que el niño al terminar una obra tiene la inquietud de continuar con la creación de otras.
El niño, mediante el tacto, las formas y los colores, se integra al proceso creador de la mano de grandes artistas, ya que el curso básicamente se enfoca en la obra de Alexander Calder, Paul Klee y la familia Linares; esto último debido a que la artista también se formó con la familia de Pedro Linares.
Móviles, monotipos, títeres, modelado en barro, escultura en alambre y madera, así como grabado en colagrafía y en corcho, son algunas de las técnicas que los niños aprenderán en los cursos impartidos por artistas reconocidos internacionalmente. Además, se imparten cursos especializados para niños con disfunciones leves. Para mayores informes sobre Tonantzin, el espacio para la exploración de habilidades y creatividad de los niños creado por Ana Claddo, comunicarse al teléfono 56599216. |